Su condición de
mujer no la detiene a la hora de expresar y defender sus puntos de vista y los de su
partido sobre la política que debe aplicarse en Asturias; una política que potencie el
desarrollo de la región sin dejar de lado la conservación de la natutaleza.-Si los Picos de Europa perdiesen finalmente la categoría de
Parque Nacional ¿cuáles serían las consecuencias?
-Sería una catástrofe. Una catalogación como
Parque Nacional supone un régimen de ayudas a los vecinos que viven directamente de
actividades relacionadas con el Parque, que serían eliminadas de forma inmediata. Ese
entorno tiene su actividad económica basada en lo que significa el Parque Nacional. De no
existir esa figura se convertiría en cualquier otra zona montañosa, abrupta y de
difícil explotación, como existen muchas en Asturias. Por tanto las consecuencias de una
desclasificación irían más allá que la propia conservación, tendrían unas
consecuencias importantísimas para el entorno de los Picos de Europa y supondría un
riesgo y una pérdida de potencial económico a medio y largo plazo.
-¿La
construcción del funicular a Bulnes es un despropósito o una necesidad?
-Lo que es una necesidad evidenciada es la comunicación de los
núcleos que hay dentro del Parque. Otra cuestión es cómo se comunican esos núcleos y
con qué objetivos. Si lo que pretendemos no es mejorar las comunicaciones, sino fomentar
unos cambios estructurales en determinados ámbitos, que es lo que va a suponer el
funicular, no está en consonancia con lo que significa un Parque Nacional. Si lo que
pretendemos es establecer unas comunicaciones para esos vecinos, evidentemente estamos
respondiendo a uno de los objetivos que tiene la ley de la Declaración del Parque, que es
la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos del entorno.
Pero la solución adoptada, ésta como otras muchas, se enfrenta con la idea de
conservación de la naturaleza y tiene otros objetivos muy diferentes a la mejora de las
condiciones de vida de los vecinos. En el fondo de todas estas iniciativas estrambóticas
subyace un rechazo por parte de los actuales gobernantes al Parque Nacional. Ellos lo
explicitaban cuando eran oposición, pero no se atreven a hacerlo de forma directa siendo
gobierno por el miedo a las reacciones en determinados ámbitos sociales y por temor a las
consecuencias, de manera que optan por hacer este tipo de propuestas, polémicas y
agresivas con el Parque Nacional, para crear una imagen de conflictividad, de follón, de
que si ellos quieren hacer y la oposición se resiste. En el fondo lo que quieren es que
se identifique Parque Nacional con follón y polémica. Y tras todas estas iniciativas,
que ellos saben perfectamente que van en contra de las normas del Parque, tanto legales
como planificadoras, subyace ese rechazo no explícito pero sí implícito al Parque
Nacional.
-Parece que el PP está tratando de convertir el Parque
Nacional en un parque de atracciones.
-Efectivamente. La tipología de iniciativas y la
actitud que el PP adopta ante cualquier proyecto, ante cualquier propuesta para el Parque,
no es desde la óptica de un Parque Nacional como un espacio protegido. Ellos lo
consideran como un objeto de negocio. A partir de ahí se distorsiona de forma rotunda la
finalidad de lo que es un espacio protegido, un modelo de desarrollo sostenible en el
tiempo, en consonancia con la conservación de la naturaleza. Es decir, todo aquello que
está incluido y recogido en el quinto programa de acción comunitaria de la Comisión
Europea, pero de lo que los dirigentes actuales no se enteraron todavía.
-Salió en prensa que el señor Tielve tenía la idea de
hacer un tren a los Lagos de Covadonga...
-Es todo dentro del mismo contexto, y encima lo pretenden
justificar desde el punto de vista ambientalista. Y es que a uno le da la risa con los
argumentos que sacan. Es un despropósito tras otro. El objetivo es, en definitiva, el
rechazo al Parque Nacional, evitar que funcione. Si hubiese una voluntad positiva de
desarrollo del Parque Nacional, en consonancia con los modelos que están vigentes en la
actualidad y que ya han demostrado más eficacia, no se plantearían este tipo de
iniciativas.
-¿Qué política medioambiental se debería desarrollar en
Asturias para que hubiese un equilibrio entre el desarrollo y la conservación del medio
natural?
