OBESIDAD
INFANTIL
Más gordos y más
sedentarios
|
Foto cedida por J.J.D. |
Las cifras son contundentes.
El último congreso de especialistas ha revelado que el número de
obesos en el mundo ya supera al de las personas desnutridas.
Asturias no se queda fuera de esta tendencia: en la última década se
ha duplicado el número de niños obesos.
Las
consecuencias de este preocupante aumento serán graves tanto para la salud
de los individuos como para los sistemas sanitarios de todos los países, que
tendrán que afrontar un problema tan grave, que ya se habla de "epidemia de
obesidad". El mejor momento para enderezar hábitos son los primeros años de
vida. Juan José Díaz, doctor del servicio de pediatría del Hospital San
Agustín (Avilés) explica las causas y las soluciones.
-Al parecer
la obesidad infantil aumenta sin freno, de momento.
-No sólo en Asturias, sino en todo el mundo occidental. En concreto, en
toda España se han producido dos cambios fundamentales: en la alimentación y
en el estilo de vida. Lo que más preocupa es este segundo punto, y es que
cada vez tienen un ocio más sedentario: televisión con muchos canales que
funcionan todo el día, ordenadores, Internet, videoconsolas, teléfonos
móviles. Pasan muchas horas sentados, no sólo en el colegio, ya que las
actividades extraescolares muchas veces no son físicas.
-O sea,
imprescindible más actividad física.
-Es la clave. Ahí es donde podemos cambiar los hábitos de estos niños
para que no sean en el futuro adultos obesos y sedentarios. A todo eso hay
que unirle la alimentación, con un patrón de dieta menos rico en grasas.
-¿Cómo comen
los niños, hoy en día?
-Pues en general tienen una dieta basada en el consumo de productos
industriales, alimentos con muchas grasas saturadas, pizzas, hamburguesas,
alimentos que se consumen fuera de hora de muy alto contenido calórico. Los
platos precocinados son más cómodos de preparar, pero tienen muchas grasas y
no ayudan a alimentar bien a los niños.
"Aumentar la actividad
física es la clave. Ahí es donde podemos cambiar los hábitos de
estos niños para que no sean en el futuro adultos obesos y
sedentarios" |
-¿Quién tiene
la mayor responsabilidad?
-Los padres, la industria, la administración, los pediatras. Nadie puede
eliminar su parte de culpa en todo esto. Ahora hay pasos en marcha por parte
del gobierno central, apoyado por las administraciones locales y regionales,
para poner en marcha una estrategia global dirigida a abordar este problema.
-La correcta
alimentación ¿debería ser una asignatura en la escuela?
-Quizá no como una disciplina completa, pero saber comer bien y tener un
estilo de vida saludable sí debería ser parte del currículo escolar. El
potencial de los colegios para inducir cambios en los niños es importante.
-La
publicidad a veces no da tregua.
-Pero yo creo que no es exactamente la culpable. Sí lo es la industria
alimentaria. Al fin y al cabo consumimos lo que nos venden. Si nos venden
productos con un contenido en ácidos grasos muy elevado, pues comeremos
muchos ácidos grasos. Si tienen menos cantidad de grasa, pues consumiremos
menos grasa. La industria alimentaria se tiene que implicar también en este
cometido.
-Háblenos de
los hábitos a corregir.
-El principal es conseguir que todos los niños desayunen bien: un
lácteo, una pieza de fruta e hidratos de carbono. Muchos llegan al colegio
prácticamente sin desayunar, por eso a mediodía están muertos de hambre y
comen demasiado. Empezar por un desayuno completo es la base de una buena
alimentación. Y en general aumentar el consumo de fruta y verdura fresca y
disminuir el consumo de grasas.
-¿Y después
del desayuno?
-Pues repartir bien las calorías a lo largo del día; hacer cuatro
comidas, tres principales y una más ligera. Evitar acumular las calorías de
todo el día en dos tomas, la comida y a la cena. Eso es lo que hacen la
mayoría de los niños, por eso el resto del día lo que hacen es picar snacks
que no siempre son los más adecuados. Tengamos en cuenta además que la base
de nuestra alimentación deben ser los hidratos de carbono y no las grasas.
El consumo de frutas y verduras frescas también ha de ser suficiente, como
mínimo cinco raciones al día.
-Asturias es
la tierra de la fabada, muy calórica. ¿Tenemos algo que reprocharle a este
plato?
-Yo nunca diría que la fabada es la responsable del aumento de la
obesidad en Asturias. La fabada es un alimento del que no se puede abusar.
Si nuestra alimentación fuera fabada todos los días sin duda nos llevaría a
un sobrepeso, ya que las fabes son fuente de hidratos de carbono y de
proteínas, y el compango es una fuente de grasa muy importante. Se puede
consumir ocasionalmente y nuestra dieta puede estar perfectamente
equilibrada. ∆ |