Domingo Goñi
Tirapu, portavoz de ACA |
Asturianos en pie de
guerra
La
Agrupación de Colectivos Asturianos (ACA), está integrada por más de 30
asociaciones, algunas de ellas con mucha experiencia en lidiar contra la
especulación del territorio en Asturias.
Domingo Goñi Tirapu es uno de los tres portavoces de ACA. A su vez es
presidente de AVALL, una asociación que ha presentado grandes batallas
en el ámbito urbanístico en el concejo de Llanes.
-En los medios de comunicación se apunta a un proceso
de 'marbellización' de la cornisa cantábrica. ¿Qué hay de realidad en
todo esto?
-Es real, a pesar de que políticos y técnicos de la administración estén
queriendo desviar la atención sobre esto. Sólo contabilizando unidades
de actuación y urbanizaciones contempladas en los planes urbanísticos de
los concejos costeros, se construirán 60.000 viviendas. Además hay que
contar todo lo que van a crecer los núcleos rurales en los que se están
levantando pequeñas urbanizaciones, ya que aunque sea con casitas
individuales, su crecimiento está muy por encima de lo que prevé la ley.
Todo sumado supone bastante más de 60.000 nuevas viviendas en todo el
litoral.
-¿Corre peligro el litoral asturiano?
-Sí, ahora mismo el peligro ya está encima. Ha sido una decisión
política y se está cumpliendo. La administración sabe que los
procedimientos van a su favor. Nosotros, desde AVALL, iniciamos hace 15
años un procedimiento contra las normas subsidiarias de Planeamiento del
concejo de Llanes, y hace 4 ó 5 años lo ganamos. Con ello evitamos que
se destrozara mucho más, pero tardaron casi diez años en resolver un
contencioso administrativo y en esos diez años se ha construido todo.
Ese es el problema. Porque mientras no haya una decisión de la justicia
se continúa construyendo sin ningún escrúpulo. Y una vez que hay una
decisión, normalmente se recurre al Supremo. El problema es que luego,
no se derriba nada.
-Será cuestión de tiempo.
-Sí sabemos que en Cantabria hay doce órdenes de derribo de grandes
urbanizaciones, y esta primavera seguramente empezará a caer una de
ellas. Es un proceso de mucha polémica que también ha sido largo, pero
al final se ha llegado. De alguna manera nosotros queremos hacer saber a
la opinión pública que esto también va a ocurrir aquí. El proceso de
urbanización parece imparable, porque el dinero está empujando y los
políticos hacen la vista gorda, pero nosotros vamos a ser constantes y
vamos a llegar hasta el final. Lo que tenga que ser derribado, se
derribará.
-Comunidades como Asturias tienen un Plan para el
litoral, conocido como POLA. ¿Qué lagunas presenta este plan?
-Para empezar, el POLA cuando se propuso era bastante respetuoso y
restrictivo con esta demanda urbanística. A los políticos se les llena
la boca con este plan que se supone que protege la línea de 500 metros
de costa, pero no es verdad porque no sólo están creciendo los núcleos
rurales, incluso se están transformando esos núcleos rurales en núcleos
urbanos con capacidad para poder hacer urbanizaciones importantes. Es
decir, en la práctica no está ocurriendo así, y no sólo no se están
protegiendo esos espacios con el POLA, sino que tampoco se está velando
por los llamados 'espacios protegidos'. En la franja costera hay una
serie de zonas que están protegidas por decisión europea, los LIC
(Lugares de Interés Comunitario) y los ZEPA, lugares de protección de
aves, que tienen una normativa a nivel europeo que debería observarse
rigurosamente, y eso no se está haciendo. El problema es que zonas
protegidas empiezan a tener ya elementos urbanos, y ése es el primer
paso para que en la siguiente revisión del Plan se pueda urbanizar.
"Las mayores
concentraciones urbanísticas vienen de las grandes constructoras. En los
concejos hay otras más pequeñas que se van a ver en la imposibilidad de
seguir trabajando."
-¿Qué medidas estáis planteando desde AVALL?
-Pensamos que tiene que haber una moratoria inminente de todo el
desarrollo urbanístico que se está planteando, hasta que se pongan en
práctica todas las leyes y normativas que quedan por desarrollar para
defender espacios naturales. Hay muchos modelos en Europa en los que
fijarse.
De momento desde AVALL estamos utilizando otros medios legales para
impedir que esto salga adelante, por ejemplo, una vez que se pone en
marcha un contencioso, nosotros -lo estamos haciendo en Llanes-
automáticamente ponemos unas notas en el registro de la propiedad que
digan "esta parcela está pendiente de resolución judicial" y así a ver
quién compra. Es una forma de disuadir a la población para que se sepa
que a pesar de que han dado el visto bueno inicial, no tienen todas las
garantías legales de que vaya a tener un final digno y elegante.
