Foto cedida por la F. A. de Actividades
Subacuáticas |
La belleza de la naturaleza asturiana es visible e
indiscutible, pero hay otra Asturias por descubrir que descansa bajo la
superficie del mar. Agustín Menéndez,
presidente de la Federación Asturiana de Actividades Subacuáticas la
conoce muy bien.
¿Cómo
es la Asturias sumergida?
-De una belleza incomparable. Es un fondo agreste, con especies
variadas que van desde la julia, el cabracho o la chopa, hasta la lubina
o el congrio. El problema es que no hay mucha luz, y sobre todo que el
mar no siempre está bien. Como federación no podemos programar una
actividad regular porque en el Cantábrico puedes tener un mar increíble
el viernes, y de la noche a la mañana se transforma y no te puedes ni
acercar.
-¿Qué tipo de fondos marinos encuentras aquí?
-Tenemos un fondo rocoso, la piedra cubierta, con mucha alga, y
bastante fauna, y todo ello en unas profundidades entre cero y 25 metros
aproximadamente; más abajo sólo hay frío y oscuridad. Existen
diferencias entre Oriente y Occidente, como por ejemplo la zona de
Llanes, que es más arenosa, con muchas calas y menos pedrero. Occidente
tiene más vegetación, piedras, y también más vida.
-¿Qué
actividades de las que realizáis en la Federación tienen mejor acogida?
-La pesca submarina es la preferida por la gente, después, el buceo
con botella y la fotografía submarina. Otras actividades, como la
orientación subacuática y la natación con aletas son ya más minoritarias
y técnicas.
-¿Cómo
promocionar el turismo subacuático sin perjudicar el medio marino?
-Haciendo el buceo con botellas, que en otros sitios costeros
aprovechan para fomentar el turismo activo. Aquí tenemos el problema de
que el mar cambia rápidamente. En el Mediterráneo no sucede eso. Allí
tienes el centro de buceo a pie de mar, coges el equipo y a disfrutar.
Por eso aquí es muy difícil montar un negocio dedicado a esta actividad.
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