Texto y foto: Lupercio González

-¿Cómo logra combinar su vida profesional y privada en un cargo que exige tanta presencia pública?
-Es muy difícil para cualquier persona, sea hombre o mujer. Uno tiene que intentar tener equilibrio en la vida personal y profesional, y llegar a una especie de acuerdo entre ambas partes para no tener problemas y más si vives en pareja. Es una cuestión de organización. Al final, uno lo que tiene que hacer es ver las partes buenas de las actividades que le corresponden y minimizar las malas, porque si no la vida se hace muy complicada, aunque yo soy muy positiva y pienso que a la vida hay que echarle ganas y ánimo.

-Desde su ángulo femenino ¿cómo piensa gestionar los recursos turísticos de Asturias?
-Los asturianos tenemos mucha suerte de vivir en una tierra privilegiada como ésta. Es necesario hacer extensivo a los turistas españoles y a los europeos sobre todo, esta suerte que tenemos y que sepan que ellos también pueden disfrutar de ella pasando sus días de vacaciones en Asturias. La naturaleza, madre de todo, nos ha proporcionado en este pequeño territorio una riqueza absoluta, y que es difícil de encontrar en otros sitios. Esta combinación, en tan poco espacio geográfico, de montañas, valles, ríos, lagos y mar, es prácticamente única; además, en un entorno donde las personas son muy extrovertidas y quieren al turista. Y eso es también una característica fundamental, porque no es lo mismo que una persona venga y se sienta acogida, a que haya distancia o se la reciba con frialdad. Aquí no sucede eso. Hay otro aspecto que también hace que los que vienen queden encantados y enamorados, y es la gastronomía. En Asturias se come muy bien y la relación calidad precio es muy buena. Todas esas características hacen que hablar de turismo en Asturias y promocionar Asturias sea fácil. Sólo hay que hacer un buen marketing en consonancia con el producto y que se ajuste como un guante. Que lo que vendamos sea real. El logotipo "Asturias Paraíso Natural", vende la esencia de Asturias, vende la naturaleza, el paisaje, el entorno. Agradezco a todos los directores generales anteriores y a los que crearon en un primer momento este logotipo y el lema, que lo hayan mantenido, porque a veces se tiene tentación de querer cambiarlo. Este logotipo nuestro es como el "Asturias patria querida" o nuestra bandera con la cruz de la victoria, o la sidra o la fabada. Es algo ya enraizado en el corazón y en el alma de los asturianos, es una esencia de lo asturiano y lo mantendremos.

-El carácter franco, directo y abierto de la gente asturiana ¿cómo apoya la promoción turística?
-Intentamos transmitir que a los asturianos nos gustan las personas, nos gusta conocer gente y que nos conozcan. Uno de los principales elementos promocionales que tenemos a nivel mundial son los asturianos que están desperdigados por los distintos países, e incluso dentro de España. Tenemos centros asturianos en las principales ciudades de nuestro país, pero también en Europa, en Sudamérica, en Centro América... Intentamos transmitir que las personas que vienen aquí no se van a encontrar extrañas; van a sentirse casi como en su casa. Evidentemente es diferente a su lugar de origen en cuanto a la climatología, a la naturaleza, a la forma de comer e incluso en cuanto al patrimonio cultural, que es numeroso y muy variado. Se van a encontrar con algo diferente, pero se van a sentir queridos, porque el asturiano es muy acogedor y muy hospitalario, pero también es muy directo. Trata bien a las personas que nos visitan, y eso nos hace tener un activo que otras comunidades autónomas no tienen, porque por su naturaleza o forma de ser, son diferentes.

