Amable, cercano, sencillo. Así se nos
muestra este profesor asturiano de filosofía. Su tenacidad, su paciencia
y su espíritu de diálogo son sus armas en el terreno político.
Texto y foto: Lupercio González
J orge Fernández
Bustillo fue Consejero de Cultura en la época del gobierno de Pedro de
Silva. Hoy su sentido del deber le ha impulsado a liderar la agrupación
socialista en el Ayuntamiento de Oviedo, después que Leopoldo Tolivar
decidiese salir de la escena política municipal. "Para un militante
socialista, y para alguien que ha tenido ya cargos ejecutivos y cargos
orgánicos -comenta Fernández Bustillo- esto era simplemente una
obligación".
-El orden interno del partido obliga a uno, de alguna
manera, a asumir responsabilidades...
-Y yo dije que las asumía con todas las consecuencias. Llevaba
cuatro años luchando por desenmascarar la política del PP en Oviedo, y
es lo que pienso seguir haciendo hasta que acabe el mandato. Confiemos
en que efectivamente, esto sirva para desalojar al Partido Popular del
Ayuntamiento de Oviedo, un partido que ha sabido mover muy bien sus
peones y que vende simplemente fachadas y decorados, pero ha sabido
venderlos bien. Ha sabido ocultar cuál es la situación interna actual
del ayuntamiento. No trasciende y no parece tampoco que muchos ovetenses
se hayan sentido ofendidos por la falta de democracia por parte del
Partido Popular. Personalmente me siento absolutamente contento de tener
esta responsabilidad y muy identificado además con los objetivos que
pretende el partido socialista en la política municipal.
-¿Cuál es la herencia que le deja el equipo de Tolivar?
-En los cuatro años en los que fue portavoz Leopoldo Tolivar,
que hubiera sido un buen alcalde sin lugar a dudas, nosotros estuvimos
trabajando en bastantes asuntos. Muchos de ellos están vinculados a los
negocios privados del señor alcalde, otros están en relación con el
absoluto desastre de los equipamientos y obras del ayuntamiento. Otros
aspectos se refieren a la falta de políticas sociales y de empleo. Fue
un trabajo muy importante y muy bien hecho, pero no lo supimos
aprovechar, no trascendió a los ciudadanos. Por eso, una de las
políticas con las que iniciamos esa corporación fue ir aprovechando todo
ese trabajo e ir estableciendo líneas de actuación públicas, a través de
los medios de comunicación.
-¿Qué orden de prioridades va a establecer?
-Indudablemente hay unos objetivos que son prioritarios, como
los servicios sociales, la vivienda, la incorporación de la mujer al
trabajo, el empleo; los problemas de un mal diseño y de una mala
planificación, que se podría decir que afectan a la mayor parte de la
ciudad. Oviedo ha crecido a capricho de los especuladores. Los barrios
son auténticas islas separadas de la ciudad, con pésimas comunicaciones,
con dificultades para incorporarse al núcleo general de la ciudad, con
equipamientos deficitarios. De lo único que se ha preocupado el PP es de
hacer centros sociales, que han utilizado exclusivamente para hacer
clientelismo puro y duro. Hay que reorganizar la ciudad, hay que
conseguir una participación ciudadana más activa en la gestión de la
ciudad, en la prioridad del gasto, en la reducción de impuestos, en
hacer una ciudad más barata y más justa. Todo eso implica una serie de
políticas que nosotros estamos llevando adelante en la medida de lo
posible desde que somos oposición. Además tenemos un programa que no nos
afecta solamente como ovetenses, sino que nos afecta como miembros de la
comunidad asturiana que está gobernada por la izquierda. Se puede decir
que lo de Oviedo se complementa con lo de Asturias.
La situación real del
ayuntamiento ovetense, es lo que en una empresa privada sería la
quiebra. |
-¿Cuál es la situación financiera real del ayuntamiento?
