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EL TRES SAGRADO
En el
Principio fue el Uno, el Creador. En su Mente se dibujó el Sueño, la Idea, la Creación.
El Uno, con su Energía, formó una Esfera, y dentro de ella surgió el Triángulo. El Uno
se dividió así en dos, que junto con El formarían el Tres sagrado, el Triángulo.
Primero creó de sí a la Madre, a la mujer, a la sustancia. Esta sería a la vez Hija y
Madre, Hija del Uno, Madre de todos. Y a continuación la dotó de Mente, y con la Mente
le dio Poder y la mujer, la sustancia, pasó a ser así el Origen de la creación.
Y el Uno vio que su obra era bella y perfecta, y se fundió con ella para que el Sueño,
una nueva raza de criaturas inmortales, cobrase vida y expresión.
Y fruto de la unión, la Hija-Madre dio vida al hombre, siendo así el hombre, hijo de la
Hija-Madre, el tercer punto del Triángulo.
Y el Uno vio que el hombre tenía que poseer el Poder, como su Madre,
pero para ello tenía que hacerse digno de él, y así decidió ponerle a prueba. Pero el
hombre fue engañado por la oscuridad, que le ofreció también poder, el poder de la
materia, de la forma.
El hombre, ciego por este poder, se olvidó de su origen, de su Madre y también del Uno,
su Padre Creador. Y en su ceguera esclavizó a la mujer, se enfrentó con sus hermanos y
creció en soberbia y también en ignorancia.
El Poder que tanto deseó y alimentó, el poder de la oscuridad, estuvo a punto de
destruirle varias veces, pero su Padre velaba por él y le cuidaba a través de sus
enviados, esperando el momento en que el tiempo del despertar llegara, porque el Uno
sabía que el poder de la Oscuridad era una ilusión temporal, que el hombre abriría los
ojos y comprendería cuál era su origen y su verdadera naturaleza.
Y, al igual que en el principio, el Uno se apoyaría en la mujer, en
las hijas de la Hija-Madre, para abrir las puertas que conducirían al hombre a su
liberación, porque sólo en el principio existen las claves para consumar el final, y es
dentro de la mujer donde reside el secreto que transformará al hombre en un ser libre y
creador, porque el hombre tiene que descubrir dentro de sí la semilla de la Hija-Madre,
su polaridad negativa o femenina, para poder ser en el tiempo la criatura que un día el
Uno soñó.
Y el Sueño contempla que un día el hombre y la mujer serán uno solo ante el Uno, porque
así existen desde el principio en la Mente del Uno. Y para ello tienen que trascender el
sexo para comprender la Energía sexual, tienen que liberarse de las cadenas del sexo para
vivir libremente el Poder, el potencial, de la energía sexual, que, como energía emanada
de la Mente, espera su regreso al origen, su ascenso a la cabeza, que es la morada del Uno
en la mente de cada ser, de cada hombre o mujer.
Y para que todo estuviera revestido del Poder, el Uno se hizo hombre, y como tal negó el
poder de la oscuridad, reconoció a la mujer como expresión directa de la Hija-Madre y
tendió la mano al hombre para que este descubriera a la mujer que hay en su interior y, a
través de ese reconocimiento, pudiera ver y comprender a la mujer con la que convive.
Y en el sueño está escrito que una nueva raza surgirá de aquellos
hombres y mujeres que hayan comprendido su origen, porque en ellos se vivirá el cambio
genético necesario, porque ellos vivirán la renovación de sus cuerpos, de su sustancia,
y también de sus mentes.
Y la nueva raza ya no conocerá la limitación, ni el miedo, porque reconocerán en su
interior el Poder de su Creador y el magnetismo de su Madre, la Hija del Uno.
Y la nueva raza habitará una nueva Tierra, porque en el Sueño del Uno está dispuesto
que un nuevo mundo albergará a aquellos que hayan vivido la renovación de sus mentes,
que se hayan abierto a la comprensión y vivencia del verdadero Amor, que hayan
sintonizado con la Energía del Uno y su Sueño.
Y en el Sueño, la mujer fue, es y será el principio y el fin de todo,
el molde de la Creación, la puerta de la Libertad, la clave del futuro.
Y la mujer se prepara para albergar en su seno la semilla de Kaos, porque Kaos es el Uno y
la Energía del Uno es Kaos.
Y de la semilla surgirá una nueva Criatura, un hombre nuevo, origen de una nueva raza,
inmortal, poderosa, única.
Así fue soñado y así será cumplido. |