trabaja diariamente para facilitarles el camino.
-¿Cómo surgió Identidad para Ellos?
-Yo trabajé muchos años en centros de menores, fui director y educador
de centros. Jorge Saavedra era un chaval que trabajaba conmigo como
voluntario y elaboraba proyectos. Ambos veíamos las disfunciones que
tenía el sistema de protección y que las malas actuaciones de la
Administración casi nunca se denunciaban. Así que cuando yo dejé de
trabajar en estos temas vimos la oportunidad de crear la asociación,
porque para poder hacer una crítica libre no puedes depender de
subvenciones de la Administración, ni trabajar para ella. Conectamos con
gente de otros lugares de España y de Asturias, y creamos una especie de
red inicial con gente que trabajaba en entidades sociales de la infancia
o protección de menores.
-Aunque tenéis sede en Gijón vuestro trabajo traspasa
incluso las fronteras nacionales gracias a la red.
-Sí, lo que más sorprende de este trabajo es cómo se mueve la
información en la red internacional, sobre todo en Latinoamérica. De
aquí tenemos docenas de miles de entradas en nuestra página. Hay por
ejemplo un contacto con gente que está denunciando la situación de los
niños de la calle en Centroamérica. Allí no existe una red de
protección, y cualquier denuncia a la administración es inmediatamente
silenciada. A nosotros nos llegan las denuncias y nosotros las
tramitamos.
"En los centros de
menores de Asturias hay plazas libres, mientras que en otros
hay niños en los pasillos. Pero como es competencia de cada
comunidad autónoma nadie quiere asumir la responsabilidad" |
-¿Tenéis algún proyecto a la vista?
-Sí, estamos elaborando uno de preparación a la vida independiente.
La Administración está ya trabajando en los centros con los chicos de 16
años, pero no tiene el alcance ni la dimensión que nosotros consideramos
que tiene que tener. Nosotros queremos crear para Asturias un plan que
podamos ofertar a la Administración, con lo que nosotros consideramos
que tiene que ser esa preparación para la vida independiente desde
edades más tempranas. Si sabes que un crío no va a tener posibilidad de
retornar a su familia porque ésta se halla desestructurada, hay que
empezar a trabajar con él a los 10 ó 12 años, porque hay hábitos,
rutinas, etc., que tienen que aprender a edades tempranas.
-¿Qué funcionamientos hay que desterrar de los
centros de menores?
-En algunos hay todavía lo que los críos llaman "camarillas", porque
son cámaras pequeñas, habitaciones de aislamiento, que supuestamente son
de protección. En los reformatorios cuando un crío tiene un mal
comportamiento automáticamente se va a una camarilla, una habitación
acolchada en la que se le da la comida y punto. Hay que ir acabando con
eso.
La atención educativa está muy bien conseguida y hay buenos
profesionales que hacen una estupenda labor, pero la atención
terapéutica está pendiente, porque cuando un crío ingresa en un centro
con un cuadro de maltrato físico, o abusos sexuales, tiene que tener un
seguimiento psicológico constante. Aquí la atención terapéutica se
deriva toda a salud mental, pero es un sistema que no funciona, porque
en el mejor de los casos el niño tiene una consulta trimestral o
mensual.
-¿Hay muchas diferencias entre los centros de
distintos lugares de España?
-Sí, por ejemplo, en Madrid, Andalucía, Canarias y Ceuta están
absolutamente desbordados por el elevado número de niños, sin embargo en
Asturias, Cantabria y Navarra tienen una buena calidad, porque son
comunidades pequeñas. En Asturias hay plazas libres, mientras que en
otros centros hay niños en los pasillos. Pero como es competencia de
cada comunidad autónoma nadie quiere asumir la responsabilidad. ∆