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FILOSOFIA PRACTICA

JAVIER SADABA
Texto: Marta Iglesias / Fotos: NAN

Javier Sádaba

Desde su privilegiado observatorio como Catedrático de Ética y Filosofía de la Religión en la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Sádaba analiza el discurrir del mundo. Jóvenes, religión, política... nada escapa a su filosofía, que pretende que la vida cotidiana nos conduzca al acto diario de pensar.

   

Javier Sádaba 

 

"Si la mujer fuera consciente de todo el poder que tiene para cambiar la sociedad, las cosas serían muy distintas".

 

Javier Sádaba

 

"La gente debe ser consciente del poder que tiene su libertad".


A su abultada literatura, donde predominan los ensayos, Javier Sádaba acaba de añadir un sugerente título: El hombre espiritual. Ética, moral y religión ante el nuevo milenio. En él confluyen sus estudios de teología y filosofía con una visión optimista del futuro. 

-"Conócete a ti mismo, no pretendas que Dios lo haga". ¿El camino para conocerse a uno mismo es lo que hace a un hombre espiritual?
-Yo pienso que el camino hacia uno mismo tiene que empezar por el proverbio chino, y es recorrer primero todo el mundo. Directamente uno no se conoce a sí mismo de manera sencilla, se conoce estando en contacto con lo que le rodea y la zona que mejor nos ayuda a entendernos son los otros seres humanos. Es más, la estima, el bien y el mal, uno lo aprende chocando con los otros desde la primera infancia.  

-¿Por qué en nuestro país se identifica hombre espiritual con hombre católico?
-Al español le cuesta muchas veces hincarse y ponerse a pensar y por lo tanto identifica todo con una facilidad extraordinaria. No hay apertura para darse cuenta de que lo espiritual puede ser mucho más que ser católico. Junto a esto hay un hecho relevante y es que nuestra tradición religiosa es la católica, que ha sido muy imperante y muy impositiva y ha impedido tener la mente mucho más abierta a otro tipo de tradiciones, a otro tipo de posturas. Y la última razón es que todavía no se ha desarrollado un pensamiento mucho más laico y más auténtico, que hable de lo espiritual y de lo material con toda la libertad del mundo. Todavía somos muy poco libres para hablar de estas cosas.

-Con todo lo sucedido en El Ejido, ¿dónde se esconde el espíritu fascista de cada uno?
-Lo de El Ejido, dentro de todo su horror, va a tener de bueno el mostrar que eso que pensábamos que sólo se podía dar en la Alemania nazi y sitios por el estilo, en último término está dentro de todos nosotros. Se esconde en nosotros mismos y está en todas partes, y ha sido bueno que en este momento se reconozca que en España, frente a tanta retórica, ese componente estaba desgraciadamente muy vivo. Teniendo el porcentaje tan mínimo de emigrantes que tenemos, en cuanto ha saltado la chispa se ha producido una hoguera. 

-¿Por dónde pasa la liberación de la mujer?
-Si la mujer fuera consciente de todo el poder que tiene para cambiar la sociedad, las cosas serían muy distintas. Yo, que desgraciadamente tengo una formación machista, creo que uno de los puntos claves de lo que podría ser una gran revolución en toda la convivencia de los seres humanos pasa por manos de la mujer. Que rompiera la rigidez, la estrechez que hemos impuesto los hombres desde hace miles de años. Si las mujeres tuvieran conciencia de ello y no se dejaran llevar por el primer hombre que aparece, las cosas serían muchísimo más favorables para todos. Y después su liberación pasa por una mayor unidad. Hay cantidad de pequeños grupos, cantidad de voces, pero lo que no encuentro es, no un partido feminista, sino una política mucho más unida de todas las mujeres desde los diversos grupos, en función de los intereses que tienen como mujeres.

-Jóvenes y libertad, una combinación explosiva. ¿Por qué no acaba de estallar?
-Porque son pocos los jóvenes que quieran esta explosión. Hay un grupo muy grande que se ha hecho europeo en su peor sentido, acomodado. Es gente muy vieja en sus planteamientos, con miedos propios, en una sociedad muy utilitarista en la que parece que hablar de cualquier cosa que vaya más allá de lo inmediato suena como a una utopía muy lejana, muy vieja. Pero frente a éstos, yo creo que está apareciendo en toda Europa un grupo suficientemente representativo de chavales que no tienen aquellos ideales mastodónticos de Mayo del 68, pero que saben unir muchas cosas, tienen menos prejuicios y están mucho más liberados de toda la carga que teníamos nosotros, tanto de la Iglesia como de otro tipo de imposiciones de la tradición. Y esa gente, aunque sea poca, cuando se muestra razonablemente insumisa, objetora, okupa... está apuntando a un cambio que a mí me parece que es de las pocas cosas en las cuales se puede tener esperanza.

-¿La mayor cárcel de las personas son sus esquemas mentales y sus valores?
-Yo creo que, en general, nuestra mayor cárcel es la estupidez. Además ése es un virus que se propaga a mayor velocidad que la gripe.

-¿A qué llamas estupidez?
-A no enterarse de las cosas, a creerse lo primero que le digan a uno, a autoengañarse, a dejarse llevar por la primera tontería, a no aprender, a quedarse siempre con la cabeza hueca, a no gozar con lo que uno tiene delante. Es decir, ésa me parece la primera cárcel. Los esquemas pueden ser cárceles y pueden ser liberadores. Cuando son esquemas rígidos son cárceles, cuando son esquemas que nos sirven para andar, que son como guías o andadores como los de los niños, entonces más bien nos liberan.

-¿Qué futuro auguras al hombre de hoy?
-Creo que hay un futuro malo, que es que siga todo igual. Y desgraciadamente lo provisional suele ser eterno. Me produce bastante pavor pensar que dentro de mil años estemos igual que ahora. Pero si tengo que hablar en términos optimistas, yo le auguro una mayor capacidad de reorganizar la cultura, de dirigir su propio destino. Ese sí que es el reto de nuestro días. En ese sentido se abre un mundo positivo en cuanto a logros, y peligrosísimo si eso lo hacemos mal.

-¿Alguna vez has dejado de soñar con un futuro mejor?
-No. El día que no soñara con un futuro mejor me consideraría muerto.

Javier Sádaba ha participado en el Ciclo de Conferencias de Caja España "Crónicas del Milenio".

 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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