Los 4 al combinarse y mezclarse dieron
lugar a la Vida, a la Manifestación, a la Creación.
Pero el UNO quería construir una criatura distinta, hecha a "su
imagen y semejanza". Por ello, los 4 seres, las 4 Energías, recogieron la idea del
UNO y dieron forma al Hombre.
Así, el Hombre poseería en su interior el Fuego, y con el Fuego el
germen de la Mente del UNO, lo que con el tiempo le convertiría en un Dios creador. El
Aire dotaría al hombre del constante movimiento, de la Energía que le impulsaría a
recorrer sin detenerse el camino de su evolución, de la necesidad permanente de
convertirse en poderoso, tal y como el UNO lo es. El Agua imprimiría al hombre la
sensibilidad que le permitiría contactar con todo el resto de la creación, ser UNO con
todo, descubrir y vivir el misterio oculto de la Unidad de todo. Por último, la Tierra
revestiría al Hombre de sustancia, de cuerpos, de la envoltura necesaria para moverse y
experimentar en todos los planos, en todos los niveles de la Creación.
Pero la Tierra, la sustancia, recoge en sí a las demás Energías y
las incorpora a sí misma. Por ello, la Humanidad, el Hombre, surgiría bajo las 4 Razas,
cada una representativa de un tipo de Energía y todas una en el UNO.
La Raza Negra sería la representativa de la Tierra, de la Energía
Madre, la raza del sacrificio, la primera y la última, la del dolor y la del Poder.
La Raza Roja descendería de la Energía del Fuego, la raza unida a las
estrellas, la que siempre conservó la pureza del origen, la que mantuvo vivo lo sagrado.
La Raza Amarilla sería creación de la Energía del Aire, del
movimiento, de la voluntad. La raza de la tenacidad, de la Fuerza. La raza que más
conserva los valores del pasado porque para ellos no existe futuro si no se conserva la
pureza del pasado, así como no hay fin sin origen.
Por último, la Raza Blanca recogería las Energías del Agua, la
elegida por Cristo para sembrar la semilla del Amor en el planeta, la de la dualidad, la
del bien y el mal, la que condenó a Cristo, la única que mató a su avatar.
Pero para el UNO las 4 Razas son una, expresiones diferentes de lo
mismo, Energías de una misma Energía.
Y el Hombre, la criatura soñada por el UNO, evolucionaría a través
de las 4 Razas, incorporando en sí las diferentes cualidades de cada una, para, de esa
forma, construir las bases de la 5ª Raza, la del futuro, la Raza del Hombre Nuevo, la
Raza que despertará a la Mente del UNO, la Raza que se distinguirá no por el color de su
piel, sino por el poder de su Mente.
Y en la 5ª Raza no habrá diferencias ni aspectos que separen, porque
el Hombre de la 5ª Raza habrá recogido y sintetizado en sí lo más puro de cada una de
las 4 Razas raíces.
Así, el pasado y el futuro serán UNO, el Origen y el Fin se habrán
fundido y dado lugar a una nueva criatura, a un Hombre Nuevo que tendrá por morada una
Nueva Tierra bajo un Nuevo Cielo.
Así escrito está y así será cumplido, porque esa es la Voluntad del
UNO y la razón por la que existe este Planeta y esta criatura, aún ignorante de su
destino, el hombre.
La 5ª Raza está empezando a existir porque las 4 Razas están
fusionándose, mezclándose, intercambiando sus valores, sus principios, sus genes, sus
pasados y sus ideales.
Cuando el cuerpo prototipo de la 5ª Raza esté terminado, entonces la
Nueva Mente será introducida en él. Entonces los tiempos serán cumplidos, lo viejo, lo
que no es útil, será destruido y un nuevo ciclo de tiempo comenzará.
Así es la Ley, así está escrito.