GUÍAS A TODO RIESGO
Texto: J.M.López / Fotos: Espacio Acción
España sólo tiene sesenta guías de montaña titulados. Su
compañía y experiencia es muy valorada cuando se trata de adentrarse en terrenos
desconocidos, y sus instrucciones muy valiosas para aquellos montañeros o escaladores
inexpertos.
Hace seis años, cuando en nuestro país nacían las titulaciones de guías, surge
la empresa Espacio Acción. Sus pasos, lentos pero seguros, se rigen por una idea de
servicio técnico de calidad, que contrasta con empresas dedicadas al ocio y al turismo en
la naturaleza, que descuidan lo más importante en la montaña: la seguridad. Desde
Espacio Acción José Luis Antón, guía de alta montaña (UIAGM. Unión Internacional de
Asociaciones de Guías de Montaña) y profesor (EEAM. Escuela Española de Alta Montaña)
nos orienta sobre la figura del guía de montaña, cada vez más familiar en nuestro
país.
-¿En qué se basa un guía para elegir una determinada
ruta?
-Se elige la vía de acuerdo a lo que pide el cliente, pero también el
guía puede encarrilarla. Si la ruta es fácil no tiene porqué hacer una prueba, pero si
es complicada tiene que tomar unas referencias. La elección es por la belleza de la vía,
por lo interesante del itinerario. El guía pone luego todos sus conocimientos.
-¿La montaña se ha convertido en un negocio o sigue
siendo un placer?
-La montaña es un negocio para la gente que vive de ella, como los pueblos
de montaña, y sigue siendo un placer para la gente que va a practicarla. Evidentemente
luego hay gente que además de trabajar en la montaña lo vive de una manera placentera,
pero sigue siendo trabajar.
-¿Los ascensos a grandes cumbres están quedando relegadas
sólo para la gente con dinero?
-Sí, el alpinismo de nivel se ha convertido casi en una cosa de clases.
Cada vez se patrocinan menos las cosas y más son a golpe de talón. Si tienes un millón
de pesetas tienes la posibilidad de hacer una cumbre de ocho mil metros mediante un
servicio contratado de expedición, con todos los sistemas que puede haber. Pero se están
produciendo problemas por la facilidad de acceso a la montaña tirando de talonario.
-¿Cuáles son los riesgos reales de la montaña y
cuáles los que añade el aficionado?
-Los deportes de montaña -cada cual en su nivel-, cuanta más aventura,
más compromiso, más riesgo. La montaña es un deporte de alto riesgo, lo cual quiere
decir que hay ciertos errores que no se pueden cometer, hay ciertas técnicas de seguridad
que hay que conocer, pero el riesgo se puede controlar. Si se analizan los problemas se ve
que la mayoría de las veces el origen está en la persona, por falta de experiencia, por
falta de conocimientos. Meterse en la montaña sin tener conocimiento de tus
posibilidades, de tu técnica, pasa de ser arriesgado a ser peligroso.
-¿El aumento de la técnica ha hecho perder la conexión
con la montaña?
-La técnica ha evolucionado porque todo tiene que evolucionar, pero cada
vez hay más tendencia a hacer las cosas de una manera más limpia, y con limpia me
refiero al menor uso de materiales que puedan por un lado dañar la montaña y por otro
favorecer demasiado la progresión por ella. Otra cosa es que se utilicen prendas y equipo
que evidentemente favorecen. Pero lo que ha evolucionado realmente es la mente. Gracias a
ella se pueden hacer las cosas tan increíbles que se hacen en montaña a nivel deportivo.
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