a
orografía de Asturias es caótica: llena de altos, bajos, y algunos
descansos -pocos- en suelo llano. El caso es caminar. Es lo que
recomienda Ángel Fernández Ortega, montañero y coordinador del
comité de senderismo de la FEMPA.
-La
afición por el senderismo se ha disparado en la última década. Antes
no era algo tan valorado.
-Es que el senderismo llegó a la Federación Asturiana de
Montañismo en el 94, cuando otras autonomías llevaban ya más de
treinta años trabajando en ese sentido. A partir de ese momento nos
metimos a fondo y empezamos a crear redes senderistas. En doce años
hemos crecido mucho. Y es que la gente quiere moverse. No les gusta
bajarse del coche en el mirador y luego volver al hotel. Hay que
darle actividad.
-Los
senderos abarcan todas las alturas de Asturias.
-Sí, combinan la costa con la montaña. Hoy hago una senda
costera en Llanes y mañana estoy subiendo a la Vega de Urriello. Hay
barrancos, foces, aguas que bajan en torrenteras, cascadas, vistas
panorámicas. También son un valor importante los pueblinos y sus
gentes.
-¿Qué
resaltaríamos del Occidente asturiano?
-Tiene también elementos interesantísimos. Allande, Castropol...
tienen montañas redondas pero muy especiales. Predomina la
arqueología antigua, castros, túmulos. La Sierra de Carondio es
plana, pero ves el mar al fondo y conoces elementos que son parte de
nuestra cultura, recorriéndolos por los mismos sitios por los que
pasaban gentes hace cuatro mil años, y que hoy se conservan bien.
"La gente quiere moverse. No les gusta bajarse del coche en el
mirador y luego volver al hotel. Hay que darle actividad"
Foto: FER |
Angel F. Ortega es autor de numerosos libros de
montaña, entre ellos "Las 100 montañas más bellas de Asturias"
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-La
creación de sendas en Picos está siendo un ejemplo.
-Lo cierto es que sí. Los Picos de Europa dependen por el
momento de Parques Nacionales, y tienen treinta senderos más dos GR,
que están homologando los técnicos de la Federación en estos
momentos. Esto es algo inédito, hay Parques en nuestro país en los
que nunca se ha hecho esto, puesto que cada uno marcaba las sendas
un poco a su manera.
-Imagina que soy un visitante y tienes que "venderme" Asturias.
-Te diría: ven y métete en los rincones más apartados, recorre
la red senderista tan abundante que tenemos, con la mochila y la
cámara fotográfica; visita el Oriente y el Occidente, los Picos de
Europa, los Parques Naturales, los hayedos, los barrancos, los ríos;
ve a bañarte en el Dobra en Tornín, en Cangas de Onís; sube a
Covadonga y visita los lagos; vete a Ario y da uno de esos paseos
deliciosos por los peñascales. Verás Torrecerredo, y el Cares
tallado en la roca. Puedes ver ponerse el sol por la vertiente del
oeste, sobre las crestas adornadas con una niebla profunda, y dormir
en la montaña, bajo las estrellas. Además, en los pueblinos vas a
comer muy bien, porque es donde se hace la auténtica cocina
asturiana. Después de encaramarte a las montañas y caminar por los
caminos tradicionales, se te llenará de ilusión el espíritu. Y
volverás a Asturias de nuevo, porque vas a tardar en visitarla
entera. ∆