También estamos recurriendo a otras fórmulas, yendo a por los
funcionarios corruptos que hay en la administración y a por los
políticos que están permitiendo todo esto. Un plan urbanístico no sale
adelante si no tiene la firma de un funcionario -llámese arquitecto
municipal o secretario municipal- que da el visto bueno. Nosotros ya
hemos llevado al banquillo a varios técnicos responsables de
determinadas ampliaciones o convenios urbanísticos.
-En todo este entramado ¿qué parte tienen los
constructores?
-Está habiendo muchos intereses, es una rueda. Hay grandes
promotoras inmobiliarias a nivel nacional que están metiendo el morro
aquí porque les interesa. Las mayores concentraciones urbanísticas que
se están planteando vienen de las grandes constructoras. En los concejos
hay otras más pequeñas que se van a ver ante la imposibilidad de seguir
trabajando... En Llanes el año pasado empezó a haber paro entre los
trabajadores de la construcción, porque las grandes promotoras y
constructoras se traen hasta sus peones.
Y todo esto se hace arreglándolo previamente con el ayuntamiento, que
les da una información privilegiada. Es una prueba de que se hace a
espaldas del resto de la población. Lo primero son los acuerdos con las
promotoras y luego sale el plan urbanístico, ése es el procedimiento, no
al revés, que es como debería ser pensando en el bien público.
-Muchas poblaciones van a cuadriplicar su población,
sobre todo en periodo estival. ¿Existen estudios sobre consumo de agua,
energía y uso de infraestructuras?
-No, la administración sabe que hay una serie de leyes y de normas que
se tienen que aplicar y no lo están haciendo. En ninguno de los planes
urbanísticos que hemos revisado -y prácticamente estamos revisando todos
los de la costa-, hay un estudio de necesidades de agua, obligatorio en
la Confederación Hidrográfica del Norte. Y se quedan tan tranquilos,
cuando en la práctica está ocurriendo que en verano hay poblaciones que
ya no tienen presión de agua. Paralelamente aparece la genialidad de la
implantación de campos de golf a lo largo de la costa, cuando los campos
de golf son muy agresivos, no sólo porque consumen montones de millones
de litros de agua, sino porque además al lado de cada uno de ellos hay
una urbanización como mínimo de 400 viviendas.
Y como consecuencia empiezan a multiplicar una serie de infraestructuras
que no se necesitan porque se van a utilizar dos meses al año. Tampoco
se ha pensado en el tema de los residuos, en lo único que se ha pensado
es en las infraestructuras viarias. La autovía es lo que ha provocado el
aluvión de turismo de segunda residencia, que es lo que va a masificar
toda la costa.
"Hace ya catorce
años alertábamos sobre el desarrollo que se estaba
planteando en Llanes, nos parecía depredador. Ahora lo
estamos viendo ya en la práctica." |
-Llanes es el ejemplo más claro de especulación
urbanística.
-Sí, porque es el primero. Nosotros hace ya 14 años alertábamos
sobre el desarrollo que se estaba planteando, nos parecía depredador, y
ahora lo estamos viendo ya en la práctica. Las segundas residencias son
las que están machacando la costa, consumen mucho terreno y energía, y
se hacen exclusivamente para especular, porque en la práctica la mayoría
de los que compran la segunda residencia la ponen a su vez en alquiler.
Es muy descarado lo que se está haciendo en Llanes, pero hay otras
actuaciones en la costa que aún lo son más. Sin ir más lejos, Caravia,
es un desastre total. Es un concejo muy pequeño, y con lo que se va
hacer se cuadriplicará la población.
-¿Se pueden crear poblaciones fantasma?
-Sí, pero no les importa porque se está haciendo puramente para
especular. Da lo mismo que efectivamente se llene todo de cemento y que
se use sólo uno o dos meses al año.
-Con este panorama ¿qué medidas va a tomar vuestra
plataforma?
-Cada vez que sale un plan urbanístico en un concejo, o la aprobación de
un plan parcial absolutamente machacante, nos personamos para que vean
que los vecinos de allí no están solos, que somos todos los que estamos
alegando. Además, en este caso AVALL se ha ganado a pulso ser una
asociación de utilidad pública y por tanto tenemos justicia gratuita,
que ofrecemos al resto de las asociaciones. Normalmente cuando se llega
a un contencioso uno de los problemas grandes es el económico. Si nos
personamos con justicia gratuita vamos a avanzar y los políticos se lo
van a pensar dos veces.
También desde ACA vamos a plantear que podamos participar en organismos
desde los cuales se estén decidiendo las cosas, como la CAMA, y sobre
todo la CUOTA, que es la que da el visto bueno a todos estos planes
urbanísticos.
-Todo esto se solucionaría si hubiese acuerdos entre
administraciones, asociaciones vecinales, ecologistas, y constructoras.
-Sí, pero no hay voluntad. Para que te hagas una idea nosotros llevamos
varios años pidiendo una entrevista con la alcaldesa de Llanes y no nos
la conceden.
La Administración empezará a tener voluntad cuando presionemos, cuando
tengamos más fuerza y una presencia importante. Entonces no va a tener
más remedio que sentarse a hablar con nosotros, porque esto crece y
nosotros no vamos a parar. ∆ |