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SUPLEMENTO ASTURIAS
- DICIEMBRE 2005
UN ARTE DE ALTURA |
Desde lo alto llega la sidra al campanu. No es tarea
fácil hacerlo bien, por eso el arte del escanciado ha creado escuela.
Texto: I.G.M. / Fotos: Fusión
C uando Fernando Alonso
festejó su campeonato de Formula I escanció champán en una gran copa. Con
ese pequeño gesto, mandaba un mensaje al mundo: soy asturiano. La costumbre
de escanciar la sidra no es tan antigua como pudiera parecer, su origen se
remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, pero ha calado muy
hondo en el Principado y ha dado lugar a la creación de numerosos concursos
y exhibiciones. Hombres y mujeres se miden, mostrando una técnica depurada a
la hora de echar un culín.
El ritual de escanciar tiene además su explicación, y es que de la
precipitación de la sidra contra las paredes del vaso depende el despertar
de su carbónico natural y aroma. Por eso en los chigres y sidrerías se halla
siempre presente la figura del escanciador. Quien se disponga a beber habrá
de hacerlo de una sola vez para que la sidra no pierda sus propiedades, y
tirar el último trago al suelo con decisión. Sólo así se podrá repetir el
ritual. ∆
Tino "El Roxu"
Su nombre es una referencia. Sin lugar a dudas este
asturiano es una autoridad dentro de nuestra región en lo que se refiere al
escanciado de la sidra natural.
Ole maestro
Las proezas de El Roxu con un
campanu en una mano y una botella en la otra, no tienen precedentes.
Escanciaba con soltura a los siete años, y a partir de los doce años comenzó
a participar en los concursos de escanciadores. Colocar ocho vasos en un
brazo, uno en cada pie y otro en un bastón cogido con la boca es su mayor
proeza.
-¿Qué condiciones son indispensables para ser un buen
escanciador?
-Al buen escanciador tiene que gustarle el ambiente de la sidra y el
escanciado, y además vivir la sidrería.
"La clásica sidrería y
la imagen del escanciador de sidra nunca debe desaparecer." |
-¿Cómo fue la evolución de tus proezas, que se han
convertido ya en leyenda?
-A los 22 años ya estaba cansado de escanciar y hacía también
exhibiciones en los concursos. Empecé con cinco vasos, luego seis, siete,
hasta once vasos. Hice exhibiciones por toda Asturias y fuera de ella. Todo
eso me ayudó a que pudiera fundar mi propia sidrería, con la que llevo once
años. Ahora no practico nada, y aunque escancio continuamente, lo hago vaso
a vaso. Hoy en día, cuando hago las exhibiciones, a veces me encuentro muy
incómodo, porque sé que ya no puedo llegar a escanciar nueve vasos. Esto
requiere mucho entrenamiento y no dejarlo.
-¿Alguien ha batido su récord?
-De momento no. Hay un chico de Gijón que lo hizo con seis vasos. Esto
son cosas para practicar poco a poco. Es una cuestión de trabajo y de
esfuerzo.
-¿Qué le parece que sea una mujer la campeona de
escanciadores de Asturias?
-Me parece estupendo. De hecho ahora mismo hay cuatro o cinco mujeres
escanciadoras de sidra, aunque hay muchas más, que son las que ocupan los
primeros puestos de la clasificación en los concursos. Se molestan mucho más
y están peleando porque la mujer sea también un escanciador más.
-¿Qué opinión tiene sobre la nueva sidra o la sidra de
mesa?
-La clásica sidrería y la imagen del escanciador de sidra nunca debe
desaparecer. Esas ideas que se apuntan, aquí de momento no son muy
comerciales, aunque sí fuera de Asturias. Yo lo veo muy bien, porque a veces
vas a cenar y te apetece tener sidra en la mesa y que se pueda tomar como el
vino. ∆
Laura y Susana Ovín
Lo femenino se impone. Hoy
en día escanciar sidra es también cosa de mujeres.
Escanciando en
femenino
Como
la sidra misma, ya es natural ver a mujeres participando en los concursos de
escanciadores que se celebran en nuestra región. Y en estas lides las dos
hermanas navetas, Laura y Susana Ovín Ania han dado una buena muestra de su
arte y su profesionalidad. Ambas se reconocen como discípulas de su tío
Constantino Ovín de la Vega, uno de los más grandes echadores de sidra de la
región y conocido comúnmente como "Tino el de la Barraca". Susana Ovín
logró, por segundo año consecutivo, el título de Mejor Escanciador Asturiano
del año 2005, después de una competición tan reñida que con un escaso margen
logró alzarse con el triunfo. Su hermana Laura Ovín logró también en
ediciones pasadas hacerse con el preciado galardón. Si bien el número de
escanciadoras que se pueden ver en las sidrerías es aún escaso, muchas de
ellas tienen mucha calidad y vienen irrumpiendo con fuerza en un mundo que
ya está dejando de ser tradicionalmente masculino, demostrando su buen hacer
en este arte. Todo ello viene a mostrarnos el creciente papel de la mujer en
el mundo de la hostelería y en particular en el sector vinculado a la sidra.
Susana y Laura Ovín son dos ejemplos que nos lo confirman. ∆
Mauro García Barrio
No tiene duda, su pulso no tiembla y el culete
escanciado es perfecto. Cuestión de arte y control.
Pulso milimétrico
Lleva
desde los once años presentándose a los campeonatos de escanciadores de
Asturias y ha conseguido ser subcampeón de Asturias por dos veces. "Para mí,
como asturiano y echador de sidra, es un orgullo el haber sido subcampeón de
escanciadores de Asturias". Como todo buen escanciador mantiene a raya los
nervios que le producen estos certámenes, porque sabe que un buen pulso es
imprescindible a la hora de conseguir unos culines con unas medidas lo más
exactas posibles. Cuando se le pregunta por la sidra de nueva generación
Mauro manifiesta que "la auténtica sidra es la que se escancia, las otras
son bebidas que se puede comparar más a un vino y con las que se trata de
buscar otros mercados, no sólo específicamente las sidrerías". Aunque para
Mauro resulta un poco complicado presentarse a los concursos debido a sus
compromisos laborales en la Parrilla Linares de El Entrego, él lo va a
seguir intentando y siempre que pueda se presentará a los campeonatos de
echadores de sidra. ∆ |
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