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Pero ese no es su único defecto, ayer oí a su mujer decirle: -Oye Pepe... tú... ¿cada cuánto te duchas? -Yo... cada año... me haga o no me haga falta... Empecemos... Según Elvi, se alisan los filetes, se salan y rellenan de la cebolla picadita y la panceta. Se enrollan y se sujetan con un palillo. Y cuando me encuentro con Pepe en el ascensor, se pasa el día contando chistes
machistas (si le oyeran mis cuñadas...): Se rebozan en harina, se sacuden y se fríen en el aceite. Ese mismo aceite se pasa a una cazuela (si se ve oscuro se cuela) y se fríe la otra cebolla. Su anterior trabajo fue de médico... Creo que quiso curar a un paciente de ictericia y estrabismo, pero le quitaron la licencia cuando descubrieron que el paciente era chino. Se agregan los filetes, el vino y los champiñones secos previamente remojados en medio vaso de agua tibia. Lo cocemos un cuarto de hora, se rectifica de sal y lo dejamos durante otros cinco minutos más. Además no era muy querido entre sus pacientes, me dijo uno: Se acompaña con un puré de espinacas rehogadas con piñones fritos u otra verdura cocida o rehogada. Espero que os guste, Elvi dice que están buenísimos. Bueno, ya os seguiré contando de Pepe y de su hija, que por cierto estaba el otro día
hablando con las amigas en la escalera... |
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