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HOMBRES Y DIOSES
Existe
una leyenda que habla del origen de este planeta y del hombre. Es una
leyenda tan antigua, oculta y misteriosa que parece confundirse con la
fantasía, surgir de la imaginación de los hombres más soñadores,
brotar de las fuentes eternas del tiempo y de la vida.
Su contenido parece enfrentarse a la realidad, destruir lo aparentemente
correcto, romper todas las enseñanzas y "verdades" transmitidas
de generación en generación, dejando al hombre que la escucha desnudo
ante su futuro, porque le transforma el pasado y con ello su verdadera
identidad.
Esta leyenda está escrita en un lenguaje desconocido y sólo es
asequible para quien supere el miedo y la limitación, para quien no tenga
temor a la verdad, para quien esté dispuesto a enderezar su rumbo y
caminar por el sendero que le conducirá al encuentro de sí mismo, de su
verdadera naturaleza y de la realidad de su creador, de su Dios, de su Señor.
Y su misterio, su magia, está en que no basta con leerla, con conocerla,
sino que es necesario ver a través de sus palabras, descifrar su
contenido, despertar con su vibración aquella parte de la mente donde
reposa el recuerdo, dormido desde el origen, y afirmar en lo más profundo
de uno mismo, su verdad, su dimensión, su trascendencia.
Por eso está escrito que sólo aquellos que hayan despertado la
necesidad, que hayan negado lo aparentemente real, que se hayan rebelado
contra el orden preestablecido y, con todo ello, que hayan conectado con
la verdadera soledad del buscador incansable, sólo ellos estarán en
condiciones de comprender detrás de las palabras el mensaje oculto que
espera por el hombre y que cambiará su existencia, su presente y su
futuro.
Y la leyenda dice que hace mucho, mucho tiempo, los dioses se reunieron,
los hermanos se juntaron convocados por uno de ellos, el menor, el más soñador,
el más rebelde. Este les compartió una idea, les propuso crear algo
diferente a lo establecido, construir una criatura única en la creación
que llevara en su interior la semilla de un Dios y que con el tiempo se
convirtiera también en un Dios, a semejanza de ellos.
El Dios menor explicó a sus hermanos el desarrollo de la idea, como serían
convocados seres de muchos mundos para participar de ella, como estos
seres aportarían sus cualidades a la nueva criatura, como sería creado
un mundo nuevo para que, a modo de laboratorio, se llevase a cabo su idea,
su experimento.
La idea también contemplaba que en un momento determinado, cuando los
seres convocados y la nueva criatura hubiesen ya mezclado sus genes, se
permitiría la entrada en el nuevo mundo de la oscuridad, de las fuerzas
oscuras, para que a partir de ahí la nueva criatura viviese el conflicto,
la lucha y el dolor, porque sólo así sería posible que la semilla
depositada en su interior fuera capaz de desarrollarse y dar su fruto,
porque esa semilla era la energía, la esencia, su propia naturaleza que
como creador estaría viva en el interior de cada uno, de cada nueva
criatura.
El Dios menor explicó a sus hermanos que para que todo el experimento
fuera posible, el mismo descendería al planeta laboratorio y, viviendo
como hombre, abriría una a una las puertas y vencería una a una todas
las barreras que la oscuridad pondría para el fracaso del experimento. Y
con ello, la chispa de la mente se encendería en los futuros dioses, y
aunque en un principio no supieran dominarla y fuese un instrumento de la
oscuridad, llegaría un tiempo en que el hombre, la nueva criatura, sería
consciente de su origen, del porque de su existencia y de lo que de él se
esperaba. Entonces los muros de la mentira se derrumbarían y la luz se
haría en las mentes aun niñas, y ello conduciría a que los hombres
reconocerían a su Padre creador, al Dios del experimento, y con ello una
nueva raza, una nueva estirpe surgiría en el cosmos, una raza que
transformaría la creación y la dotaría de nuevos y poderosos seres a
imagen y semejanza de los Dioses.
Y cuenta la leyenda que los hermanos escucharon a su hermano menor y
cuando este terminó se produjo una división, pues no todos estuvieron de
acuerdo con él, bien porque les parecía muy arriesgado y prácticamente
imposible, bien porque no querían que fueran creados nuevos seres que
pudieran algún día alcanzar su poder y su condición de Dioses.
Pero el hermano menor no estuvo dispuesto a ceder, y con el apoyo de uno
de sus hermanos, puso en marcha su idea, su proyecto, siendo desde
entonces conocido como el Divino Rebelde.
Y dice la leyenda que se hizo hombre y vivió entre los hombres sin que
estos lo supieran. Que conoció del dolor, de la lucha, del sufrimiento y
también de la belleza, de la sensibilidad y del amor de sus criaturas.
Y dice la leyenda que un día regresó a su origen y fue coronado como Rey
por su hermano, pero que luego regresó junto a sus criaturas para
conducirlas hacia un nuevo mundo, el lugar reservado para construir su
Reino y en él continuar desarrollando su idea, enseñando a los nuevos
dioses los secretos y poderes de la mente.
Y la leyenda contiene muchos más secretos, las claves necesarias para
entender el pasado de este planeta llamado Tierra, de su origen y de su
humanidad.
Pero sólo aquellos que estén limpios de corazón podrán entender y ver
más allá, porque la oscuridad deformó la verdad y creó la mentira para
engañar y distorsionar la realidad.
Pero la gran verdad es que todos los hombres son hijos de un Dios y que el
conocimiento y reconocimiento de la naturaleza de ese Dios les liberará
de la oscuridad, de la mentira y de la muerte.
Pero, quien sabe, a lo mejor es tan sólo una
leyenda. |