PUERTA DIMENSIONAL
Texto:Elena G. Gómez
Navidad, Mito o realidad
¿Nació Jesús el 25 de diciembre y en el lugar que conocemos?
¿Fue Maria en realidad virgen? ¿Existieron los 3 Reyes Magos? ¿Que fue la Estrella de
Belén?
Juan José Benítez
C on sus famosos Caballos de Troya, Juan José Benítez es uno de los escritores
actuales que más se ha ocupado de la figura de Jesús.
"El 25 de diciembre es una fecha completamente deformada que no tiene nada que ver
con la realidad histórica del nacimiento de Jesús. Esta fecha fue adoptada en los
primeros siglos de la era cristiana probablemente, aunque no se tiene total seguridad,
para cambiar la festividad pagana del solsticio de invierno, lo que llamaban el sol
invicto. Además era imposible que naciera en esos días porque en los meses de diciembre,
enero y febrero las temperaturas son muy extremas en toda la zona de Belén y de Judea. Se
sabe también que la gente que viajaba lo hacía en la temporada seca, aproximadamente
desde abril o mayo hasta octubre. Por eso lo que sospechamos es que Jesús de Nazareth
tuvo que nacer en verano.
Lo que sí parece claro es que Jesús nació en Belén, más exactamente en los
alrededores, y que fue en una cueva, pero no como recoge la tradición por no existir un
lugar en el pueblo, sino porque por aquel entonces las cuevas estaban perfectamente
acondicionadas como refugios para familias, gente de paso y ganado.
Yo creo que los evangelistas preguntaron, pero preguntaron poco y mal. Todo lo
relacionado con la vida de Jesús de Nazareth está sometido a distorsiones y a leyendas
que crearon una tradición bastante deformada.
Tenemos, por ejemplo, el tema de la virginidad de María. Alguien en el siglo IV, que
probablemente no estaba en sus cabales, decidió que en el seno de María no podía entrar
semen humano para mancharlo. Aunque en realidad el tema de la virginidad de María empieza
a arrastrarse mucho antes del siglo IV, como necesidad de que Dios nazca de una Virgen,
-algo común en las mitologías-.
Los judíos, con toda la razón del mundo, critican esta actitud en base a la ley que
existía entonces: si Jesús de Nazareth hubiera nacido como dicen los evangelistas,
hubiera sido un bastardo, y los bastardos en la ley judía eran considerados la escoria.
Jesús nunca tuvo este problema, en su entorno, en la sociedad que rodeaba a su familia,
nunca se consideró que la concepción hubiera sido obra del espíritu santo.
Otro acontecimiento vinculado al nacimiento de Jesús de Nazareth es el de los tres
Reyes Magos. Yo creo que existieron, no se sabe si fueron tres o cuántos fueron. Lo más
probable es que fueran sacerdotes que estaban iniciados en la astrología y en el estudio
del cosmos, del universo, quizás podrían ser incluso matemáticos que tenían
conocimiento de algunas profecías importantes de la antigüedad. En lo que yo no
estoy de acuerdo en absoluto es en defender la teoría de que los puso en movimiento una
conjunción planetaria o un cometa. Si la gente estudia con seriedad lo que es una
conjunción planetaria se da cuenta de que primero no conduce a ninguna parte, porque tú
sigues una conjunción planetaria y no te lleva a ningún sitio, y en segundo lugar si los
viajes aquellos de la zona de Caldea o de Mesopotamia duraban como mínimo tres meses, y
eran realizados de día, no podían ser conducidos por las estrellas, tendrían que ser
conducidos por algo brillante, y que les lleva en una determinada dirección, algo
tripulado inteligentemente. Para los que investigamos estos temas, si lo que cuentan los
evangelistas en ese aspecto es correcto, la Estrella de Belén sería un objeto volante no
identificado.
Hoy día todavía es complicado para mucha gente aceptar que unas inteligencias no
humanas puedan estar vinculadas al nacimiento de Jesús de Nazareth. A mí me parece lo
más natural, después de todo, Jesús de Nazareth, desde el punto de vista de su origen
espiritual, no carnal, es un gran extraterrestre, por lo tanto no es extraño que antes,
durante y después de su vida, haya una serie de manifestaciones de esas inteligencias que
estén apoyando la llegada aquí nada más y nada menos que de uno de los grandes
creadores".
Manuel Seral
P ara el escritor y profesor de esoterismo Manuel Seral, la Navidad es ante todo un
mito.
"No se sabe exactamente la fecha de nacimiento de Jesús, la han cambiado 3 ó 4
veces para ajustarla al solsticio de invierno que es el 25 de diciembre y para equipararla
a todos los mitos solares. Hay algunos que dudan que fuera en diciembre, teniendo en
cuenta que los pastores estaban al aire libre cuando en esa zona los pastores en diciembre
no están al descubierto.
El lugar de Belén tampoco es cierto. No se sabe exactamente de dónde es Jesús.
Belén es un término hebreo que significa la "casa del pan". Se decía que
Jesús era de Nazareth, pero la ciudad de Nazareth se creó años después de haber nacido
Jesús. Jesús era Nazareno, pero nazareno era una orden.
