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GREIM
RESCATES DE MONTAÑA
TEXTO: J. M. López FOTOS:
GREIM
Los deportes de montaña -senderismo,
escalada, bicicleta- tienen cada día más adeptos, pero la poca preparación y
conocimiento del medio provocan cada año decenas de accidentes en nuestro país. Una
sección de la Guardia Civil, el Grupo de Rescate Especialista en Intervención de
Montaña (GREIM), atiende y evacúa accidentados en los sitios más recónditos. Este
verano ya han superado el número de rescates del año pasado. |
Foto: Norberto
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Los GREIM nacieron en
1981, aunque diez años antes ya había grupos de la Guardia Civil de esquiadores en
Pirineos, Picos de Europa y Sierra Nevada especializados en los rescates de montaña.
En Jaca está la academia y el centro de toda la especialidad, y tienen bases en Pirineos,
Cordillera Cantábrica, Macizo Central, Sierra Nevada, y Canarias. Dentro de poco también
empezarán a funcionar en Mallorca y Valencia, porque como afirman desde el GREIM, la
escalada y los deportes de riesgo se practican ya en cualquier sitio.
En Sabero (León) esta ubicado uno de los cuatro grupos que cubren la zona de los Picos de
Europa. Está compuesto por diez hombres expertos en campos tan dispares como la montaña,
el esquí o la espeleología. El sargento Aurelio Escanciano es el encargado del grupo y
lleva más de veinte años de veteranía en los rescates de montaña. "Nos gusta este
trabajo -comenta Escanciano-, porque nos permite estar cerca de la montaña y ayudar a la
gente que tiene dificultades. Pero también tiene su parte negativa. Es desmoralizador por
ejemplo cuando después de una búsqueda de desaparecidos durante dos, tres o hasta siete
meses -como ha ocurrido ya alguna vez- encontramos los cadáveres. También es tremendo
cuando perdemos a algún compañero, como cuando intentamos rescatar a unos que estaban
practicando espeleobuceo, el deporte más arriesgado que existe por la cantidad de vidas
que se cobra".
"Los accidentes
más frecuentes
son los que tiene la
gente que sale al monte
el fin de semana y
no va preparada
ni física ni
mentalmente." |
-Salir a la montaña cada vez está
más de moda, y ya es mucha la gente que practica allí deportes de riesgo. ¿Habéis
notado si eso está influyendo en un incremento del número de accidentes?
-Sí, cada vez hay más accidentes porque cada vez hay más gente que sale a la montaña,
y cada vez son más las actividades que se practican. Hace dos años por ejemplo era
impensable bajar un barranco, pero ahora lo pusieron de moda los franceses, y se ha
convertido en algo normal. Del mismo modo también antes era impensable hacer parapente, o
espeleobuceo, o un montón de cosas que se hacen ahora y que conllevan mucho riesgo.
Las estadísticas de accidentes se han multiplicado desde los años 88, 89 y 90. Hasta
entonces había un promedio de quince al año, pero en el año 96 hubo 27, y en el año 97
fueron 25, muchos de ellos mortales. En lo que va de este año ya ha habido 17, un número
superior al del año pasado por estas fechas. Aún así otra cosa que influye es que al
principio la gente desconocía que había una unidad de la Guardia Civil que se dedicaba a
rescates, y hoy ya nos llaman para cualquier cosa y desde cualquier sitio.
La inconsciencia es la causa más habitual de accidente, la de la chica que rescatamos
-por suerte con vida- hace poco en el fondo de la garganta del Cares. Se le había
ocurrido hacer la ruta en bicicleta, algo totalmente prohibido, y terminó cayéndose por
el desfiladero. También son peligrosas las excursiones de colegios. A veces salen grupos
de cincuenta chavales sin ningún cuidado: se les caen piedras, no avisan a los de abajo,
éstos tampoco están atentos... y claro, siempre hay fracturas y complicaciones. Nosotros
siempre recomendamos que se dividan en grupos pequeños. |
- ¿En qué casos actúa el GREIM?
- Prácticamente siempre que se nos llama. Normalmente se atiende en invierno todo lo
relacionado con la nieve, las travesías, la escalada de hielo, etc. En esta temporada
también prestamos servicios a pueblos que quedan aislados para llevarles comida y
medicinas. En el verano es cuando más trabajamos, porque hay accidentes de todo tipo.
Desde gente como la que nos llamó ayer por un esguince en el Cares, hasta el escalador
que se pega la bofetada escalando el Naranjo, o quienes se meten en las cuevas de
Valporquero, -en la parte de los cursos de agua cerrada al público-, que nos están dando
problemas casi todos los años.
-¿Cuáles son los accidentes más comunes?
-Los accidentes más frecuentes son los que tiene la gente que sale al monte el fin de
semana y no va preparada ni física, ni mentalmente. Desconoce la zona en la mayoría de
los casos, no lleva material, y encima suele ir sola para correrse su aventura.
Normalmente el especialista, aquel que se dedica a escalar grandes paredes y demás, corre
el riesgo de accidente, pero podríamos decir que es un riesgo controlado. Los escaladores
normalmente, cuando van a escalar grandes paredes, van preparados físicamente,
mentalmente y llevan material.
- ¿Se podría decir que la gente subestima los peligros de la
montaña?
- Sí, yo pienso que sí hay un porcentaje de gente que sale al monte que no va preparada,
y cada uno tiene que amoldar sus posibilidades a la dificultad de la montaña. La gente
dice: ¡vamos a subir a ese picacho!. Pero la cuestión no es subir al picacho, sino
volver, dejar fuerzas para la vuelta. Hay personas que viven a 10, 20 ó 200 metros sobre
el nivel del mar, suben en el día a 2.500, tienen dolores de cabeza, de oídos,
calambres... y desconocen que se debe a la falta de aclimatación del cuerpo. Y así
muchas más cosas.
- ¿Cómo es una intervención de montaña?
- Para empezar no hay ninguna intervención igual. Cuando se recibe una llamada, lo
primero que hacemos es preguntar cómo se encuentra el accidentado y dónde ha sido el
accidente: si ha caído en un sitio llano, si está en una repisa, si está colgado de una
pared... Eso nos va a servir para saber qué material tenemos que llevar. Dependiendo de
la gravedad sale el helicóptero o no. Si decidimos enviarlo, desde el momento del aviso
hasta que el accidentado está ya en el hospital de León en este caso, puede pasar una
hora y media, dos horas como mucho.
- ¿Qué coste económico y riesgo personal hay cada vez que se
pone en marcha el GREIM?
- Como no se cobra, no lo tenemos calculado, pero te puedo decir que cualquier rescate por
poca complicación que tenga, se acerca al medio millón de pesetas sin problemas. Nuestro
propio riesgo ya no lo contamos, porque como nos gusta este trabajo lo tenemos asumido. Lo
único que nos desagrada es cuando no se reconoce nuestra labor. A veces damos
recomendaciones a la gente, y encima de no hacerte caso, te dicen que quién eres tú para
dar consejos. Pues somos personas que llevamos toda nuestra vida respetando y conociendo a
la montaña, y participando en decenas de rescates.
MAS VALE PREVENIR
En base a
muchos años de experiencia, el GREIM da unas recomendaciones para toda aquella gente que
salga a vivir una aventura en la montaña.
1- Salir siempre acompañado. Los que salen solos -que cada vez están siendo más- tienen
un mayor riesgo de sufrir accidentes, y más dificultad para solucionar cualquier
imprevisto.
2- Dejar avisado siempre dónde se va a ir. De este modo, y en caso de un accidente, se
puede localizar mucho más rápido al excursionista.
3- Conocer la zona donde se va a ir. Es importante llevar un mapa, informarse con los
vecinos de la zona o llevar un guía. Hoy es muy fácil encontrar guías en los pueblos y
refugios.
4- Llevar comida de sobra. Principalmente alimentos energéticos como el chocolate o los
frutos secos. Dan energía rápida, importante para momentos de agotamiento. Otras comidas
más elaboradas son de muy lenta asimilación y no dan energía instantánea. Los
alimentos energéticos además pesan mucho menos que los otros.
5- Llevar ropa de abrigo, porque en algunas zonas como Picos de Europa nieva aunque sea
agosto.
6- Llevar un botiquín básico.
Todo esto en la mochila no pesa más de 5 kilos. Después cada uno le puede añadir todo
lo que quiera, procurando no excederse en el peso.
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