
UE: CUANDO LA HIPOCRESÍA GOBIERNA

Una vez más
los pueblos se sienten indefensos, desprotegidos y a merced de la
maquinaria letal del fascismo,
sea ruso, chino o europeo, porque el lenguaje del fascismo es
internacional.
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La
Unión Europea, que tantas expectativas levantó en su construcción, que
tanta publicidad se da a sí misma, que tan buena imagen vende, está
sustituyendo la coherencia y la dignidad por la hipocresía, y eso abre
las puertas a un futuro donde todo puede ser posible y donde el terreno
queda abonado para el resurgimiento de fascismos incontrolados y de
personajes a imagen y semejanza de otros cuyo recuerdo nos produce
inquietud y preocupación.
Esta actitud hipócrita de la UE quedó patente con el asunto de Kosovo y
con los bombardeos de la OTAN, luego se continúa con la masacre rusa en
Chechenia y con la actitud hacia China, donde los derechos humanos son una
pura anécdota.
Pero la guinda la ponen ahora con el acto de tender la mano al
presidente ruso Putin, levantando las sanciones económicas, mero
trámite, que le habían impuesto por su actitud en Chechenia y echando
tierra sobre los cadáveres aún calientes de los civiles chechenos
asesinados por el ejército ruso ante la pasividad de todos.
Pero el colmo de la hipocresía radica en las declaraciones de los
responsables de la UE cuando dicen que "la UE y Rusia deben mantener
una sólida y sana colaboración basada en valores comunes y en el respeto
de los derechos humanos y de las libertades fundamentales".
Genial, suena a poesía, pero apesta a hipocresía, a imagen cara a la
galería y, sobre todo, a intereses comerciales de la UE que ve en Rusia
un mercado donde hay que hacer la competencia a los EE.UU., que también
se pasan por el forro los derechos humanos con tal de vender hamburguesas
y Coca-Cola. Con todo ello, la UE está siguiendo una política copiada de
los yankees que la priva de una personalidad propia, de un carácter
europeo y la convierte en algo así como una fotocopia borrosa y carente
de sentido de los EE.UU.
Solana afirma que "queremos una relación constructiva con Rusia,
pero no olvidemos hablar claro cuando hay que hacerlo en materia de
derechos humanos". Pura hipocresía.
¿Cuándo han hablado claro? ¿Quién devuelve la vida a los civiles
chechenos masacrados?
Una vez más se demuestra que una cosa son las alianzas y el lenguaje de
los poderes y otra muy distinta los derechos de los ciudadanos.
Una vez más los pueblos se sienten indefensos, desprotegidos y a merced
de la maquinaria letal del fascismo, sea ruso, chino o europeo, porque el
lenguaje del fascismo es internacional, y también lo es el del comercio y
los intereses egoístas de las multinacionales que presionan a los
gobiernos y les obligan a tomar decisiones a espaldas de aquellos a los
que representan, los ciudadanos.
Con la actitud hacia Rusia y su presidente, dictador y genocida, la UE ha
dejado patente su bajeza moral y por dónde van a ir sus intenciones, con
lo que los ciudadanos europeos estaremos a expensas siempre de los
intereses comerciales y nuestra valoración será tasada a la altura o por
debajo de los productos que el libre comercio maneje.
Tanto se ha hablado de construir una UE fuerte que ahora uno tiene la
sensación que o no se habían explicado bien o nunca entendimos el
verdadero sentido, porque la fuerza era económica, no humana, y las
alianzas eran comerciales, no basadas en las necesidades de los pueblos.
Además, ¿por qué una actitud tan firme con Austria y un pasotismo tan
"justificado" con Rusia? ¿Acaso ha demostrado Austria más
peligro potencial y real que el gobierno de Putin?
Las razones de la UE no nos convencen, tal vez porque huelen, apestan, a
convencionalismos, a interesados y a desprovistos del más elemental
sentido humanitario.
Y cuando algo se levanta sobre bases tan podridas poca vida puede tener./ M.C.
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