El aparato nunca trata de entrar en
competencia con nuestro cerebro. Sencilla y llanamente su función es potenciar las
facultades que no están suficientemente desarrolladas, potenciar los propios recursos. |
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MEGABRAIN: LAS MÁQUINAS DE LA MENTE
POR RAQUEL BUZNEGO (PSICOLOGA)
Nadie
duda, hoy en día, acerca de la influencia que en el cerebro tienen estímulos como la
luz, la música, el color, el calor, etc.
Muchos pueblos, a lo largo de la historia, utilizaron, y utilizan los enigmáticos efectos
del fuego y el sonido de tambores en ceremonias y festejos. La unión de ambos estímulos
produce una especie de trance mental en todos los que participan del ritual.
En la sociedad en que vivimos, apurada, competitiva, exigente e implacable, no podemos
aislarnos para dedicar parte de nuestro tiempo, y de nuestra vida, a la ejecución de
rituales ancestrales que nos proporcionen un estado mental adecuado y funcional para cada
demanda que se nos presente o para cada circunstancia que acontezca.
Pero los científicos, los inventores y, sin duda, los avispados
comerciantes, saben perfectamente que no se pueden desdeñar conocimientos que, durante
cientos de años, han demostrado tener alguna o mucha eficacia, así que, en el caso que
nos ocupa y tras muchos estudios, investigaciones y evaluaciones surgieron, supliendo y
mejorando técnicas rudimentarias, los sintetizadores de ondas cerebrales,
comercialmente llamados "Máquinas de la Felicidad".
Combinan, estos sintetizadores, la luz y el sonido, estímulos que por separado habían
sido sobradamente estudiados como herramientas capaces de mejorar el funcionamiento de la
mente y lógicamente del cuerpo, y de tal combinación y estudio surgieron programas
cuidadosamente diseñados capaces de modificar y potenciar las funciones del cerebro.
Nuestro cerebro consta de dos hemisferios celebrales, izquierdo y
derecho. Cada hemisferio tiene funciones determinadas y autonomía propia, cuando estamos
realizando una tarea la actividad del cerebro se asienta predominantemente en un
hemisferio y pasa, de uno a otro hemisferio, según la evolución de la tarea y las
necesidades específicas.
Es decir, cuando un hemisferio está trabajando en las funciones propias de su competencia
el otro permanece más relajado, como esperando su turno para entrar en pleno
funcionamiento.
Pero ¿qué ocurre cuando alguien posee la facultad y/o el entrenamiento adecuado para que
los dos hemisferios funcionen de forma sincrónica?
Se ha descubierto y demostrado que la mente, en estos casos, se manifiesta de forma
llamativamente potente y competente capaz de memorizar más fácilmente, de aprender
mejor, de mostrarse más creativa, de mejorar la capacidad para resolver problemas, de
relajarse mejor y, en definitiva, de ser más eficaz su funcionamiento en cualquier
ocasión.
Parece que no abundan muchas personas capaces de poner en sincronía
ambos hemisferios, algunos pensadores, filósofos, yoguis y místicos lo han conseguido,
pero sin duda se necesita una gran voluntad para mantener un entrenamiento tenaz del
cerebro a fin de conseguirlo.
Es, por ello, que surgieron los sintetizadores de ondas cerebrales. Para disfrutar de sus
benéficas prestaciones no hay más que sentarse en un sillón, ponerse las gafas, los
auriculares y elegir el programa adecuado. El aparato nunca trata de entrar en competencia
con nuestro cerebro. Sencilla y llanamente su función es potenciar las facultades que no
están suficientemente desarrolladas, potenciar los propios recursos.
El cerebro, sometido a estimulaciones luminosas y sonoras de una frecuencia determinada,
según los efectos que se deseen conseguir, se adapta y responde a esa frecuencia
aproximadamente a los diez minutos de iniciada la sesión.
Los efectos se acumulan y, por tanto, los beneficios se producirán de forma más clara e
intensa a medida que se utiliza el sintetizador.
Las aplicaciones más frecuentes de los sintetizadores de ondas
cerebrales son:
1. Relajación. Programa ideal para conseguir una perfecta armonía entre el cuerpo
y la mente, reequilibra el Sistema Nervioso y fortalece el Sistema Inmunitario. Cada
sintetizador tiene varios programas de relajación, cada cual deberá elegir aquel que se
ajuste más y mejor a sus deseos, personalidad y necesidades.
2. Aprendizaje. Programa que trabaja con frecuencias Alfa, ideal para disponer al
cerebro ante cualquier tarea de aprendizaje, sea asimilar un idioma o memorizar cualquier
tipo de información.
3. Insomnio. Este programa induce o provoca el sueño, no tiene un efecto
somnífero inmediato sino que produce una adaptación paulatina al sueño.
4. Creatividad. Se mezclan, al mismo tiempo, ondas Alfa y Beta que incrementan el
potencial creativo e imaginativo de las personas.
5. Meditación. Dedicado a aquellas personas que deseen encontrar un estado similar
al conseguido en la Meditación profunda, el programa emite ondas Theta difíciles de
alcanzar por personas no entrenadas para ello, como lo son los maestros de yoga.
Los sintetizadores de ondas cerebrales tienen más programas, he
citado solamente algunos. También se pueden combinar con cintas de música apropiada para
cada programa.
Conviene tener en cuenta que no es ninguna panacea para ninguna terapia
ni, por supuesto, produce milagros. Es un complemento que ayuda al cerebro a potenciar sus
facultades. Yo lo conozco y lo uso ocasionalmente, aunque, en honor a la verdad, soy
francamente inconstante, sin embargo puedo decir que disfrutar de algunas sesiones es,
como poco, una experiencia hermosa, relajante y revitalizante.
Si tienes oportunidad de conocerlo, no dejes de considerar su uso; puede que algunos
gimnasios dispongan de él. Quizá no cambie tu vida pero contribuirá a que tu mente y tu
cuerpo estén en buena armonía. |