-No hay que inventarse la pólvora, es decir, es un modelo que
está ya contrastado, que está asumido por el ámbito geopolítico en el que vivimos, por
el ámbito de la UE, y que los países miembros, cada uno en su peculiaridad, están
implantando en su territorio. Aquí tenemos ejemplos claros de ese ensamblaje entre la
conservación y el desarrollo: es el caso de Somiedo.
Somiedo era uno de los concejos que tenía un nivel socioeconómico de las más bajos de
la región. Desde que se declaró Parque Nacional, se ha observado en ese entorno una
mejora evidente, contrastable y objetivable de las condiciones socioeconómicas. Los
somedanos lo saben bien, y son ellos los primeros defensores del Parque. Eso que digo que
está inventado ya y que se sabe que funciona, no se debe de abandonar por elegir modelos
que han demostrado precisamente su ineficacia, modelos de hace muchas décadas que
deslumbraron al señor Tielve cuando visitó los Alpes Suizos y vio aquellos trenes
horadando las montañas. Los suizos dejaron de hacer eso hace ya más de treinta años,
sin embargo ahora lo quieren trasplantar aquí, cuando el momento actual ya va por otros
derroteros. ¿Es que Pajares, por tener teleféricos para las pistas de esquí o
autopista, tiene más ventajas de desarrollo que Somiedo? Es un ejemplo. Hay ámbitos
montañosos de la región que tienen infraestructuras, pero eso no significa que reporte
más beneficios a los vecinos del entorno ni más riqueza en la región, sino al
contrario. Son otras zonas, con otras características, otros modelos de desarrollo y otro
tipo de infraestructuras, las que benefician ese entorno, porque tienen otros atractivos
que son cada vez más valorados.
-¿Tendremos gobierno del PP para rato?
-Estoy luchando para que no, es mi papel. Los
asturianos me eligieron para eso.
-¿Crees que la mujer sigue teniendo dificultades a la hora
de defender sus opiniones frente al hombre?
-Sinceramente, en lo que respecta a mi situación
personal, tengo que decir que no. Quizás por mi propia profesión, como médica del
INSALUD, no sufro ningún tipo de discriminación. Pero esta situación personal mía
considero que es de un cierto privilegio y que no se puede transplantar al conjunto de
mujeres de mi misma edad y de mi mismo nivel socioeconómico. Yo provengo de una familia
obrera de la cuenca minera, mi padre es minero y toda mi familia es minera, pero muchas
personas de mi misma condición quizás no tuvieron las oportunidades que yo tuve en la
vida, y eso marca definitivamente la trayectoria personal.
-¿Crees que es importante que la mujer se implique cada vez
más en la sociedad, para que aporte su poder transformador?
-Se están aportando ya muchos aspectos positivos
con la incorporación de la mujer, que debe de ir en paralelo a su disponibilidad. La
tarea a la que estaba relegada la mujer genéricamente debe de sufrir un cambio radical.
Eso supone que la mujer puede tener mayor disponibilidad en su conjunto, que puede aportar
su peculiaridad, su singularidad o su especificidad en el quehacer de la sociedad. Que la
mujer aporte su sensibilidad o su psicología, tiene su parte positiva y su parte
negativa. Intentemos aprovechar la positiva.
-Si hubiese en los gobiernos más mujeres que hombres, ¿no
crees que la mujer hubiera podido realizarse mejor?
-No se puede hacer tabla rasa de que las mujeres
van a hacer una política mejor para las mujeres y los hombres peor; porque, puede haber
por ejemplo mujeres más machistas que hombres. No porque se sea mujer se van a hacer las
cosas de determinada forma. Depende todo de la base ideológica desde la cual se haga el
planteamiento de acciones específicas para fomentar esa igualdad de oportunidades en la
sociedad, en la salud, en la educación, etc, y del papel del Estado como redistribuidor y
fomentador de esa igualdad.
-Como mujer luchadora ¿cuál sería tu sueño para
Asturias?
-Pues mi sueño sería que, sin renunciar a
nuestra historia, se construya en el futuro una región equilibrada en los aspectos
territoriales, sociales y también medioambientales; una región segura, en la que el
hecho de vivir en un determinado lugar no suponga un riesgo; una región que compagine de
forma sabia la conservación de la naturaleza con esa tradición industrial que genera
riqueza, empleo, y esperanza en el futuro.
Compaginando esos dos aspectos podríamos conseguir una Asturias próspera, equilibrada,
segura, y con confianza en el futuro.