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SUPLEMENTO ASTURIAS   -  ABRIL 2005

MANUEL GONZALEZ ORVIZ


MANUEL
GONZALEZ ORVIZ

Director General de Vivienda

 El derecho a la vivienda


Frenar la escalada de precios de las viviendas y erradicar el chabolismo son, entre otros, objetivos prioritarios que se quieren conseguir desde esta Dirección.

Texto y foto: Lupercio González

Manuel González Orviz comenzó su lucha social desde muy joven, fue alumno del Orfanato Minero, donde aprendió a ganarse la vida paso a paso. Ha sido concejal por IU en Castrillón, donde tuvo responsabilidades de obras y urbanismo. Ha estado también involucrado en la redacción del acuerdo de gobierno entre PSOE e IU en Asturias. Este profesor de pedagogía terapéutica reconoce que "difícilmente se va a poder acceder a la vivienda si no hay un empleo".

-La Consejería de Vivienda y Bienestar Social ha sacado un proyecto integral para la eliminación en tres años del chabolismo en Asturias. ¿Es que esta cuestión no se ha abordado con suficiente profundidad anteriormente?
-No exactamente. Hay experiencias, como la de Avilés, donde se ha abordado la erradicación del chabolismo de una forma integral, no sólo con medidas de política de vivienda sino también de otro tipo, como formativas, laborales, de inclusión social. Esta actuación conviene contextualizarla en el marco de los acuerdos del Partido Socialista e Izquierda Unida para formar gobierno, en el cual hablábamos de un plan de inclusión. Nosotros nos resistimos a que la medida que en estos momentos está en los medios, que son los módulos, sea la única, y de hecho así lo hemos realizado a través de la coordinación entre la Dirección General de Servicios Sociales, Comunitarios y Prestaciones, que es la que se encargaría de esa parte. Por otro lado está la propia Dirección General de Vivienda con una línea específica que es la de las viviendas de sustitución.
Desde Vivienda tiene que haber una política más global, no sólo con las viviendas de sustitución, sino con el acceso a vivienda normalizada y las fórmulas intermedias que hay, que son las de vivienda de promoción pública, o también las ayudas de alquiler.

-¿En qué va a consistir este Plan de erradicación del chabolismo en nuestra comunidad, con un plazo de tres años?
-Aparte del acuerdo político, la razón por la que hacemos este Plan es que, si las dificultades para acceder a la vivienda son importantes para muchas personas, aún lo son más para las que se encuentran en una situación de riesgo de exclusión social. En colaboración con los ayuntamientos elaboramos un censo y hemos detectado ciento veinte unidades familiares. Planteamos esta especie de plan de choque porque las viviendas no tienen posibilidad de ningún tipo de reparación ni de rehabilitación: estamos hablando de chabolas, y lo único que hay que hacer es sustituir. La fórmula más rápida es ir a este tipo de viviendas de sustitución, y buscando las otras políticas que habíamos planteado. Hemos incorporado en el presupuesto 1,7 millones de euros con destino a lo que será el futuro plan o programa de inclusión. Esto nos va a permitir entre veinticinco y treinta y cinco actuaciones año, y erradicaríamos en pocos años el conjunto de las chabolas que en este momento tendríamos censadas. Esto no quiere decir que sean todas y que no vaya a haber más.
Es fundamental la colaboración de los ayuntamientos para la disponibilidad de suelo. Y no sólo para esta actuación, sino también para el conjunto del paquete, es decir, suelo para vivienda de promoción pública, suelo para la implantación de este tipo de viviendas, y luego, cumpliendo la directiva europea, que garantice la visibilidad. Es decir, que en ningún momento este tipo de actuaciones puedan estar alejadas de núcleos urbanos, como una forma de segregación. La medida no debe ser segregadora sino integradora.

