PLATAFORMA ASTURIANA DE SOLIDARIDAD CON CHIAPAS
LOS SILENCIADOS DE CHIAPAS
Texto: Lupercio
González
Fotos cedidas por Plataforma Asturiana de Solidaridad con Chiapas.
Tres observadores asturianos de la Plataforma Asturiana de Solidaridad con
Chiapas se vieron sometidos al cerco militar durante una semana en el campamento de San
Cristóbal de las Casas, en Chiapas. Inma Miranda, Ana Taboada y Daniel Busto ya están en
sus casas y desde aquí no quieren perder el recuerdo de la tragedia que viven los
chiapanecos.
Ahora que el peligro ya
quedó atrás, Inma y Daniel nos dan a conocer la otra cara de Chiapas, la que no sale en
los medios de comunicación, la cara de los silenciados.
-¿Cómo fue todo hasta la llegada a vuestro punto de destino como
observadores?
-(Inma) Tardamos unos tres días. Hay varias organizaciones que proporcionan
un pase controlado para acceder a las comunidades; nosotros fuimos con Enlace Civil, que
trabaja con los derechos humanos y lleva los Campamentos Civiles por la Paz. Allí siempre
hay que presentarse con el aval de alguna organización que trabaje en temas de derechos
humanos; nosotros estamos siempre avalados por la Plataforma de Solidaridad con Chiapas.
Allí se comprueban esos avales y se dan las acreditaciones que luego te piden en la
comunidad. Es para que no aparezca nadie por allí que ellos no tengan controlado. Luego
te informan de lo que te puedes encontrar, cómo trabajar, cuál es tu labor... Es sobre
todo para gente que no conozca la situación específica de Chiapas.
-En
un entorno como ese es importante la autosuficiencia y valerse por uno mismo.
-(Inma)Por ejemplo, ellos te facilitan las gestiones para conseguir un
transporte, no el pago, después tú tienes que ser autosuficiente. A nosotros nos
prepararon un contacto para un transporte y luego nos dieron unas instrucciones de
comportamiento: normas mínimas de respeto, no preguntar demasiado, no acercarse mucho ni
dar besos a la gente, porque tienen otra cultura.... Nosotros mismos nos tenemos que subir
nuestra propia comida. Lo único que te dan, que ya es mucho para ellos, son las
tortillas, que están garantizadas todos los días en la comunidad a las 7 de la mañana.
Pero, en principio hay que ser autosuficiente, con todos los problemas que eso te pueda
conllevar, como por ejemplo encontrarte con retenes militares. En nuestro caso no nos
encontramos con ninguno, porque pasamos a las 4 de mañana cuando los militares dormían,
y así pudimos adentrarnos en la comunidad sin ningún problema. Si te cogen en algún
retén, como les pasó a compañeros nuestros, tienes que someterte a interrogatorios y
una serie de trámites. Luego te deportan o te quedas allí para continuar siendo
interrogado durante todo el mes que pensabas pasar en alguna comunidad. Hasta el momento,
desde que empezaron los campamentos, fueron expulsados de Mejico 365 extranjeros, la
mayoría italianos.
-Vosotros pasasteis el cerco y lograsteis llegar al punto de destino. Luego
allí tuvisteis algún problema...
-(Inma) Nosotros pensábamos marcharnos el día en que se nos acababan los
papeles para poder seguir en la comunidad, pero los compañeros vieron la necesidad de que
nos quedásemos una semana más para no dejar solo a un compañero vasco. Los priístas
tenían pensado desalojar el campamento y echar a todos los que estábamos allí. Nuestra
labor era observar y nada más, controlar los vuelos que hay todos los días, a qué
altura, de qué ejército... e informar de todos los altercados que pudiera haber con el
ejército. Mientras, en una comunidad próxima a la nuestra los militares habían pegado a
un extranjero y arrastrado por los pelos a una médico-cooperante mejicana. El día que
nos vinimos salimos de allí a las 4 de la mañana; ese mismo día a las 9 entraron en el
campamento. Allí había quedado ese compañero. Lo cerraron y luego lo expulsaron.
También detuvieron a otros seis compañeros.
"D"Desde el
primer momento tuvimos problemas. La comunidad estaba en alerta máxima, esperando la
entrada del ejército en cualquier momento"
-Parece
que tratan de debilitar la situación de los cooperantes allí.
-(Inma)Lo que quieren es molestar suficientemente al extranjero para que no
pueda subir a las comunidades, y que así puedan ellos hacer lo que ellos quieren, que es
exterminar a los indígenas, a causa de todos los intereses que hay justamente en las
comunidades en resistencia: petróleo, uranio e hidroeléctricas.