El nacimiento virginal es algo que se atribuye a todos los Seres solares, es un poco
introducir el mito en la vida de una persona. Todos los seres solares nacen el 25 de
diciembre y todos de una virgen: Mitra, Indra en la tradición hindú, Orfeo, Dionisos,
Orus que nace de Isis. Todo es un mito de la tradición lunar: la diosa de la luna que
engendra al niño dios sol. Para mí todo lo que es el mito virginal es una asociación de
mitos antiguos que intentaron recuperarse con el mito cristiano.
Sobre los tres Reyes Magos pienso que siguen representando un concepto simbólico.
Melchor, Gaspar, Baltasar tendríamos que descifrarlos por sus nombres reales. Melchor es
Melech aur, que es el señor de la luz. Gaspar viene de Jaspe, piedra preciosa, es decir,
uno representa al espíritu que es la luz, y otro representa al alma que es el jaspe, y
luego Baltasar viene de Baal, de la tradición babilónica, y sazar que significa señor
de los tesoros y representa al cuerpo. Los tres reyes magos representan las tres fuerzas
que descienden sobre el niño, que son el espíritu, el alma y el cuerpo.
En mi opinión los magos predijeron este nacimiento especial.
Sobre la Estrella de Belén yo no me puedo pronunciar. Hay quien cree que fue un
cometa, hay quien piensa que fue un signo astrológico, una señal en el cielo, y como los
magos en realidad eran astrólogos, es posible que estuvieran refiriéndose al hecho de
que los magos, es decir, los astrólogos, hubieran detectado un nacimiento especial o
sagrado por una señal en el cielo."
Félix Gracia
Ver detrás de las formas y descubrir el significado más oculto, es lo que el escritor
Félix Gracia nos ha transmitido.
"No se conoce cuándo nació Jesús, ni el día ni el año. Sí se sabe, no
obstante, que en los primeros tiempos del Cristianismo cada grupo o secta defendía una
particular creencia, se han llegado a barajar hasta 136 fechas distintas, cada una de
ellas defendida como verdadera por sus seguidores. Esta situación se extendió hasta
mediados del siglo IV, hasta que fue finalmente resuelta por el Papa Julio I con el
señalamiento oficial del 25 de diciembre.
Algunos historiadores han visto en la decisión papal algo así como una solución
estratégica, haciendo coincidir el nacimiento de Jesús con la celebración de las
fiestas paganas. Sin embargo la razón puede ser otra bien distinta y estar basada en el
reconocimiento del rango divino de Jesús, oficialmente reconocido siglos después de su
vida. De este modo, reconocido Jesús como la encarnación de Dios, resultaba justo y
procedente señalar su nacimiento en la misma fecha en que según las antiguas tradiciones
habían nacido otros dioses encarnados, como Krishna, Osiris o Tammuz; es decir, el 25 de
diciembre, en pleno solsticio de invierno, cuando es la noche (las tinieblas) más larga.
El tema de la virginidad de María -o el de cualquier mujer- no se puede comprender
desde nuestra visión materializada que confunde procesos físicos con estados del alma.
En la sagrada cosmovisión que muestra el destino del ser humano en la Tierra -en la
Materia- María transciende todo lo personal para convertirse en referencia de un
particular y sublime estado del alma capaz de gestar en su seno una nueva realidad llamada
en nuestra tradición "Hijo de Dios". María, pues, simboliza ese "estado
maternal" desde el cual el ser humano experimenta la "encarnación de Dios"
en sí mismo como un nacimiento que no es físico. Y ese estado es siempre virginal.
No hay razones para dudar de la existencia de los llamados Reyes Magos, a los que alude
Mateo en su Evangelio, si bien su aparición e integración en la tradición cristiana no
tiene lugar hasta el siglo VI y, además, durante décadas, en número muy variable,
apareciendo finalmente con sus nombres respectivos y en número de tres en la obra
Collectánea, del Venerable Beda, ya en pleno siglo IX. En dicha obra aparecen, como digo,
con sus actuales nombres y relacionados a los regalos tradicionalmente reconocidos: es
decir, oro, incienso y mirra, a los que la misma tradición atribuye el también conocido
significado de "Rey", "Dios" y "Hombre", respectivamente.
Sin embargo, en la ciencia astrológica que ya en aquellos tiempos tenía más de 2000
años de antigüedad y abarcaba un profundo conocimiento del Universo -físico y
metafísico-, los mencionados elementos estaban asociados a tres poderosos planetas y, en
consecuencia, a sus valores arquetípicos o potencialidades. De este modo , el oro
simbolizaba al Sol, el incienso a Júpiter y la mirra a Saturno. El ofrecimiento de tales
"regalos" simbolizaba, pues, el reconocimiento de una implícita relación entre
Jesús y la complejísima cualidad metafísica de dichos planetas.
También sobre la Estrella de Belén hay diversas opiniones, alguna de las cuales no
dudan en relacionarla con naves interplanetarias. No juzgo ninguna de ellas, pero
probablemente las más próximas a la realidad sean aquellas que la relacionan con un
acontecimiento cósmico, como el agrupamiento de varios planetas bajo el mismo signo del
zodíaco. Lo que los expertos denominan "conjunción múltiple", o
"estellium"... o "estrella", pudo ser conocida por los llamados Reyes
Magos, astrónomos y astrólogos en aquella época, quienes relacionando este singular
hecho cósmico con antiguas profecías, pudieron ser "guiados" u orientados
hacia un acontecimiento tan elevado y singular como el nacimiento de Jesús".
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