-¿No hay riesgo de que se generen bolsas de marginación y problemas de movilidad en las familias alojadas?
-No creo que las ciudades en Asturias sean de una dimensión tal que impidan una buena accesibilidad y comunicación. Cuando se habla de cambiarse de barrio, podemos estar hablando de diez o quince minutos de diferencia, y lo que estamos tratando es de mejorar las condiciones. Y así se lo hemos dicho a los ayuntamientos. Es decir, unos lugares que estén perfectamente comunicados, que tengan saneamiento, que tengan abastecimiento de agua y que tengan energía eléctrica. No vamos a eliminar una infravivienda para tener una insuficiencia dotacional en el sitio a donde vamos. Se trata de que se cumpla lo que dice la Constitución, con independencia del origen o etnia de los ciudadanos.

"No podemos hablar de la problemática de la vivienda como algo teórico y luego olvidarnos de la gestión del suelo. Los ayuntamientos se tienen también que poner las pilas"

-¿Qué requisitos deben cumplir los chabolistas que deseen acceder a estas viviendas?
-Como cualquier ciudadano residente en nuestra comunidad, pueden acceder a las diferentes viviendas de promoción pública, y en función de sus ingresos tienen ayudas a las diferentes líneas de alquiler. Pero, si están ahí, es porque no han tenido acceso a esas líneas, porque tienen un déficit cultural de acceso a la información y a los mecanismos de la Administración. Por eso la intervención tiene que ser en colaboración con la propia Administración local y autonómica, a través de la Dirección General de Prestaciones y así se ha hecho este censo. La cuestión es sustituir una infravivienda por una vivienda de mejor calidad, pero con las mismas condiciones, es decir, pagando sus alquileres, asumiendo sus obligaciones... Nosotros garantizaremos el ejercicio de los derechos, pero también exigiremos compromisos que van más allá de lo que es el pago de los alquileres, como son los programas formativos de atención a la familia, de inserción sociolaboral, etc. siempre respetando la diversidad cultural.

-Hay casos que se dan facilidades pero luego surgen problemas con ellos en el núcleo de viviendas donde están integrados ¿Cómo se pretende paliar este tipo de situaciones?
-Si hay un conflicto hay que abordarlo, y si subyace en él un problema de racismo, razón de más. Yo planteo que nadie -estamos hablando de población marginal mayoritariamente gitana- tiene problemas con los gitanos con un cierto nivel de ingresos. Nadie tiene problemas con Peret ni los tenía con Lola Flores o con Kofi Annan, que es un ciudadano de color. Sin embargo, tenemos problemas con los inmigrantes de origen magrebí, subsahariano y tenemos problemas con los gitanos que vienen en estas condiciones. Es un problema de clasismo y hay que abordarlo de forma integral, porque son ciudadanos que tienen que ejercer sus derechos. La Administración debe facilitar viviendas a todos. Los ayuntamientos tienen que tener un planteamiento integral para esta población marginal, pero también viviendas de promoción pública y además facilitar suelo para ello. El problema laboral no está en los que buscan trabajo, sino en el derecho que todos los ciudadanos tenemos al trabajo. Se trata de abordar el conflicto, no de ver cómo se disputa la escasez de vivienda, la escasez de puestos de trabajo, cuando hay riqueza para promover vivienda y cuando hay riqueza para facilitar empleo.

-¿No es esto una cuestión de justicia más que de caridad?
-Por supuesto que es una cuestión de justicia y que afecta al conjunto de los ciudadanos. El artículo 46 de la Constitución, que se refiere a vivienda, es un derecho fundamental. En un estado de bienestar no podemos entender las prestaciones de los pilares del estado sin la vivienda.

