Hace cinco años surgió la idea de hacer una revista que
fuera diferente a las demás. La idea fue poco a poco llenándose de contenido y cogiendo
forma, hasta que en Octubre de 1993 vió la luz el primer número. Por aquel entonces nos
llamábamos Mundo Joven, porque básicamente queríamos introducirnos en el mundo de los
jóvenes, en sus problemas, sus ilusiones, sus anhelos y su presencia activa en la
sociedad.
Los primeros pasos fueron difíciles porque nadie daba un duro por
nosotros, es más, alguna agencia de publicidad nos pronosticó que no pasaríamos del
tercer número.
Pero Mundo Joven fue poco a poco consolidándose y creciendo, moviéndose en los niveles
que pretendíamos, sin competir con nadie, sin arrugarse ante nada.
Con el tiempo fuimos comprobando que nuestro ideal, ser una revista que creara,
incentivara y removiera el mundo de los jóvenes, se veía frenado por el pasotismo, la
desgana y la falta de lucha de estos, lo que nos llevó a dar un giro a nuestro enfoque y
convertirnos en una revista hecha por jóvenes que metiera las narices en el mundo cerrado
y autosuficiente de los más adultos, los que llevan las riendas de todo, los que hacen y
deshacen a su antojo.
Como consecuencia cambiamos de nombre y nos convertimos en Fusión,
nombre que significa para nosotros combinación de proyectos, de personajes, de ideas, de
gente que tenga algo que decir en la lucha cotidiana por la justicia, por la igualdad de
los seres humanos, por la naturaleza, por la verdad.
Nuestra línea, comprometida con el ser humano y su evolución, es una línea progresista,
renovadora, inquieta, no conformista y dispuesta siempre a dar la cara.
Nuestro periodismo es valiente, respetuoso, directo y con especial atención a las gentes
de los pueblos, los callados, los que nunca salen en ninguna parte pero que tienen mucho
que decir.
Y así hemos llegado hasta aquí y cumplimos cinco años, para sorpresa
de algunos, indignación de unos pocos y apoyo de los más, los que ven en Fusión
calidad, buen gusto, elegancia y mucho valor para llamar a las cosas por su nombre.
En estos años hemos recibido amenazas, acusaciones, cartas insultantes y mucho, mucho
apoyo.
Nuestra tarjeta de identidad es nuestra honestidad periodística, lejos del cotilleo
frívolo, de las excentricidades y de todo aquello que no aporte nada útil para la
sociedad.
Pretendemos que nuestros lectores piensen, que saquen conclusiones de la vida, de todo lo
que nos rodea, tanto material como espiritual.
Hay quien nos confunde y nos incluye en alguna tendencia religiosa. Nada más lejos de la
realidad, porque la espiritualidad que refleja alguna de nuestras secciones es abierta,
libre, sin límite y sin dogmas, todo lo contrario de lo que son y pretenden las
religiones.
Creemos en el hombre libre, dentro y fuera, y al decir hombre incluimos a la mujer, a
quien apoyamos en su incorporación definitiva a la vida en todas sus manifestaciones.
Ahora, cuando cumplimos cinco años de existencia, podemos decir con
orgullo que seguimos al pie del cañón, que tenemos mucha cuerda y mucho que decir, que
hemos hecho muchos amigos en círculos de ONG's y partidos políticos progresistas, y que
tenemos muchas puertas abiertas porque Fusión ha demostrado integridad, honradez y mucho
respeto.
Pero también es justo que digamos que cada número que sale a la calle es la consecuencia
de mucho trabajo, mucha entrega y mucho sacrificio de un equipo de gente joven que está
demostrando que los ideales siguen estando vivos, y que la unión de mentes y de fuerzas
en torno a un ideal puede hacer que lo imposible se torne posible y fácil.
Fusión está de cumpleaños y ante una nueva etapa que nos conducirá a renovar nuestro
compromiso de luchar por lo que consideramos justo, por lo que creemos honesto y por
quienes viven comprometidos con los demás.
Seguimos caminando, y nuestra mejor forma de agradecer a todos los que
nos leen todos los meses su apoyo y ánimo, es hacer una revista limpia, directa, clara y
sin dobleces.
Fusión es unidad de mentes, de ideas, de esfuerzos, de personas y también, de
soñadores, porque si hoy cumplimos cinco años es porque un día soñamos con llegar
lejos.
Gracias a todos los que hacéis posible esta realidad.