-¿En algún momento corristeis peligro?
-(Daniel)No se palpaba directamente, pero si se notaba una gran tensión.
Querían que los campamentistas nos fuéramos. La tensión se vivía día a día. Desde el
primer momento tuvimos problemas. La comunidad estaba en alerta máxima, esperando la
entrada del ejército en cualquier momento.
-Dentro de las comunidades habrá un estrato de gente que sea más consciente
de lo que está pasando realmente.
-(Inma)Allí la mayoría de la gente no sabe ni leer ni escribir, y a la hora
de transmitir lo qué está pasando tienen distintos niveles de comunicación, pero todos
ellos están absolutamente enterados. Todos los días todos los compañeros de la
comunidad: hombres, mujeres y niños, tienen reuniones durante 3 ó 4 horas como mínimo.
Hay extranjeros que trabajan con los indígenas enseñándoles temas de vídeo, porque de
esa manera pueden congregar a toda la comunidad en asamblea y ponerles la película de la
entrada del ejército en otra comunidad a 100 km de distancia de la suya. Así ven lo que
sucedió, ven cómo las mujeres se resistían, etc. Muchas veces sucede que algunos
compañeros van a otras comunidades a contar lo que está pasando.
-La situación continúa, pero ¿crees que con el paso del tiempo este tema va
perdiendo interés ante la opinión pública?
-(Inma)Yo creo que hay un interés en que esto no se note. Por lo visto tiene
que tener lugar otra matanza como la de Acteal, en la que 45 indígenas fueron asesinados,
en la que a las mujeres embarazadas les abrieron los vientres y les sacaron los fetos,
para que la noticia tenga eco. Para una persona de aquí, que maten a uno de allí, no es
tan importante.
"Ellos luchan
para mejorar su país y siempre preguntan ¿y ustedes qué hacen para mejorar el
suyo?"
-¿Cuál es el papel de la mujer en las
comunidades indígenas?
-(Daniel)La mujer tiene un papel fundamental, y es también quien más sufre
la violencia por parte del ejército, los paramilitares, los priístas...
-(Inma)También asumen responsabilidades políticas y tienen su hueco en la lucha. Cuando
entra el ejército, hay un repliegue de los hombres en la selva, mientras las mujeres y
niños hacen de primera barrera defendiendo las comunidades. Incluso dentro del ejército
zapatista hay bastantes mujeres. Aunque en otros aspectos el papel de la mujer siga siendo
de ama casa.
-¿Hacia
dónde se dirige este conflicto? ¿Qué se respira?
-(Inma)Lo que se respira es que no aguantan más. No hay comida, cada vez
tienen menos tiempo para cultivar sus tierras, porque tienen que organizarse más. Cada
vez tienen que entrar más en la selva y su cosecha y ganado se lo llevan los priístas.
Quieren luchar pero tienen muy pocas armas. No pueden enfrentarse con palos contra un
ejército de 70.000 militares preparados por las fuerzas de los EEUU y Argentina. A pesar
de todo ellos te dicen: "Yo quiero luchar. Total, yo ya voy a morir...". Y
luchan con ilusión.
-Ante esta injusticia ¿por qué no hay una intervención internacional?
-(Inma)Desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio, los intereses de
EE.UU. y de las multinacionales están bien claros. En el 91 se aprobó una ley que dice
que toda la tierra puede ser propiedad privada y hay gente de comunidades que está
vendiendo sus tierras a esas multinacionales. En otros casos son los grupos paramilitares
los que echan de sus propias tierras a esta gente.
-¿Qué llamada haríais a la conciencia de la gente aquí?
-(Daniel)Los problemas que tienen ellos allí son los mismos que tenemos
aquí, pero en otra escala. Hace falta que la gente se interese más por lo que pasa en el
mundo.
-(Inma)También se necesitan observadores, ellos lo piden, quieren que la gente vea para
contarlo. Después de eso, sólo piden que nosotros luchemos aquí como si estuviéramos
allí. Ellos luchan para mejorar su país y siempre preguntan ¿y ustedes qué hacen para
mejorar el suyo?
-(Daniel)También querríamos quitar la imagen negativa del turismo revolucionario.
Nosotros fuimos con Enlace Civil y no puedes participar en ningún acto político, ni
llevar ningún libro ni nada que te identifique con algo político, vas simplemente de
observador. Nosotros no vamos a instigar. Es un problema de ellos, es su lucha y es su
historia.

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