Foto: Juanjo Arrojo |
En la zona centro-oriental de Asturias se sitúa este pequeño concejo cargado
de belleza, donde se respira un ambiente de tranquilidad y netamente rural.
/ Texto: Chabe Hidalgo
Entorno singular
Su mayor
atractivo reside en el paisaje que, rodeado de hermosas montañas le
confieren gran belleza. Escoltan el concejo la Faya de los Lobos y Peña
Mayor, en cuya falda se encuentra el pueblo de Melendreros, un rincón rural
que conserva varias casas de arquitectura tradicional asturiana y desde su
estupenda ubicación se puede contemplar un paisaje montañoso único.
El cauce del río Prá atraviesa el concejo pasando por su capital,
Martimporra. En este núcleo se desarrollan mayormente las necesidades
administrativas y comerciales del concejo. Un poco más adelante y en
dirección a Nava está San Julián, el pueblo con mayor número de habitantes
de todo el municipio. No podemos pasar de largo sin visitar la Torre de San
Julián, de interés histórico-artístico y su iglesia parroquial del s.XIX.
construida siguiendo el modelo del tradicional templo asturiano.
Artesanía
• Bimenes siempre se caracterizó por tener un gran número de artesanos. Hoy
día la tradición sigue viva, aunque en menor medida. Cualquiera de ellos
gustosamente muestra su taller a los visitantes, y se puede contemplar en
vivo cómo trabajan con sus manos el barro, el cuero, el azabache... En Casa
Riba hay artesanos ceramistas, al igual que en San Julián, donde una pareja
elabora originales piezas cerámicas, y varios se dedican a la actividad
textil con telares. El azabache lo trabajan en El Caleyu y La Castañal,
donde también hay artesanos de la encuadernación, del cuero, la cerámica y
una panadería biológica. Allí elaboran todo de forma artesanal para luego,
no sólo venderlo en la panadería, sino también distribuirlo por toda la
provincia. También en El Caleyu se trabaja la orfebrería y el cuero.
Foto: Fusión |
Naturaleza viva
• Su situación geográfica es uno de los motivos por los que los visitantes
eligen Bimenes como destino turístico: por estar a caballo entre el centro y
el oriente y por su buena comunicación, próxima a la recién inaugurada
autovía del Cantábrico. Una vez que se llega al concejo, es cuando realmente
se empieza a disfrutar de la naturaleza en su estado puro, y de un auténtico
entorno rural. Estas tierras están muy poco explotadas turísticamente. Se
puede afirmar que aquí no hay masificaciones, ni atascos, y el tiempo
transcurre sin prisas.
Hasta estas tierras se llega buscando descanso y valorando la cercanía con
otros puntos de interés del Principado. El visitante que viene por primera
vez suele desplazarse luego a los Lagos de Covadonga, a la capital del
Principado, a Gijón, a la Senda del Oso, Cangas de Onís... El visitante que
repite, decide conocer más a fondo Bimenes, hace la senda de los Molinos,
visita Melendreros o sube a Peña Mayor, una ruta muy típica que frecuentan
los grupos de montaña. No tiene ninguna complicación y las vistas desde
arriba son muy abarcantes. En un día despejado se puede ver toda la
cordillera, los Picos de Europa y una amplia franja costera.
Otros senderos interesantes de pequeño recorrido son el de Peña Mayor
Trigueiro partiendo de Melendreros, Peña del Hombre desde Santa Gadía, Túnel
de Saús desde Suares, Monte La Zorea también desde Suares y La Baúa desde La
Casilla que pasando por el área recreativa de Recimuru conduce hasta Peña
Mayor. Por todo lo alto se va viendo el valle, el concejo y parte de la
Cuenca.
En el marco rural, la mayoría de las edificaciones se encuadran dentro del
estilo tradicional asturiano que podemos ver en Suares y Melendreros, que
convive con casonas como las que hay en San Julián, Xenra, Taballes y
Cuestespines. En total armonía se levantan las casas de aldea, que ofrecen
sus servicios de turismo rural a unos visitantes que buscan sobre todo la
tranquilidad. Todas ellas están remozadas por dentro y por fuera, creando un
ambiente hogareño en un entorno único. El propietario ofrece a los recién
llegados, con un trato familiar y sencillo, la posibilidad de pernoctar; en
algunas es posible también degustar los platos típicos de la zona. Probar la
comida casera de Bimenes es "capricho de dioses", siempre con productos
naturales. Por ejemplo, los desayunos que ofrecen en algunas casas rurales
son a base de productos propios. También los potes y guisos que se sirven a
la mesa, en su mayoría a base de carnes, son elaborados como los de las
abuelas, algo que valoran mucho los visitantes. Con todo, la oferta
hostelera no es muy numerosa, aunque se ve compensada con la buena calidad
de todos los servicios.
Foto: Fusión |
Ruta de Los Molinos
• Numerosas rutas serpentean el suelo de Bimenes, la mayoría señalizadas y
de pequeño recorrido. La más visitada es la de Los Molinos que parte de
Rozáes, en dirección a Melendreros y va pasando por varios molinos, algunos
restaurados, hasta llegar al Molín de Milio, completamente restaurado por el
Ayuntamiento. Allí se facilita una llave para visitarlo por dentro.
Seguimos camino hasta finalizar la ruta en el pueblo de La Velía, y
aprovechamos para visitar la ermita de la Virgen de la Velía ubicada ya en
la subida a Peña Mayor. El regreso a Rozáes se hace por el mismo camino.
Esta ruta de pequeño recorrido es de gran belleza para realizar en cualquier
época del año. ∆
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