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      SUPLEMENTO ASTURIAS  

TRABAJAR
POR ASTURIAS

ALVARO CUESTA
DIPUTADO SOCIALISTA Y CONCEJAL DEL AYUNTAMIENTO DE OVIEDO
Texto: Lupercio González

Alvaro Cuesta

Siempre ha estado comprometido con la sociedad que le ha tocado vivir, con la transformación que se ha estado desarrollando en este país. A los 18 años comenzó a militar en el PSOE. Desde entonces su trayectoria política de izquierdas y su lucha por la democracia y la libertad, le han aportado un cúmulo de experiencias que le han ayudado a entender la política como un servicio en el que hay que estar 'a las duras y a las maduras'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

«Todo político que no sea demócrata para mí no es un político: es un carcelero»

 

 

 

 

 

 

 

 

«La dura confrontación que hay entre Gabino de Lorenzo como perro de presa de Alvarez Cascos contra Sergio Marqués deja en evidencia una crisis interna que el PP va a pagar electoralmente»

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alvaro Cuesta


L
a municipalización de la vida ciudadana, el control democrático, el pluralismo, la transparencia en la gestión y una participación más estrecha del ciudadano, son los distintos aspectos de la política que Alvaro Cuesta cree que debe desarrollarse en todo Ayuntamiento. Es además partidario de que a través de esa estrecha participación entre representantes y representados, la elección del alcalde sea directa.
Alvaro Cuesta en la actualidad, ejerce su cargo de diputado en el Congreso en la Capital de España, además de concejal por su partido en el Ayuntamiento de Oviedo, del cual ha sido portavoz, hasta fechas recientes. "Todo político debe de ser en primer lugar un ciudadano preocupado por las situaciones de su tiempo, una persona vinculada a la realidad. En segundo lugar tiene que ser un gestor de participación, un coordinador. Debe saber cómo rescatar aquellos impulsos y energías ciudadanas que a veces no encuentran el vehículo adecuado. Debe ser un instrumento".

-¿Qué te ha supuesto el no haber sido elegido como candidato por tu partido a la alcaldía de Oviedo?
-Pienso que la democracia siempre acierta y uno tiene que ser leal a los resultados de las urnas. En aquel momento yo me presenté porque esperaba ganar, pero no fue así. Salió Leopoldo Tolivar Alas, al cual felicito una vez más y al cual voy a apoyar. Mi compromiso con Oviedo continúa. Seguiré como concejal del grupo municipal socialista pero no como su portavoz, porque ahora el referente social que tiene que liderar el trabajo del grupo es el ganador. Yo seguiré colaborando con el proyecto socialista en Oviedo y cumpliré mi mandato como concejal, además de mis responsabilidades como diputado.

-Para las primarias de Asturias se presentaron cuatro candidatos, ¿qué lectura se puede hacer de eso? ¿Refleja las divisiones internas de la AMSO o es la prueba de que cualquier afiliado tiene oportunidad de presentar su candidatura?
-Hay de todo un poco. No cabe duda de que cada uno de los candidatos expresa una forma de ver las cosas, por lo tanto es una expresión de pluralismo, pero también es una expresión de fragmentación interna.
Quisiera añadir además que desde el momento en que uno da el paso y se presenta como candidato es que está dispuesto a hacer un esfuerzo y un sacrificio. Quiero recordar, y lo digo como síntoma también de lo que significó la existencia de esos cuatro candidatos, que dentro del PSOE se ve más factible la alcaldía del 99 que la del año 95. Por aquel entonces la moral de derrota era tal que en Oviedo no había candidato. Me pidieron en aquel momento los afiliados y las estructuras del partido que yo encabezara a los socialistas de Oviedo sabiendo que era para perder. Yo entiendo la política como servicio, y por lo tanto hay que estar a las duras y a las maduras. Asumí ponerme al frente de una candidatura que iba a perder, con la mentalidad de intentar ganar en el 99. Ahora parece que gracias al trabajo que hemos realizado, y sobre todo al desgaste de la derecha, empieza a haber expectativas de que los socialistas ganemos la alcaldía de Oviedo.

-¿Qué está pasando en la vida municipal ovetense?
-En Oviedo la libertad está herida, está secuestrada. Oviedo está apresado en las garras autoritarias del PP. Yo, que luché contra el franquismo en la clandestinidad, desde la época franquista no recuerdo una derecha tan autoritaria como la que en estos momentos existe en el ayuntamiento de Oviedo, hasta tal punto, que toda crítica, toda discrepancia, toda denuncia que formule la oposición o que formulen los colectivos ciudadanos se encuentra con la amenaza de la querella, con la actuación judicial. Fue esperpéntico cuando la Plataforma Ciudadana contra las Privatizaciones denunció la situación económica del ayuntamiento y los altos sueldos de los altos cargos municipales del PP. Ellos no tuvieron el más mínimo reparo en desempolvar un decreto de 1938, firmado por el dictador Francisco Franco. En base a ese decreto pretendían defender el buen nombre de la ciudad, cuando quien está atentando contra el buen nombre de Oviedo es la corrupción política y administrativa del PP. Actuaciones como esta, de desempolvar un decreto del 38 y usarlo para perseguir judicialmente al discrepante, me parecen una barbaridad. Ahora me quieren atacar a mí porque he denunciado prácticas irregulares en la política de contratos de las administraciones públicas, porque he denunciado exceso de revisiones de los precios de las obras de las infraestructuras. Las obras se presupuestan en una cantidad y luego acaban costando mil millones más. El aumento respecto a las previsiones iniciales en el último año han sido de mil millones de pesetas. Yo estuve en la famosa comisión de investigación Roldán, me tocó investigar a fondo aquella corrupción desde el Parlamento, y recuerdo que muchas de las metodologías que vimos en aquella Guardia Civil corrupta del señor Roldán, son las mismas que se observan en el ayuntamiento de Oviedo, un sistema muy dudoso de adjudicación de las obras.

