La coyuntura política que se generó hace meses en el ayuntamiento morciniego le llevó a asumir el cargo de primer edil de este municipio. Ahora afronta esta responsabilidad con ilusión y con la vista puesta en el interesante futuro que se abre para Morcín.

-¿Cómo definiría el momento en el que se encuentra este concejo?
-Dentro de los concejos pequeños de la cuenca del Caudal, Morcín es uno de los que más perspectivas de futuro tiene. No olvidemos que es el único concejo de la comarca que está creciendo, un goteo muy pequeño pero está creciendo. Las expectativas que levanta el polígono industrial de Argame, que ya está en ejecución, son grandes. No hay más que ver la lista de reservas de suelo por parte de varias empresas. Tenemos una reserva de cuatrocientos y pico mil metros cuadrados, cuando sólo disponemos de ciento sesenta y nueve mil metros cuadrados urbanizables. En otro orden de cosas, no tenemos mucho paro, sólo unas noventa personas. Este concejo dependía fundamentalmente de la minería, que está en decadencia; y de la ganadería, que era un complemento. Gracias a la buena ubicación que tenemos, cerca de la capital del Principado como de la villa de Mieres y de las vías de comunicación importantes de nuestra región, podemos decir que somos un concejo que en este momento tiene un gran futuro.

-¿Dónde están puestas las prioridades?
-Principalmente en el polígono de Argame y en el desarrollo de vivienda pública. Hemos planteado en el Ministerio correspondiente en Madrid, a través de Infonvest, que gestiona los activos ociosos de la antigua Ensidesa, la adquisición de los terrenos que tiene Ensidesa en la Foz de Morcín para desarrollarlos como vivienda pública. Estamos hablando de unos veintiún mil metros aproximadamente, y de unas cien viviendas; es la vega, más un paseo que va a enlazar con el futuro emplazamiento del Museo de la Lechería y los Quesos Asturianos, que es lo que nosotros llamamos el futuro Eco Museo. Las viviendas somos partidarios de hacerlas lógicamente por fases y según demanda.
El Museo de la Lechería y los Quesos Asturianos se ubicaría en las antiguas tolvas de carbón (la Vega de la Hortica) en la Foz. El proyecto está hecho y prácticamente la financiación cerrada. La financiación de esta obra va a cargo, por una parte, del PRODER, con el tope que tienen los ayuntamientos, una aportación importante por parte de Cajastur, otra de la Consejería de Medio Rural, otra de la Consejería de Cultura y nosotros. Estamos hablando de un proyecto de un millón doscientos mil euros.
Pensamos que este proyecto va a ser un gran reclamo turístico para el concejo y que además generará puestos de trabajo, porque tendrá una cafetería o bar, un guía... La obra en sí es importante, además de quedar enlazada con el Eco Museo. En la anterior legislatura, que gobernábamos junto con Izquierda Unida, ya se adquirió la antigua casa de los ingenieros en la Foz, un edificio de piedra precioso que queremos rehabilitar como hotel rural. La ubicación privilegiada, a la falda del monte Monsacro, junto con su historia, que todos conocemos, y su cercanía al Museo de la Lechería y de los Quesos, enlazado también con ese Eco Museo, hará que finalmente quede un conjunto muy bien rematado.

-Santa Eulalia, la capital del concejo está sufriendo una serie de cambios importantes. ¿Hacia dónde va su transformación?
-Por la cercanía a Oviedo su población ha crecido de manera importante y continúa. Parece que todas las preguntas acaban en el polígono, pero es que en el convenio de colaboración con SEPES habíamos negociado una parcela de cuatro mil metros apropiada al Ayuntamiento, y eso nos da pie a que estas instalaciones, en las que estamos ahora en el parque móvil, pudiesen trasladarse allí, para desarrollar urbanísticamente esto aquí. Estamos hablando de la creación de unas doscientas o doscientas treinta viviendas. Con las expectativas que levanta el polígono industrial, entendemos que la gente que venga a trabajar a Morcín pueda tener acceso a una vivienda digna y accesible económicamente dentro del concejo. No olvidemos que somos un concejo de unos tres mil doscientos habitantes y de ellos setecientas cincuenta y ocho personas son mayores de sesenta y cinco años. Por eso en el plan general, como decía antes, está contemplado desarrollar esta parte de Santa Eulalia y la de la Foz, porque es importante para seguir manteniéndonos y crecer en número de habitantes.

