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CONTRAPUNTO

 

 

Bush va a hacer por el medio ambiente más o menos lo mismo que la mayoría, es decir, nada. Su mérito está en que lo dice. Sin vueltas, sin dobles sentidos, sin diplomacias. Su sinceridad le puede.

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EL CLIMA VA BIEN
POR CAROLINA FERNANDEZ

Todos tranquilos, que vamos bien. Se ve que lo del cambio climático es una cosa que preocupa. Primero se juntaron en Río de Janeiro y llegaron a la conclusión de que, efectivamente, había que tomar medidas para frenar el cambio climático. Eso fue en el 92, y ya ha llovido desde entonces. Bien. El paso siguiente se dio en Kioto. Allí concretaron por fin cantidades, fijaron porcentajes y pusieron fechas. Eso fue en el 97. Bien. Después de cuatro años de haber firmado todos los papeles, ahora, por fin, en la Cumbre de Bonn, la mayoría de los países implicados han conseguido ponerse "casi" de acuerdo para volver a decir más o menos lo mismo que en la cita anterior: lo que han hecho es "acordar los reglamentos del Protocolo de Kioto" para que "comience la fase de ratificación por los países" para finalmente comenzar su "entrada en vigor". Calculo yo que para entonces quizás mis nietos estén viviendo en Júpiter, porque aquí ya no van a quedar ni las amebas. Estos cuatro años que han pasado desde la cumbre de Kioto los han empleado en pasarse por la entrepierna, con más o menos disimulo, todo lo acordado, que ni aún cumpliéndose a rajatabla sería suficiente para devolver las cosas a su equilibrio natural. Para lograr una firma final, la UE, que defendía la postura más abierta, ha tenido que hacer más concesiones de las que pensaba. ¿Para qué vale todo esto? Pues hombre, yo no quiero ser agorera, pero creo que a estas alturas está claro que para nada.
Hay que nombrar, claro que sí, al protagonista de la película, el vaquero de Texas. Este hombre a mí me provoca realmente admiración. Por una parte, es cierto, inspira cierta repugnancia. Pienso en que acaba de llegar y que no ha hecho sino empezar a desarrollar el rosario de lindezas que nos tiene reservadas para los años durante los que gobierne en su país y en el resto del mundo. Pero, qué demonios, hay que reconocerle cualidades. Este hombre es un cristal transparente. Va por la vida con el pecho descubierto y la verdad por delante. No pierde el tiempo en disimulos inútiles. En el caso que nos ocupa, este señor va a hacer por el medio ambiente más o menos lo mismo que la mayoría, es decir, nada. Su mérito está en que lo dice. Sin vueltas, sin dobles sentidos, sin diplomacias. Su sinceridad le puede. Y se mantiene. Si dice que va a freír a un condenado a muerte, lo fríe, tengámoslo por seguro, y si