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"LAS MUJERES VAN A CAMBIAR EL MUNDO"

ISEL RIVERO
Directora de la Oficina de Información de NACIONES UNIDAS en España.

Texto: Mariló Hidalgo / Fotos: Jose M. López

Isel Rivero

Es la cara y la voz de Naciones Unidas en nuestro país. Esta cubana de pensamientos valientes y voluntad fuerte llegó a la capital de España después de recorrer medio mundo participando en proyectos humanitarios. Ya son treinta años los que lleva trabajando en el seno de Naciones Unidas.

 

 

 

 

"Decidí desplazarme hasta Ruanda porque quería estar cerca de la gente que estaba sufriendo e intentar plantar una semilla de reconciliación"

 

 

 

 

 

"En la Onu no hay una excesiva burocratización, necesitamos más apoyo para poder lidiar con todos los temas que llegan"

 

 

 

 

 

 

Isel Rivero durante una conferencia


Siempre supo que su carrera de socióloga no iba a servirle para ganarse la vida en el sector privado. Desde joven Isel Rivero prefirió trabajar al lado de las poblaciones desfavorecidas a través de proyectos de desarrollo e industrialización. Pronto su mirada se dirige hacia Naciones Unidas, organismo multilateral que sintetiza todos los ideales que ella tiene en aquel momento: ayudar a los más necesitados y luchar por la paz en el mundo. Ingresa en la ONU en 1968 y literalmente no para de hacer cosas: proyectos de desarrollo industrial, programas de promoción a la mujer, sirve de enlace entre Naciones Unidas y ong's, y participa activamente en los proyectos de paz de Namibia y Honduras como portavoz y asesora política. Vive muy de cerca las atrocidades que tienen lugar en Ruanda porque trabaja allí durante un tiempo intentando paliar la gran equivocación: "La Comunidad Internacional no intervino a tiempo". Boutros-Ghali el entonces Secretario General de la Organización se fija en ella y la nombra en 1996, Directora de la Oficina de Información de la ONU en España, cargo que ocupa en la actualidad. Hoy, España es su segunda patria.

-Siempre fue usted una mujer de experiencias sobre el terreno. ¿Cómo lleva en este momento su trabajo dentro de este despacho?
- La labor de campo es mucho más interesante que una labor de escritorio, pero creo que por otra parte la experiencia que he adquirido trabajando sobre el terreno es ahora necesaria para realizar esta otra tarea. Estoy en una fase de mi vida en la que toda la experiencia que he recabado en estos años la puedo utilizar de una manera positiva en el trabajo que ahora hago.

-De todos los proyectos en los que has participado, ¿cuál ha sido el más difícil?
-Ruanda. Encontramos el país totalmente devastado por el genocidio. Fue un fracaso de la Comunidad Internacional por no haber intervenido a tiempo. Trabajar con un pueblo que había sido tan castigado no fue tarea fácil. Yo decidí desplazarme hasta el lugar del conflicto porque quería estar cerca de la gente que había sufrido, aprovechar la oportunidad que me brindaba la Organización para la que trabajaba, para poder plantar una semilla de reconciliación. Siempre fui consciente de que aquello iba a llevar mucho tiempo.

-Usted que trabajó al lado de las Ong's, ¿me podría decir en qué se diferencia la labor que llevan a cabo estas organizaciones de la que desarrolla Naciones Unidas?
-La ONU es una organización de gobiernos, es como trabajar directamente con las políticas de los distintos gobiernos. Lo que hace en este caso la ONU es tratar de consensual todas las opiniones para llegar a un objetivo común. Las Ong's son organizaciones independientes que tienen su propio programa de trabajo. No dependen de nada porque son organizaciones voluntarias. Trabajan muy de cerca con Naciones Unidas y traen el mensaje de la base, de donde ellos están trabajando. Por ejemplo hay una ong que trabaja exclusivamente con comunidades marginadas del Cuarto Mundo y ésta es precisamente una de las que más alentó para llevar a cabo un debate sobre pobreza en Naciones Unidas. Otra ong que además acaba de recibir el Nobel, se movilizó contra la minas antipersonales. Diría que son dos papeles distintos pero que se apoyan mutuamente.

-Para llegar donde usted ha llegado, en ocasiones habrá necesitado ciertas dosis de utopía. ¿Cómo se combinan en usted utopía y realidad?
-No he trabajado con utopías. Yo he creído siempre firmemente que las mujeres van a cambiar el mundo. Lo están cambiando poco a poco. Por ejemplo, las postulaciones que se hacían antes sobre la visión del mundo, eran esencialmente visiones unilaterales y reductivas. Esto ha cambiado. Ahora se pueden llegar a ver las múltiples facetas de las cosas, los diferentes puntos de vista, inclusive desde una manera multidisciplinaria. Eso ha sido gracias a la participación de la mujer en la sociedad.

-¿Qué cuenta tiene pendiente la mujer?
-Aunque en unos países se ha avanzado más que en otros, creo que aún seguimos con el mismo tema: conseguir la igualdad. No sólo social y de derechos, sino una igualdad mucho más profunda.

-Lleva trabajando en la ONU desde 1968 y desde entonces está luchando por los derechos de la mujer. ¿En estos años ha cambiado mucho el discurso?
-Muchísimo. Aquí es normal acudir a un determinado foro y ver que o eres la única mujer o todo son mujeres. En muchos países ya ni se plantean abordar una discusión sobre un determinado tema sin contar con un balance de género, es decir, un balance de ambos sexos. Aquí todavía eso no se ve. En España por ejemplo faltan mujeres en la jurisprudencia. Por todo ello hay que seguir trabajando.

-Según datos de la ONU con menos del 4% de los ingresos de las doscientas fortunas más importantes de la tierra, se podrían garantizar recursos básicos para toda la población del mundo. Usted es de las que piensan que el problema del hambre se puede solucionar ¿Cuál es su propuesta?
-Sí, esos son datos de un informe que elaboró el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo el año pasado: el famoso Informe de Desarrollo Humano. Aquí se demostraba que se podría erradicar la pobreza y en base a ello se realizaron una serie de Recomendaciones. Varias ong's están intentando impulsar estas medidas, entre ellas la Plataforma 0,7% Yo creo que lo único que hay que tener es voluntad política, nada más... Si queremos podemos acabar con la pobreza.

-Se ha criticado en ocasiones a la ONU de excesiva burocratización y falta de efectividad. ¿Cómo está la situación en estos momentos?
-Yo no creo que haya excesiva burocratización. La ONU es un reflejo de los gobiernos mismos, nosotros estamos organizados igualmente que los gobiernos. Por la misma razón que hay un ministro de salud hay una organización de salud, de educación, de cultura, etc. No hay excesiva burocratización, necesitamos inclusive más apoyo para poder lidiar con todos los temas que se nos dan. Yo creo que la ONU en los últimos diez años ha agilizado mucho su gestión y en el programa de reformas, Kofi Annan ha hecho hincapié precisamente en eso, en más actividad en la toma de decisiones. Lo que ocurre es que los gobiernos nos deberían de dar a nosotros más margen de acción.

Como decía Winston Churchill, "Dennos las herramientas -la confianza, la autoridad y los medios- y nosotros haremos el trabajo". Porque después de treinta años, Isel Rivero tiene las mismas ganas e ilusión que el primer día. Cree en lo que hace y necesita seguir trabajando.

 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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