"Los asturianos tenemos mucha suerte de vivir en una tierra privilegiada como ésta"

-Se están optimizando las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas; turísticamente, eso es positivo. ¿Qué momento vive Asturias?
-Ahora mismo hay dos grandes oportunidades para la actividad económica de nuestra región en general y para el turismo en particular. Una es la conquista del mercado internacional. Hemos dado un salto cualitativo y cuantitativo enorme con el aeropuerto internacional, con tres destinos internacionales ya conectados a día de hoy y un cuarto destino con Alemania que conectaremos antes de que acabe este año. También abre la posibilidad de que mercados que para nosotros eran lejanos ahora se encuentren a hora y media de avión, también directo, como puede ser Levante y Andalucía para temporada media y baja.
La segunda gran oportunidad que tenemos, en cuanto a infraestructura, es el desarrollo turístico del Occidente. Es importantísimo que esa autovía, que va del centro de Asturias hacia Galicia, se desarrolle de la forma más eficiente y rápida posible, y de esta forma Asturias sea más accesible y pase a estar en primera línea de escaparate. Eso permitirá descubrir a muchos asturianos una parte de Asturias que todavía desconocen y que les va a sorprender mucho. Por otro lado, desde el Principado de Asturias, vamos a poder mostrar en toda España y en Europa una parte importantísima de nuestro patrimonio cultural, etnográfico y de naturaleza: el Occidente.

-Al parecer en nuestra región falta personal cualificado para este sector y se quiere recurrir al exterior para cubrir estos puestos de trabajo. ¿Por qué?
-En la actividad turística evidentemente la persona es fundamental. Quizás en otras actividades no es así, porque están más industrializadas o son procesos más estandarizados. En turismo es básica la persona, porque es la que presta servicio y la que aporta la sensación de calidad, de valor añadido. Eso es necesario para que nos valoren como destino preferente frente a otros que compiten con nosotros. En ese sentido el personal es clave. ¿Y qué ocurre? Que en muchos casos socialmente la figura de las personas que se dedican al mundo turístico, en Asturias que venimos de una fuerte tradición industrial histórica, choca. Y parece que una persona que se dedica al sector turístico, como profesional, está menos dignificado socialmente que otra que trabaja en una fábrica, o en un plantilla industrial o en otro tipo de actividades que están más relacionadas con esa tradición que nosotros tenemos. Entonces eso hace que, por una parte, muchas personas que pudieran dedicarse al sector, no lo ven como una opción atractiva. Tenemos que ser capaces, entre los públicos y los privados, de lanzar el mensaje de que es una actividad tan digna como cualquier otra. Es además, una actividad satisfactoria porque permite relacionarnos con otras personas y dar lo mejor de cada uno. Hay que dignificar a las personas que se dedican a esta actividad porque es además una de las que más empleo está creando dentro de nuestra comunidad. Evidentemente hay puestos de trabajo que no se cubren con asturianos o asturianas; también hay que dar oportunidad a personas que vienen de otras comunidades e incluso de otros países, a que puedan colaborar con nosotros en el desarrollo económico de la región. Nosotros hemos sido una tierra de emigrantes e igual que nosotros salimos a intentar mejorar las condiciones de vida y buscarnos un porvenir mejor, creo que también tenemos que ser generosos con personas que vengan de otras tierras. Hay que conjugar las dos cosas.

-Dadas las condiciones de nuestra región ¿qué modelo de turismo nos conviene desarrollar?
-Afortunadamente no podemos fomentar otro tipo de turismo que no sea de desarrollo sostenible, porque las características de nuestra región, analizadas desde una manera fría y objetiva, es hacia donde nos conducen. Subjetivamente puede estar también la sensación de que es mejor desarrollar un turismo masivo, de mucha rotación y volumen, como el modelo típico de sol y playa. Pero nosotros no tenemos las características para desarrollar ese tipo de turismo. Tenemos que ir a un turismo diferente, que deje más margen, más valor por cada turista que venga. Nuestro acierto está en trasladar al mercado lo que realmente somos y no pretender lanzar otros mensajes con algo que la gente no se va a encontrar cuando venga aquí. El turismo que queremos es el de personas que valoran el medio ambiente y la cultura, que quieren pasar unas vacaciones diferentes y porque saben que lo que se van a encontrar aquí no es igual a lo que se van a encontrar en Benidorm. Y si nos elige, es porque quiere ese otro modelo. Ese es el turista que buscamos y que afortunadamente estamos teniendo.