-¿En qué fase se encuentra el polígono de Argame?
-Este polígono industrial nunca hubiese sido una realidad sin el apoyo clarísimo de los sindicatos mineros. En su momento gestionamos en Madrid con el Ministerio de Fomento tres millones de euros para la compra de suelo y luego, la Consejería de Industria del Principado de Asturias a través del IDEPA, nos concedió otra subvención de tres millones de euros. Con esta última subvención se está haciendo el nudo de enlaces del polígono. Y en esta fase estamos ya. En cuestión de días, una vez que se firme la cesión de los terrenos a SEPES, ésta hará la licitación correspondiente. Para el nudo de enlaces, que es lo que estamos haciendo ahora, estamos hablando de un plazo de ejecución de nueve meses; y lo que sería la urbanización del polígono, de un plazo de doce a catorce meses. SEPES es quien licita y vende con los criterios del Ayuntamiento.

-En el año 2002 La Foz de Morcín distinguida como pueblo ejemplar. ¿Qué ha supuesto ostentar tan importante galardón?
-Es un reconocimiento a una labor de muchísimos años de la Hermandad de la Probe. Por razones que ahora no vienen a cuento, el concejo históricamente estuvo dividido, y todavía quedan secuelas. Ocurre que un grupo de gente de la Foz, la Hermandad de la Probe, trabaja por el pueblo desde hace mucho tiempo -en el 2006 cumplirán cincuenta años-, y diría que no sólo por la Foz, sino también por el concejo de Morcín. Siempre hacen actos que sobrepasan las fronteras de la Foz y del concejo, como es la izada de banderas de todos los pueblos ejemplares, que están en la Foz, trayendo pregoneros de todos los signos políticos y de personalidades de todo tipo. Son actos que engrandecen a la propia Hermandad, a la parroquia de la Foz y a Morcín. Por tanto es un reconocimiento a ese esfuerzo, tanto de gente mayor como joven. No olvidemos que esta Hermandad está compuesta por chavales desde catorce años y señores hasta de setenta que trabajan desinteresadamente, sin ningún ánimo de lucro y siempre haciendo política social para el pueblo.

-¿Una moción de censura para una gestión estable?
-Desde el grupo socialista siempre entendíamos que lo mejor para este Ayuntamiento eran unos acuerdos de izquierdas. Nos basábamos en la experiencia que teníamos de la anterior legislatura, compartida con una alcaldía de Izquierda Unida. Y desde esa experiencia planteábamos unos mismos acuerdos, para dar estabilidad a una corporación y seriedad a la inversión. El PP de Morcín con cuatro concejales gobernaba en minoría. Se habían paralizado proyectos o no se les había dado el impulso necesario, y un ayuntamiento pequeño como éste tiene que estar constantemente insistiendo a nivel de consejerías para lograr financiaciones para las pequeñas y medianas obras. Eso requiere tiempo y dedicación. Cuando llegó el tema de los presupuestos, el PP plantea un crédito de unos setenta y cinco millones de las antiguas pesetas. Nosotros entendíamos que eso era hipotecar al Ayuntamiento por muchos años en el capítulo de inversión en obras. Después de tres intentos presupuestarios casi similares, nos pareció, tanto a los socialistas como IU, que los presupuestos que presentaban eran desorbitados. En vistas de que no se podían aprobar el alcalde presentó un voto de confianza, y tanto nosotros como Izquierda Unida-Bloque por Asturias votamos en contra. Eso implicaba que en un plazo de treinta días, según la ley, tendríamos que presentar una moción de censura ya que si no el equipo de gobierno aprobaría automáticamente los presupuestos y recuperaría la confianza. Y eso fue lo que hicimos. En conversaciones con IU formamos un equipo de trabajo, y colocamos a cada persona y cada concejal en aquella labor que mejor entendiese y pudiera mejor desarrollar. Y es así como hemos llegado a este gobierno municipal. Ahora estamos dando impulso a todos esos proyectos que estaban un poco parados, más por falta de tiempo que por otra cosa. El voto de confianza del entonces alcalde Eduardo Murias pienso que sólo era una manera de justificarse y poder marchar del Ayuntamiento, por esa falta de tiempo. Espero que al final de la legislatura todo este maremagnum que se ha montado políticamente sea en beneficio del concejo.