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SUPLEMENTO ASTURIAS  -  FEBRERO 2006

TEMA DEL MES

Mª Jesús Elizalde Sánchez


  LA SOLEDAD DE LAS
 PERSONAS MAYORES

La esperanza de vida en nuestro país ha aumentado, pero también la independencia, el individualismo y el distanciamiento entre padres e hijos. Por esa razón, cada vez son más las personas mayores que viven solas.

En Asturias, una Comunidad con una población muy envejecida, esta tendencia se acrecienta. La implicación de las instituciones es imprescindible para asegurar la calidad de vida tanto de las personas dependientes como de aquellas que les brindan su ayuda. Mª Jesús Elizalde Sánchez es Directora General de Atención a Mayores, Discapacitados y Personas Dependientes del Principado de Asturias.

-Algunos estudios reflejan que en Asturias casi un tercio de los mayores de más de ochenta y cinco años viven solos, y son mujeres en su mayoría. ¿A qué cree que se debe esta situación?
-Una de las causas principales se debe a los procesos de jubilación. Cuando las personas cesan en su actividad laboral, en muchos casos supone también cesar en la actividad social, es decir, las redes sociales que proporciona la vida laboral se rompen. Otro de los factores importantes es la pérdida de la pareja; en este sentido hay un porcentaje mayor de mujeres viudas que de hombres. Por otra parte está la independencia de los hijos: cuando los hijos abandonan el hogar, en muchos casos abandonan el entorno. Aunque esa independencia se produce cada vez a una edad más tardía, sí se produce lo que se denomina "el síndrome del nido vacío", y por tanto la situación de soledad es mayor.

-¿Dónde está más acentuado este fenómeno, en el medio rural o en el urbano?
-Los estudios señalan un índice mayor de soledad en las zonas urbanas, no obstante en Asturias casi está equilibrado. Hay un mayor índice de personas que viven solas en la zona urbana pero también existen muchísimas personas que viven en la zona rural solas, como consecuencia de la marcha, sobre todo, de las generaciones más jóvenes de esa zona. No obstante, el tema de la soledad hay que enfocarlo desde diversos aspectos: una cosa es el vivir solo y otra sentirse solo. No todas las personas que viven solas tienen ese sentimiento de soledad, ni todas las personas que viven acompañadas están exentas de sentirse solas. Por tanto, hay en algunos casos un índice elevado de personas que viven solas y que están contentas con esa situación.

-Se tiene a veces la impresión de que la soledad de las personas mayores es un estado de angustia o de inactividad, pero también puede serlo de plenitud y realización personal.
-Exactamente, y también hay quien vive acompañado pero con un sentimiento de soledad, de sentirse aparte ya del ritmo vital de los demás, de no formar parte de un núcleo de relación alrededor. La mayor sensación de soledad, en muchos casos, se produce cuando ha habido pérdida de la pareja, una pérdida afectiva.

"No todas las personas que viven solas tienen ese sentimiento de soledad, ni todas las personas que viven acompañadas están exentas de sentirse solas"

-¿Qué está pasando en las familias para que algunas personas mayores estén siendo relegadas a una situación como ésta?
-El modelo de familia está cambiando. La incorporación al mercado laboral de las mujeres ha supuesto un cambio en la red familiar. El número de hijos es menor, las familias extensas que había antes ya no lo son tanto. Al trabajar las dos personas hay también dificultades para apoyar estas situaciones. Y llega el momento en que las mujeres también reivindican el trabajo compartido, los cuidados de los mayores, de las personas dependientes, de los niños.
Por otra parte, cada vez se vive más años, lo que acarrea situaciones de dependencia que en ocasiones no pueden ser atendidas. No es tanto el que las generaciones más jóvenes no tengan ese afecto hacia los mayores, como la dificultad social que surge a veces para poder hacerse cargo de esas situaciones.

-En Asturias tenemos una población cada vez más envejecida y por tanto con una creciente necesidad de recursos. ¿Podrán seguir aportándose desde el ámbito público?
-Sí, y desde el Gobierno del Principado de Asturias la apuesta es seguir en la creación de los servicios públicos y prestar este tipo de atención a través de los servicios públicos, pero también en una red coordinada que tenemos con servicios privados, con plazas concertadas y con programas concertados. No todas las personas que viven solas realmente requieren asistencia. Hay quienes tienen bastante autonomía para poder vivir solos, pero que en determinados casos viven situaciones de temor. Muchísimas personas el mayor sentimiento de soledad lo tienen por la noche, cuando por la edad o por el insomnio surgen esos miedos a que entren en su casa, a que se pongan enfermos. Son situaciones puntuales de personas que durante el día pueden funcionar perfectamente de una manera autónoma e independiente. Hay Comunidades Autónomas que han empezado a crear alojamientos nocturnos, sobre todo en las zonas rurales, donde la gente está más aislada. Se trataría de que las personas puedan acudir a las residencias a dormir, porque durante el día pueden hacer una vida normal. Asturias todavía no dispone de esa diversidad de recursos, pero hay una red donde se está trabajando de manera muy intensa.

-¿Con qué franja de población se trabaja?
-El tema de las personas dependientes mayores de sesenta y cinco años supone el 23% de la población. Hay apoyos a personas que comienzan a tener una situación de dependencia y a personas que ya tienen dependencia grave. Existen programas de envejecimiento activo, que es una manera de evitar ese sentimiento de soledad, haciendo que las personas empiecen a incorporarse a las redes sociales, a tener proyectos vitales. Por otra parte tenemos los recursos sociales y sanitarios, y también tenemos el programa de teleasistencia, financiado entre el Ministerio y los ayuntamientos. Es un sistema que a las personas les permite seguir viviendo solas, sabiendo que en cuanto les suceda algo pueden pedir ayuda.

-¿Qué va a pasar con el grupo de edad más dependiente y con mayores dificultades de movilidad?
-Lo que tiene que haber es una continuidad en los cuidados. Primero, prevención. Otra fase es cuando la persona realmente requiere unos apoyos pero puede permanecer todavía en su entorno familiar. La familia sigue sosteniendo esa situación, lo cual no quiere decir que vaya a continuar con ella. Nuestra responsabilidad política es saber los cambios sociales que existen y adelantarnos a esa situación. El anteproyecto de la Ley de Dependencia a nivel estatal se enfoca así: que pueda haber recursos de atención independientemente de los apoyos que pueda brindar la familia. En Asturias tenemos unas ocho mil cien personas aproximadamente en los servicios de Ayuda a Domicilio. Disponemos de una red de Centros de Día con ochocientas plazas para atención a las personas que ya están en una situación de dependencia. Y luego tenemos una red residencial, que abarca desde alojamientos temporales hasta los ya definitivos. ∆

   

   
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