-¿No se está convirtiendo Oviedo en una ciudad amurallada?
-Sí es cierto. Oviedo necesita tal nivel de transformación que me lleva a la conclusión de que lo más correcto es hablar de crear Oviedo. Hay que derribar y abrir esas murallas al conjunto de Asturias y de los ciudadanos; y abrirlas también internamente, porque aquí hay una marginación y unas desigualdades tremendas. Ahí está el informe de Cáritas: 29.000 familias ingresan menos de 40.000 pesetas, 3900 ciudadanos ingresan menos de 11.000 pesetas al mes. Existen 11600 parados según los últimos datos del INEM de los cuales curiosamente el 60% son mujeres y también el 60% son menores de 34 años. Hay otro Oviedo que no quieren ver. Hay también un Oviedo hortera que es el fruto de la exaltación de la carcundia, es decir, de lo peor del espíritu de aquella Vetusta que reflejaba Clarín en La Regenta. Prima el negocio privado. El ciudadano no es un ciudadano, sino un cliente; los servicios no se conceptúan como servicios, sino que la ciudad está contemplada como un gran mercado para el Partido Popular, de tal manera que no hay una política de aparcamientos disuasorios gratuitos, sino una política de aparcamientos restringidos, de nuevas plazas de aparcamientos pagadas, es decir de negocio. No hay una política de vivienda social, sino una política de suelo que permite atender los intereses exclusivamente de los promotores inmobiliarios, no hay por lo tanto política de vivienda.
En estos momentos Oviedo es patrimonio de unos determinados grupos de presión que tienen línea directa con el ayuntamiento. Determinados proyectos sólo se consiguen si van firmados por determinados arquitectos, sólo se consiguen si van avalados por determinados empresarios de la construcción. Oviedo es en estos momentos patrimonio de los privilegiados.

-El ciudadano se está autoorganizando y está generando un movimiento propio que pasa mucho de los partidos políticos.
-Es cierto que hay una crisis de representatividad política, sobre todo en los niveles superestructurales llamado Estado-nación porque hoy el Estado es muy pequeño para controlar los flujos tecnoeconómicos globales, pero es muy grande para intentar integrar la diversidad social. En cambio la ciudad se convierte en un nuevo gran elemento de transformación democrática. Creo que el futuro de la democracia está en la ciudad, en los ayuntamientos, que es donde se supera esa crisis de representatividad. Hay que introducir en los municipios más competencias. Hay que capacitar mejor a sus gentes y por lo tanto priorizar en el empleo y la dotación para que las ciudades puedan seguir inmersas en la economía globalizada, pero respetando sus identidades propias. Hay que articular esa diversidad social y desarrollar infraestructuras de participación democrática porque los grandes elementos de transformación democrática van a estar vinculados al hecho urbano, al hecho municipal.

-¿Qué cualidades debe reunir un político?
-Creo que un político hoy tiene que ser un gestor de la participación, es decir, un impulsor de la comunicación y de la integración de los vecinos, un coordinador de la participación democrática, un instrumento. Tiene que saber rescatar aquellos impulsos y energías ciudadanas que a veces no encuentran el vehículo adecuado. Como cualidades debe tener dos fundamentales: La primera debe ser la honestidad, un sentido ético, y la segunda un compromiso ideológico y democrático. Es decir, todo político que no sea demócrata para mí no es un político, es un carcelero.

-¿Crees que en Oviedo tiene futuro el PP con Gabino de Lorenzo?
-Creo que el Partido Popular está en una descomposición. Primero, porque se ha agotado su modelo, y segundo, porque los ciudadanos ya no tragan. Gabino de Lorenzo tuvo una ventaja, y es que la gestión del último alcalde de Oviedo, Antonio Masip, fue muy criticada y muy deficiente para los ciudadanos. La aparición de Gabino de Lorenzo permitió una política de apariencias y por contraste indujo a la confusión a los ciudadanos. Muchos en el año 95 le votaron masivamente en primer lugar porque les había gustado aparentemente más la gestión de Gabino en cuanto que implicaba más realizaciones, más peatonalizaciones; el diseño de la ciudad inicialmente había quedado planificado por el gobierno de Antonio Masip, pero quien se llevó el gato al agua fue Gabino de Lorenzo. Además, en ese año en España el PSOE estaba en horas muy bajas, y hubo un voto de castigo porque habíamos perdido credibilidad ética. Yo creo que esa situación está superada. En estos momentos los ciudadanos han visto deuda excesiva, despilfarro, falta de políticas sociales, falta de libertad, falta de proyecto de ciudad, y ello pone de manifiesto que está agotado ese modelo. La dura confrontación que hay entre Gabino de Lorenzo como perro de presa de Alvarez Cascos contra Sergio Marqués deja en evidencia una crisis interna que el PP va a pagar electoralmente.

 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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