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LOS HERMANOS
Dice la leyenda que el
Dios del Rayo fecundó a la Diosa Madre Solar y que esta parió dos hijos. Los dos
hermanos fueron portadores de las energías que manifestaban la dualidad, los opuestos, y
que ambos se convirtieron así en los exponentes de la Luz y de la Oscuridad, del Bien y
del Mal, pero que ambos eran Uno ante los ojos de sus padres, que veían en ellos a los
hijos que habían aceptado el sacrificio para mostrar a los mortales la naturaleza de la
madre y, en su comprensión, poder un día llegar a conocer y comprender al Padre, Origen
de Todo, señor del Kaos.
Dice la leyenda que los hermanos se olvidaron de su origen y se
convirtieron en mortales, llegando a conocer así, por propia experiencia, los efectos de
sus energías en el mundo manifestado, el conflicto entre la Luz y la Oscuridad, la
batalla entre el Bien y el Mal, y con ello llegaron a comprender la dimensión del plan
trazado por su Padre, el fin hacia el que todo iba dirigido, que no era otro que crear una
nueva raza de seres, dioses inmortales que poseyeran en sí el poder del Rayo y que
conocieran y dominaran las dos Energías de la Madre, la Luz y la Oscuridad.
Y los hermanos así vivieron entre los futuros dioses, que en un principio eran ignorantes
de todo el Plan, y que se dividieron en dos grandes bandos y cada bando eligió a uno de
los hermanos como guía, como Maestro, como su Dios.
Así, los que siguieron al Hermano de la Luz creyeron que la Luz lo era todo, despreciando
a la Oscuridad y a sus seguidores.
Crearon historias donde se responsabilizaba al bando de la Oscuridad de
todos los males, desgracias y conflictos que ocurrían, y llegaron a vivir más pendientes
y obsesionados por vigilar a la Oscuridad que por progresar en el conocimiento y
comprensión de la Luz.
Se volvieron fanáticos y desconfiados, hasta el punto que acabaron luchando entre ellos
acusándose de ser espías o agentes del lado Oscuro.
Nadie escuchaba al Hermano de la Luz que trataba de hacerles comprender su error y que,
afligido por lo que sucedía, le pidió a su Padre que interviniera.
Mientras, los seguidores del Hermano de la Oscuridad se mantenían
unidos, seguros, firmes. Su objetivo era apoderarse de todo y sus métodos eran
inteligentes, fríos, calculadores.
Crecían en número en la medida en que el bando de la Luz se reducía, y sabían que
llegaría un día en que el mundo sería suyo.
El Hermano de la Oscuridad veía en todo ello como su parte se cumplía, como su energía
se expandía y se sentía cumpliendo la tarea para la que había descendido.
Pero solo veía su parte, no la totalidad del Plan, por ello no era consciente de que si
desaparecía el bando de la Luz su existencia no tendría sentido.
La llamada del Hermano de la Luz llegó hasta el Padre. El señor del
Kaos vio el desarrollo del plan y comprendió las reacciones de sus dos hijos, de los dos
hermanos.
Entonces decidió que era el momento de poner en marcha la siguiente parte del plan, algo
que había estudiado detenidamente y que era la única forma de llevar a cabo con éxito
su proyecto.
Así, El mismo se convirtió en mortal y se manifestó entre los
hombres. Su conocimiento de la Luz y de la Oscuridad, al ser sus propias energías, hacía
posible que no fuera atraído por ninguno de los dos bandos. Su poder, emanado del Rayo,
dominador de la Electricidad y de la dualidad, le garantizaba permanecer entre los
mortales sin contagiarse de sus miedos, de sus limitaciones.
Su Energía absorbía la Luz y la Oscuridad, por ello su estrategia consistía en
permanecer consciente y en recorrer de nuevo el camino de regreso sin detenerse. Tan sólo
con eso todo lo demás recuperaría el equilibrio, el Hermano de la Luz sería orientado
hacia el Poder, hacia su Origen, y el Hermano de la Oscuridad despertaría de su
inconsciencia y comprendería que había llegado el tiempo de regresar.
Los mortales vivirían durante un tiempo inmersos en la confusión y
luego serían llamados a recorrer el camino correcto, el abierto por el Padre, el que
está por encima de la Luz y de la Oscuridad.
Y aquellos que respondieran a la llamada crecerían en sabiduría y serían dignos
herederos del Reino del Padre.
Y dice la leyenda que cuando los dos Hermanos regresaron a su Origen, su Madre, la Diosa
Solar, se vio liberada de su sacrificio, y juntos entraron a formar parte del Reino de
Kaos.
Y dice la leyenda que así el Padre caminó entre los mortales y que estos no le
reconocieron. |