-¿Conseguir el tercer puesto en Sevilla'99 fue una
alegría o una decepción?
-Pues estoy muy contento. Un mes y medio antes tuve una lesión, una rotura de
fibras en el gemelo izquierdo, y cuando llegué la Mundial y me metí en la final ya
estaba súpercontento; al conseguir la medalla, no podía haber pedido más.
-Te han definido como la alternativa blanca al poder africano,
¿realmente son invencibles?
-No lo creo, son atletas como todos los demás. Lo que pasa es que se entrenan
muy fuerte y así tienen las cualidades físicas desde pequeñitos para correr. Pero sí
se les puede vencer.
-A los 16 años, sin entrenar, batiste el récord de Europa.
¿A dónde pretendes llegar ahora que entrenas?
-A batir el récord de Europa absoluto, que está en 3,28,95. Este año ya he
hecho 3,30 y espero bajar. Intentaré estar en la final de 1.500 de las Olimpiadas.
-Correr es la mezcla entre impulso visceral y mente fría,
¿cuánto rige cada uno?
-El atletismo, para mí, es cabeza al menos en el 80% Un corredor tiene que estar
muy bien mentalizado, no es la primera vez que uno muy bueno se queda fuera de una final
por tener mala concentración. Eso es lo importante y luego, claro, una buena forma
física.
-En España da la impresión de que los deportistas surgen casi
por generación espontánea, sin embargo tú vives en el Centro de Alto Rendimiento de
Sant Cugat del Vallés y entrenas desde los 16 años. ¿Cómo es el entrenamiento de un
deportista de élite en España?
-Es muy duro. Cuando empiezo a preparar la temporada hago doble entrenamiento
diario: me levanto a las nueve de la mañana, desayuno, a eso de las diez y media ya tengo
el primer entrenamiento que dura hasta la una. Luego me ducho, como, tengo clases de
inglés e informática hasta la hora de entrenar por la tarde, que suele ser desde las
seis hasta las ocho y media. Y luego ducharse, a las nueve y media cenar y a dormir. Y al
día siguiente, otra vez, y así todos los días; menos el domingo, que sólo entrenamos
una vez. Es bastante duro. Te estoy hablando de hacer 170/180 km a la semana.
-Hablas mucho del sufrimiento en el deporte. ¿Qué es saber
sufrir?
-En las carreras, ya te digo, es todo cabeza. Hay gente que cuando empieza a
sufrir un poco y le quedan dos vueltas se retira y otro que está bien mentalizado aguanta
y cuando le queda una vuelta le da un subidón y se ha recuperado. De una vuelta a otra te
pueden pasar mil cosas. Hay que estar siempre bien mentalizado y saber sufrir porque el
atletismo es un deporte muy duro.
-¿Qué te ha dado y qué te da el deporte?
-La verdad es que no me puedo quejar de lo que me ha dado el atletismo. A mí me
sacado de un barrio, de una familia humilde, me ha formado como persona y me está
formando profesionalmente.
-Primero estudiaste automoción y ahora eres corredor. ¿Por
qué esa fijación por la velocidad?
-Cualquier cosa que lleve motor me gusta, desde una moto a un cortacésped. Los
motores eran mi obsesión y cuando aún no tenía el atletismo como salida estaba
estudiando lo que me gustaba. Me hubiese gustado ser mecánico.
-¿Por qué esos cambios de imagen tan repentinos?
-Me gustan. Cuando llega el verano siempre hacemos apuestas, por ejemplo: "a
ver, si no ganas el campeonato de España te tienes que teñir de rubio". Pues
aceptamos; estaba convencido de que podía ganar y no gané, y me tuve que teñir de
rubio. Pero claro, si yo me tiño se tiene que teñir todo mi grupo de entrenamiento, que
somos nueve personas y hasta mi entrenador, que tiene 81 años. Hay muy buen ambiente y
siempre hacemos algo así. Además cada año que cambio de look me va muy bien, siempre
consigo alguna medalla.