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UN NUEVO TIEMPO
La creación entera es
un Experimento. Un proyecto que tiene su origen en la Mente del Uno, del Creador, y que se
dirige inexorablemente hacia un Fin, la consumación de dicho proyecto, la victoria del
Experimento.
Y todo ello se desarrolla en el crisol del Tiempo, un Tiempo que tiene un significado en
la Mente del Uno y que tiene otro muy distinto en el desarrollo y manifestación de la
vida, de los acontecimientos, de la resolución de las distintas fases del Experimento.
El Tiempo, como juez insobornable, rige, controla y regula el
Experimento, y lo hace siguiendo el programa diseñado por la Mente, un programa que
contempla los ciclos evolutivos de las vidas y que concede suficiente margen para que
estas, las vidas, comprendan el porqué y para qué de su existencia y se unan entre ellas
y con su creador para alcanzar el objetivo soñado y saltar así a otro espacio-tiempo
donde continuar su preparación para convertirse a su vez en creadores, Dioses creadores,
exponentes de una Nueva Raza que cambiará los destinos actuales del Cosmos.
Y la Tierra, el Planeta Tierra, es el laboratorio donde se desarrolla
el Experimento. Y el hombre, la criatura por excelencia del Experimento, vive aún
inconsciente de su grandeza y de su destino, confundido entre los valores inferiores de la
materia, ignorante del porqué de su existencia y, por supuesto, de la naturaleza de su
Creador.
Y en este tiempo presente, el Experimento ha puesto en marcha una de
sus últimas fases para el Planeta y para la Humanidad.
En esta fase abierta, en este ciclo final, la Humanidad va a ser sometida a un profundo
examen.
El reloj de arena se ha dado la vuelta y el tiempo del examen ha comenzado.
Los Elementos, fieles guardianes de la Verdad, fuerzas poderosas unidas
a la Mente del Uno, han entrado en una nueva y más potente manifestación de su poder, y
con ello el hombre, que tanto daño ha ocasionado a la Madre Naturaleza, que tan poco la
ha respetado, va a sufrir las consecuencias de sus actos y comprender, por el dolor y la
pérdida, que era su responsabilidad cuidar, proteger, aquello que se le había
"prestado" para poder desarrollarse y evolucionar.
Todo es Uno. Hombre, Naturaleza, Elementos, Creador... todo es Uno.
La inmensa Red que mantiene todo unido energéticamente tiene que ser restablecida, porque
la energía que parte de la Mente del Uno tiene que llegar a todos los rincones, a todas
las vidas, mayores y menores.
Mientras la arena cae lentamente en el reloj, el tiempo del ciclo final transcurre, y lo
que fue levantado ajeno al Origen, a lo verdadero, se derrumbará. La forma de vida
construida por el hombre, que se ha convertido en el peor enemigo del mismo hombre, no
soportará la presión de la energía que se abrió para mostrar la Verdad, lo auténtico,
los valores eternos que constituyen lo Sagrado.
Pero detrás de la destrucción, detrás del caos, un futuro nuevo se
vislumbra, porque el Experimento entrará en una nueva fase una vez que lo no útil sea
limpiado, una vez que el camino correcto sea restablecido y los hombres y mujeres de todo
el mundo, que necesitan un nuevo orden mundial y que son mayoría, mirarán hacia ese
futuro con esperanza y con alegría, y comprenderán que el dolor es el precio del cambio,
que la destrucción era necesaria, que la limpieza se convirtió en algo inevitable.
Porque más allá del poder que el hombre cree poseer, más allá de los intereses y
egoísmos que convirtieron a este Planeta en una tumba para la vida, más allá existe la
Ley Superior, y existe como guardiana de un proyecto, de un Experimento, que tiene como
objetivo convertir al hombre en un Dios.
Y el Tiempo real, el Tiempo de la Mente del Uno, marca y controla su
movimiento.
El hombre debe abrir los ojos y comprender, porque su examen ha comenzado. |