Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

LO QUE NOS CAE

MARK KIDGER
Investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias 
Texto: Lupercio González

Mark Kidger
Foto: L.G.

 

 

"Los aerolitos parecen ser hielo normal, como el que se forma en la atmósfera. No han venido del espacio".

 

 

 

Imagen en 3-D del diseño del Gran Telescopio de Canarias situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Isla de Palma)

 

 

"La ciencia está capacitada para detectar y controlar a los meteoritos, pero no ahora mismo. Tendremos que esperar probablemente unos veinte años para conseguirlo".

 

 

 

 

"Si ahora mismo se detectase un asteroide que va a impactar contra la tierra dentro de doce meses, no hay absolutamente nada que podamos hacer al respecto".


El último impacto sobre la opinión pública lo ha causado sin duda el extraño fenómeno de los aerolitos de hielo. La comunidad científica todavía no ha conseguido ponerse de acuerdo sobre el origen de estos pedruscos helados. Para tratar de arrojar algo de luz sobre esta asunto, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha creado una comisión formada por expertos en diferentes disciplinas, para que estudien este fenómeno y traten de aclarar su origen. 

-Son muchos aerolitos caídos en poco espacio de tiempo.
-En alguna ocasión ha caído un bloque o varios, pero no tantos a la vez. Hay al menos media docena de bloques que son auténticos, puede que hasta una docena, en muy poco tiempo y además en una zona muy limitada. Aparte de eso están las dificultades para encontrar una explicación realmente veraz, porque la gente enseguida baraja cualquier tipo de idea extraña. 

-¿Cómo se estudia cada uno de estos bloques?
-Lo que se está haciendo es analizar, con mucho cuidado, la composición química de los bloque de hielo, viendo qué sustancias hay en el y qué composición atómica tiene. Con la composición química y los isótopos debería ser perfectamente posible decir, si un bloque de hielo esta formado de agua de un manantial de Valencia, de agua del grifo o si ha salido del retrete de un avión. Son pruebas muy complicadas, y ahora mismo lo único que nos pueden decir con seguridad es que estos aerolitos parecen ser hielo normal, como el que se forma en la atmósfera, y que no han venido del espacio.

-¿No crees que películas del tipo de Armaggedon o Deep Impact, alimentan una especie de psicosis de que nos pueda caer un meteorito del cielo y que no sea detectado a tiempo?
-La ciencia está capacitada para detectar y controlar estos meteoritos, pero no ahora mismo. Tendremos que esperar probablemente unos veinte años para conseguirlo. Armaggedon y Deep Impact son dos películas que me han gustado bastante, aunque mi favorita es Deep Impact, pues tenía como asesor a Jim Shoemaker, el descubridor del cometa Shoemaker-Levy. En esta película hay cosas que por razones del guión se han tenido que cambiar, pero gran parte de ella presenta los hechos como realmente serían, y además deja patente la incapacidad de la raza humana de defenderse contra una amenaza de este tipo. La triste verdad es que si ahora mismo alguien detectase un asteroide de un kilómetro de diámetro que va a impactar contra la tierra dentro de doce meses, no hay absolutamente nada que podamos hacer al respecto. En este sentido Armaggedon probablemente fue una película peligrosa, porque da la sensación al público de que en caso de detectar un impacto próximo la NASA tiene medios para salvar la tierra. 

-¿Y que está haciendo la ciencia al respecto?
-La ciencia se está dando cuenta de que más que intentar destruir un asteroide a lo Bruce Willis, es mucho más útil buscar una solución sencilla. Si un asteroide va a chocar con la tierra, en vez de hacer un esfuerzo grande justo antes del impacto, lo mejor es hacer un esfuerzo pequeñísimo muchos años antes, es decir, si se desvía el asteroide un centímetro ahora, puede ser que dentro de veinte años eso equivalga a mil kilómetros. Por eso se están buscando formas sutiles, sencillas, de desviar los asteroides justo lo suficiente para que no impacten y no intentar destruirlos.

-¿Podemos dormir tranquilos de que no nos va a caer ningún pedrusco del cielo en los próximos años?
-Un pedrusco pequeñito puede caer en cualquier momento y en cualquier sitio. Ahora mismo se puede decir que durante los próximos cien años no hay ninguno que ofrezca peligro para la tierra. Y esto es una buena noticia. La mala noticia es que siempre puede ocurrir que haya un bloque, y hay cientos, que no se haya descubierto y que sí podría chocar con la tierra. Pero dentro de unos años, probablemente los tendremos todos controlados.

 

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA