ecuerda su primer viaje. Fue a Kenya cuando tenía siete años. Desde entonces no
ha dejado de visitar el mundo con una finalidad: espiar detrás de las puertas para
traducir en libros los susurros. Porque Javier Moro es escritor, cronista de las proezas
humanas.
Cuando era pequeño vivía en Madrid. Su padre trabajaba en una compañía aérea y
viajaban siempre que podían. Javier Moro también volaba con la imaginación. Su tío
Dominique Lapierre además escribía. Y repetía un refrán a menudo: "La adversidad
es grande, pero el hombre es aún mayor que la adversidad". Todo ello formó a
nuestro entrevistado para escribir "Senderos de Libertad", "El pie de
Jaipur" y ahora "Las montañas de Buda".-Javier
¿Tienes buen concepto de ti mismo?
- Depende de los días. Generalmente sí, porque procuro una cierta coherencia, que los
libros que haga tengan algo que ver con la realidad, y que sobre todo sean útiles de
alguna manera. Pienso que mis tres libros ayudan a despertar la conciencia. En ese sentido
sí me siento satisfecho de mí mismo, aunque hay muchos otros aspectos en los que a lo
mejor no tanto.
- Eres un caso único: cuentas unas historias trágicas,
tremendas que además son casos reales, ¿por qué haces este tipo de literatura?
- Soy un testigo de mi tiempo y este es un tiempo muy trágico, que no siempre vemos los
que estamos viviendo en una sociedad opulenta como ésta. Pero cuando convivo con los
pueblos, me doy cuenta de que no todo el monte es orégano. Este es el siglo del triunfo
de la ciencia, pero también es el siglo de los grandes genocidios y el que más
refugiados ha creado.
- ¿Cómo decides los temas de tus libros?
- Yo no los elijo, creo que los temas me eligen a mí. Conozco a alguien, me cautiva el
tema, descubro una noticia en un periódico...
- ¿Cúal es el sendero que conduce a la libertad?
- Me lo pregunto todavía. No sé si es la fe o una cierta entrega hacia los demás. Yo
noto que la gente que vive entregada a los demás es más feliz que la que vive para su
propio bien. Y esa es la gente que me interesa a mí.
- ¿Cómo es tu nuevo libro?
- "Las montañas de Buda" es la historia del Tíbet reciente. El tema es la
fuerza bruta que se ha empleado contra el Tíbet, que no ha sido capaz de aniquilarlo. Es
la prueba de que el espíritu humano ha sido más fuerte que toda la brutalidad que se ha
empleado. Es la historia de dos chicas jóvenes, de 15 y 18 años, que se han atrevido a
desafiar el poder de los chinos en Lhasa, y son torturadas y encarceladas durante tres
años.
- ¿Crees que todo este movimiento que se está dando con
respecto al Tíbet, es una moda o repercutirá en algo efectivo?
- No sé si es una moda, lo que sí sé es que los tibetanos en el exilio y el Tibet en
general, no tienen país, no tienen dinero, no tienen ejército, no tienen armas... Esa
gente no tiene nada de nada. Lo único que tienen son algunos amigos en el mundo, y se
agarran a ellos. Uno es Richard Gere, otro Harrison Ford, otro la comunidad de Hollywood
atraída por el budismo. Es verdad que esto parece que trivializa la causa, pero la causa
es muy seria, porque lo que está en juego es la supervivencia de una cultura milenaria.
Este pueblo se ha comprometido a llevar a cabo una lucha no violenta desde hace 40 años.
El Dalai Lama es consciente de que esa lucha ha sido un fracaso hasta ahora, pero no por
eso está dispuesto a ceder en sus principios, lo cual es muy honrado por su parte.
- "No soy el dueño de mi destino pero soy el capitán
de mi alma". Es una frase de tu primer libro, ¿qué te sugiere?
- Esa es una frase del psicólogo Brickman, que tiene que ver con mi libro "El pie de
Jaipur". Yo creo mucho en esa frase, porque es verdad que uno no es dueño de su
destino -mañana te puedes dar un tortazo en coche-, pero sí eres el piloto de tu vida.
Sea cual sea tu destino, está en ti mismo el germen para poder salir adelante.
- ¿Prefieres la compañía o la soledad?
- Buena pregunta. Pues yo creo que las dos cosas, siempre bien dosificadas. La soledad es
imprescindible para poder escribir, me gusta y me acomodo muy bien a ella. Soy capaz de
pasarme meses y meses solo. Lo que pasa es que también me gusta la compañía,
obviamente.
- ¿Dónde tienes tus raíces como viajero?
- Soy de Madrid y tengo una casa en Alicante, en un campo de naranjos donde escribo. Ahí
estoy un poco aislado de todo, veo el mar desde mi casa, me gusta navegar y tengo un
velerito.
- ¿Te consideras un poco espía?
- Sí, y voyeur (risas). La curiosidad es lo que me lleva. Muchas veces he hecho
llorar a los entrevistados, también es cuando he conseguido las mejores entrevistas. Ese
es el precio que tienes que pagar para obtener tu material, pero yo soy un cazador de
historias y si veo algo, voy a por todas. Porque además sé que voy a hacer un buen uso
de ello, que no lo voy a utilizar de manera que el que me lo cuenta vaya a sentirse
traicionado.
- ¿Qué esperas de la vida: fama, dinero, experiencias...?
- Yo quiero seguir haciendo lo que hago y para eso necesito vender muchos libros, porque
mis viajes son caros. Quiero conseguir mayor número de lectores, si no ¿de qué sirve
meterme en un montón de tinglados si luego no voy a tener un mínimo de lectores que me
apoyen?.
* Javier Moro ha participado en el ciclo de conferencias sobre
el Tíbet organizado por Caja España.