Se corta la ternera, las costillas y el pollo en trozos pequeños, se sazona de ajo machacado y se deja reposar como un cuarto de hora. En una cazuela de barro se pone aceite, y cuando esté caliente se rehogan las carnes, removiéndolas hasta dejarlas doradas. Luego se agrega un diente de ajo con el perejil machacado y diluído con un chorro de agua, se tapa y se deja cocer lentamente hasta que la carne esté tierna.
Pero un día su mujer le dice a Pin:
-Tengo una buena y una mala noticia para darte.
-Bueno, empieza.
-Me voy de casa.
-¿Y cuál es la mala?...

Añadimos las salchichas y parte de los pimientos cortados en trozos y con su jugo, el resto de éstos se reservan. Se preparan en un recipiente 14 pocillos de agua, se sazona de azafrán ligeramente tostado y se acerca al fuego; cuando rompe al hervor se añade el guiso preparado.
Fue de mal en peor, le despidieron y tuvo que buscar trabajo. En una entrevista le preguntan:
-¿Tiene experiencia como vendedor, señor?
-Sí, claro. Vendí mi casa, mi coche, el piano y casi todas las joyas de mi esposa.

Se sazona de sal y se deja cocer a fuego fuerte, removiéndolo hasta que rompe el hervor; entonces se le agregan unas gotas de limón y se cuece a fuego fuerte, destapado, durante un cuarto de hora, disminuyendo el calor a medida que se va consumiendo el caldo. Antes de que se seque se comprueba de sal.
Incluso llegó a acudir a médiums. Una adivinadora le dijo:
-Veo que tiene dos hijos.
-Eso es lo que usted cree. Yo tengo tres hijos.
La adivinadora se sonrió y replicó a su vez:
-¡Eso es lo que usted cree!

Pasado el cuarto de hora se baja la llama y se deja cocer cinco minutos más, tapado. Y por último se deja reposar destapado otros cinco minutos. Se sirve adornado en tiras con los pimientos que habían sobrado.
Pero ahora están enzarzados en el juicio... El juez le pregunta a la mujer:
-Dígame: ¿cuál es el motivo por el quiere divorciarse de su esposo?
-Mi marido me trata como si fuera un perro.
-¿La maltrata, le pega?
-No. Quiere que le sea fiel...