-A muchas etnias se les ha facilitado viviendas pero éstas no han estado ligadas a su actividad tradicional y ello ha originado problemas. ¿Cómo se contempla esto?
-Nosotros, salvo actuaciones del pasado muy esporádicas, no hemos tenido esos conflictos. Recuerdo una actuación en un ayuntamiento donde hubo un gran conflicto un año antes de las elecciones, y tras las elecciones, cuando a nosotros nos tocó entregar las viviendas no pasó absolutamente nada. Les hemos dicho a las fuerzas políticas de los ayuntamientos que no se juega al frontón con este asunto. En algunos casos nosotros tratamos de ligar la actividad tradicional que desarrollan al tipo de vivienda que se les facilita, pero también hablamos de la función educativa: así como el camionero no puede pretender tener el camión fuera de casa o el que trabaja en la fábrica no puede llevarse la máquina y ponerla en el portal, todo el mundo debe aceptar y adaptarse a las normas mínimas de convivencia y en eso lo estamos haciendo. Para ello se mantienen reuniones previas para la constitución de la comunidad y se explica a los comuneros cuáles son las condiciones. Los problemas no van más allá de lo que pueda haber en una vivienda libre, pero mientras que a las viviendas libres se le pone sordina, a los de las viviendas protegidas les suelen poner mayor eco.

"Nadie tiene problemas con los gitanos con un cierto nivel de ingresos. Es un problema de clasismo y hay que abordarlo de forma integral"

-Una de los puntos importantes para esa oferta son las administraciones locales ¿cómo está eso contemplado?
-Hace poco hemos hablado con diecisiete ayuntamientos y les hemos dicho que en la medida que presenten suelo nosotros vamos a empezar las actuaciones. No podemos hablar de la problemática de la vivienda como algo teórico y luego olvidarnos de la gestión del suelo. Los ayuntamientos se tienen también que poner las pilas, no sólo en este asunto sino en todo. Cada uno de ellos debe hacer una reflexión sobre qué actuaciones concretas ha hecho y pensando en sus ciudadanos. Al fin y al cabo son los ciudadanos los que van a recibir ese producto final, que es la vivienda, y la van a pagar, no es una cuestión que se les regale.

-No obstante la vivienda es cara en Asturias. ¿Por qué?
-Creo, aún reconociendo que es cara, que desde septiembre para acá hemos conseguido cambiar la tendencia. Como se sabe, frente a una media del trece y pico por ciento en el conjunto del Estado, aquí hemos tenido un crecimiento del 1,7% en las viviendas nuevas. Esto nos ha puesto por debajo incluso de la inflación en este último año. Por tanto, es interesante continuar con este tipo de política que pondera y potencia la vivienda protegida y crea una nueva figura que es la vivienda protegida-concertada. Hay incluso promociones inmobiliarias privadas que ya están dispuestas a entrar con suelo propio que ellos mismos van a ofertar. El elevado precio de la vivienda se debe a una cuestión de que en España la vivienda se entiende siempre como una inversión. Y se entiende como tal para aquellas familias que compran o heredan una vivienda, que luego la venden con un sobreprecio para poder acceder a otra segunda vivienda o a una vivienda de mejor calidad. Tiene un papel de inversión para grandes grupos o para agentes ahorradores de más recursos que lo que hacen es comprar viviendas. Hay que cambiar la mentalidad. La vivienda es un bien de uso, no es una inversión. Además, el crecimiento de riqueza que las familias obtienen con la vivienda no deja de ser un crecimiento teórico, porque cuando tienes una vivienda arrastras con ella una hipoteca, antes durante veinte años, hoy durante treinta años, y el poder deshacerte de esa vivienda para la mayoría de las familias supone quedarse en la calle, pues el 80% de la población que compra una vivienda generalmente no suele cambiarla. Se trata de que esas viviendas sean asequibles, porque si hay que cambiar, debido a la inestabilidad y la movilidad laboral, la vivienda no debe suponer un freno.

-Muchas familias al no poder comprarse una vivienda recurren al alquiler, que también es caro. ¿Qué hacer al respecto?
-Hay que potenciar el mercado del alquiler y para ello hemos puesto en marcha varias medidas. Dentro del plan estatal hay una ayuda de seis mil euros para rehabilitar viviendas con destino a alquiler. Nosotros, dentro del programa estatal, pero también dentro del programa autonómico, tenemos ayudas al alquiler. No queremos que estas ayudas tengan un efecto inflacionista sobre el alquiler, de ahí que controlamos cuál es el precio final de estas viviendas. Y otra de las medidas que hemos planteado es poner suelo y permitir que promotores privados construyan viviendas con destino a alquiler. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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