-Habéis disputado en noviembre el campeonato del mundo en Monterrey, México. ¿Venís satisfechos con el resultado?
-Hay que tener en cuenta que éramos los actuales campeones, e íbamos a intentar colarnos otra vez en la final como fuera. Sabíamos que iba a ser durísimo, porque cuando partes como cabeza de serie todo el mundo va a por ti. En una de las eliminatorias nos cruzamos con Alemania que era el otro "hueso" de la competición, era como una final adelantada, y haberla superado fue muy importante para nosotras. Por eso cuando perdimos la final ante Turquía supuso una decepción, con lo que nos había costado llegar hasta allí, porque todo el mundo ya nos coronaba. Nosotras lo hicimos lo mejor posible, pero ellas lo hicieron mejor, fueron más listas, y cuando se tuercen las cosas hay que saber aceptarlo.

-¿Qué ocurrió?
-Son tres encuentros. El primero lo ganamos nosotras ocho-cero, que es lo máximo que se puede ganar en kárate. En el segundo vimos que podíamos ganar sin tener que efectuar un tercer combate, y sin embargo ahí se nos torció la final, porque los árbitros no valoraron en su justa medida nuestra técnica y eso crea mucha desconfianza en el competidor. Se nos torció el segundo combate y tuvimos que efectuar un tercero, en el cual ya teníamos un fuerte sentimiento de impotencia, porque pasamos de tenerlo todo a no tener nada. Y perdimos.

-¿Acusasteis la presión de participar como campeonas?
-Mucho. En kárate el combate de chicas es de tan sólo dos minutos que vuelan, que no te llegan para nada y que a veces no hacen justicia para todo lo que has entrenado en la temporada.
De hecho nosotras conseguimos todo un subcampeonato del mundo, y sin embargo en la foto que nos sacaron en el podio parece, por nuestras expresiones, que nos hubieran eliminado en primera ronda.

-¿Es importante la suerte?
-Hombre, en un mundial gana el más listo casi siempre, y no el que vaya con las mejores condiciones físicas. Puedes ser una máquina y no ganar medallas. Pero en ese momento no hay que especular, porque si dejas algo a la suerte puedes echar a perder un mundial. En el podio hay diferencias mínimas. Todo el mundo es bueno, es campeón de su país. Eso hay que tenerlo presente y jamás menospreciar a ningún competidor.

-En estas competiciones de alto nivel ya es costumbre contar con Noelia Fernández, Oscar Vázquez, y contigo, pero ¿hay más gente que os pueda tomar el relevo a vosotros?
-Pues haberla "hay la", pero el relevo está difícil en cuanto a que no sólo en kárate, sino también en otros deportes, ese sentimiento de pelear, esa garra, yo no la veo en los que vienen detrás. Eso es quizá porque el precio que se tiene que pagar para estar en el deporte de alto nivel es caro. Renuncias a cosas que mucha gente no está dispuesta a dejar.

-Sois tres asturianos en el equipo nacional de kárate. ¿Qué aportáis a la selección?
-Los tres somos personas muy trabajadoras, y sobre todo con muchas ganas. Se nos nota que hacemos esto porque nos gusta. Yo creo que sobre todo lo que aportamos son esas ganas de hacer las cosas, necesarias para avanzar, es esa fuerza para conseguir lo que te propones.

-Después de los JJ. OO. de Atenas, parece más complicado que el kárate sea deporte olímpico. ¿Cómo está el tema?
-Lo están estudiando y ya se han efectuado todos los cambios debidos para que pudiéramos optar a esa candidatura olímpica, pero no sé, porque para que entren unos deberían de salir otros. También influye, y eso lo tienen que valorar los jurados, el ingrediente de espectáculo y otras cosas. No es sencillo.

-Ya has conseguido casi todo, ¿cuál es tu siguiente reto personal?
-Yo ya he cumplido muchas metas, y aunque me quedan otras muchas por completar, lo que quiero es seguir disfrutando del kárate, sobre todo sin presiones. Yo quiero ver lo bueno del deporte y encontrarme a gusto. Si estoy en la competición es porque me gusta competir, pero en el momento en que ese gusanillo se vaya lo dejo. En realidad no tenemos otro aliciente más que ése, porque a nivel económico no nos aporta nada, por eso si se acaba esa motivación que llevas dentro, pues es cuando ha llegado el momento de dejarlo.

-Tanto Noelia como tú rompéis ese viejo mito de que las artes marciales no son para las mujeres. ¿Notáis que está calando ese mensaje?
-Sí, y además estamos luchando por ello. Tanto Noelia como yo estamos colaborando con el Instituto de la Mujer de Asturias para seguir potenciando el deporte en las mujeres, y nosotras como ejemplo para ellas. También estamos sacando adelante talleres, charlas, y otras iniciativas en las que las mujeres participan. Nosotras nos damos a conocer como deportistas de élite, y es una labor que potencia a las personas y que está dando muy buenos resultados.