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SALVADOR ALLENDE
EL PRECIO DE LA INDEPENDENCIA
Texto: Marta Iglesias / Fotos:
Oscar Soto
Salvador Allende, médico de
profesión, provenía de una familia de militantes socialistas y él mismo entró en la
política en su juventud, consiguiendo su primera acta de diputado en 1937. |
Tradicionalmente
Chile había sido siempre una de las pocas democracias estables de América Latina, y
llegado 1970 gana las elecciones la Unidad Popular de Allende, dando al traste con la
Democracia Cristiana Chilena que hasta ese momento llevaba la batuta del gobierno. Pero el
pequeño margen de votos conseguidos por el partido de Allende, hace que tenga que
someterse a la voluntad de la derrocada Democracia Cristiana Chilena y del influyente
conservador Partido Nacional.
Bombardeo al Palacio de la Moneda. 11 de septiembre de 1973
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Desde la llegada de Allende al Gobierno,
las Fuerzas Armadas de Chile fueron mimadas con aumentos de salario y modernización del
material militar, pero el capital extranjero fue corrompiendo la obediencia a la
democracia poco a poco. En mayo de 1973 los ultraderechistas asesinaron al edecán o
ayudante naval del propio presidente Allende, y tras él murieron muchos más oficiales
sospechosos de defender ideas democráticas. Un mes más tarde, un regimiento militar se
sublevó y atacó con tanques el palacio de la Moneda. Es lo que se conoce como el Tancazo
o Tanquetazo, abortado por el general Prats y el Ministro de Defensa, José Tohá.
Junto a ellos, en manifestación de fidelidad al Gobierno constitucional, caminará
Augusto Pinochet, que el 23 de agosto será designado por el presidente Allende como
comandante en jefe del Ejército, ya que se le considera un hombre leal y firmemente
constitucionalista. Esta privilegiada posición le proporcionará a Pinochet el mantenerse
cerca del presidente y conocer todas las decisiones que tomaron en los próximos días.
El 11 de septiembre de 1973 el anunciado golpe militar se hace realidad. A las seis de la
madrugada, la Armada se rebela contra el Gobierno y ocupa todos los lugares estratégicos
de Valparaíso y Viña del Mar. Salvador Allende sospecha el levantamiento militar y sale
de casa con un fusil ametralladora AK soviético; sus colaboradores llegarían después
alertados entre ellos por la situación de los tanques apostados frente al Palacio de la
Moneda. A las 9 de la mañana, el Gobierno es derrocado y Allende recibe un mensaje de la
Junta Militar para que entregue el cargo y salve su vida, pero él se niega. El fin
llegará con veinte soldados que ocupan la primera planta del Palacio de la Moneda, que
encañonan a los que allí están y mandan bajar al resto. Allende anima a bajar a todos y
afirma que él bajará al final. Los últimos que descienden escuchan una ráfaga de dos
disparos: Salvador Allende se ha suicidado con su metralleta.El golpe militar terminó con
el talante democrático chileno, hundió su economía y todavía tiene hoy una cuenta
pendiente con la justicia. La dictadura que comenzó aquel oscuro 11 de septiembre de 1973
duraría 17 años. Como decía Miguel de Unamuno: "Venceréis porque tenéis sobrada
fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para
persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha."
Oscar Soto - Testigo
presencial
Texto y fotos: J.M. López
Oscar Soto, médico personal y colaborador de Salvador Allende,
estuvo en el interior del Palacio de la Moneda aquel fatídico 11 de septiembre de 1973.
De su puño y letra hoy podemos conocer cómo vivieron el presidente Allende y sus
colaboradores las últimas horas de la democracia chilena, gracias al libro Los
últimos días de Salvador Allende.
-¿Qué recuerda de aquel martes 11 de Septiembre?
-En primer lugar la situación inicial, cuando se evaluaba lo que estaba ocurriendo en el
país, cuáles eran los regimientos que podían ser leales al Gobierno y se llegó a la
conclusión de que no había ninguno. Después algunas reuniones que tuvo el presidente
Allende con sus colaboradores, el brutal bombardeo, absolutamente desproporcionado en
relación a la cantidad de gente que allí estábamos y a la capacidad que teníamos de
resistir, y por supuesto, la muerte de Salvador Allende.
-¿Por qué Salvador Allende resultaba tan peligroso?
-Yo creo que porque bajo su mandato hubo un proceso de transformación profunda del país,
que se hacía con la votación popular, manteniendo todas las libertades democráticas con
partidos opositores en función, con prensa, radio, televisión y periódicos funcionando
sin ninguna coartación de la libertad. Las experiencias socialistas que se habían vivido
en el mundo eran las de países como la Unión Soviética o Cuba, que habían llegado a
través de una lucha armada contra un dictador. Y esto permitía la posibilidad de que
algunos países con fuerte implantación de la izquierda nos hubieran tomado como ejemplo.
Eso era lo más peligroso.
-Con motivo del reciente proceso contra Pinochet, en España llama la atención el
montón de voces chilenas que le apoyan, ¿por qué lo hacen?
-Un 25-30 % de la participación ciudadana es pinochetista porque Pinochet durante muchos
años bombardeó ideológicamente a la gente, presentándose como el salvador de la
patria. El dijo que Allende llevaba al país a una dictadura comunista, y además creó
toda una nueva clase político-comercial que ha surgido en Chile. Por todo ello hay gente
que opina que Pinochet ha sido favorable para el país.
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