-La situación real del ayuntamiento ovetense es lo que en una
empresa privada sería la quiebra. El ayuntamiento en este momento no
tiene dinero para pagar a sus acreedores. Tenemos una deuda financiera
brutal, de hecho estamos pidiendo créditos para pagar los intereses de
otros intereses. Se ha llegado al límite de deuda posible. Simplemente
un uno por ciento más de deuda nos llevaría a un estado de ilegalidad si
admitiéramos las cuentas del Partido Popular, pero es que las cuentas
del Partido Popular no se pueden admitir. Hay una falta de
reconocimiento de deudas de muchos, muchos cientos de millones de
pesetas. La deuda de Cinturón Verde, que son varios miles de millones de
pesetas, no está reconocida en los presupuestos. Dicho de una manera más
simple: en los ingresos hay dinero que no existe, y en la deuda hay
dinero que ha desaparecido. Eso nos lleva, probablemente a una deuda de
bastante más de sesenta mil millones de las viejas pesetas, es decir, a
una gestión bastante desastrosa. La política de privatizaciones es pan
para hoy y hambre para mañana. El Palacio de los Niños se lo daremos a
una empresa por veinticinco años, que nos pagará el canon completo en el
momento del contrato. Es decir, vamos a cobrarlo en este momento y las
deudas quedan para las próximas corporaciones y las próximas
generaciones de ovetenses. Los impuestos sufren una subida que está muy
por encima de la subida del coste de la vida, pero muy, muy por encima.
¿Qué significa esto? Pues que estamos viviendo una situación
económicamente angustiosa y una pésima gestión económica. Hemos estado
regalando dinero, esa es la realidad.
-Al parecer muchos proyectos han sobrepasado sus
presupuestos de forma significativa.
-Sigue siendo incomprensible que el campo de golf sobrepase
probablemente con mucho los tres mil millones de pesetas. Y ahora el
campo hay que volverlo a hacer, porque está deshecho. Lo que deberíamos
explicarle a la gente es que un campo de golf cuesta quinientos millones
de pesetas, y no tres mil y pico. La pregunta es ¿dónde se ha ido el
dinero? ¿Cómo es posible que un campo de fútbol que estaba presupuestado
en cuatro mil quinientos millones, sobrepase ya los nueve mil millones
de pesetas? ¿Dónde se han ido esos otros cuatro mil millones de pesetas?
La verdad es que no los encontramos por ningún lado. La gestión
económica del ayuntamiento ha sido un desastre, aunque muy bien
enmascarada, gracias a que han utilizado determinados medios de
comunicación como sistema propagandístico. Han gastado mucho dinero en
publicidad. Los ciudadanos siguen pensando que esto puede sostenerse,
pero es insostenible.
No parece que muchos
ovetenses se hayan sentido ofendidos por la falta de democracia por
parte del Partido Popular.
-¿Cree que el PP ha estado haciendo una política de
fachada?
-Sí, la han sabido vender muy bien. Todo para el pueblo pero sin
el pueblo. Al pueblo las farolas y las losas, lo demás es para unos
poquitos. Aquí se han hecho en unos años inmensas fortunas, y en el
núcleo económico de Oviedo todo el mundo sabe los nombres y apellidos.
Ha habido empresas que han tenido toda clase de contratos y de ventajas
para obras que se han realizado en el ayuntamiento, obras que empezaban
en doscientos millones y acaban en doscientos noventa, que empezaban en
cuatro mil quinientos millones y acababan en nueve mil. Obras como por
ejemplo el campo de tiro, que fue tal desastre que ya ni existe, pero se
fueron unos cientos de millones en esa obra. ¿Dónde están esos cientos
de millones? ¿A quién han ido a parar? ¿Por qué reaparecen siempre los
mismos nombres, las mismas personas, las mismas empresas? Yo creo que la
cosa está bastante clara para quien quiera entender.
En Oviedo habría que distinguir dos aspectos: lo que ha quedado para la
ciudad han sido los decorados; lo que realmente se ha jugado dentro de
la política económica del ayuntamiento, ha sido un muy buen negocio para
un núcleo muy determinado de gente.
-¿Se les deja espacio político a los jóvenes?
-Los jóvenes empiezan a integrarse en la política, pero es un
tema complicado. Los que pertenecemos a la generación de la transición
estamos ya por encima de los cincuenta y cinco años. El nuevo equipo de
Zapatero efectivamente ha intentado coger a gente más joven, pero queda
una zona intermedia que hemos desperdiciado, que no hemos sabido
aprovechar, que no se ha integrado realmente en la política, que no han
accedido a responsabilidades. Ahora es cuando estamos dando entrada a la
gente joven. Yo creo que un partido político inteligente debería reunir
a todas las generaciones.
La experiencia es políticamente muy necesaria. Formar a un político
cuesta tiempo y dinero, y si no hay savia joven, si no hay nuevas ideas
el partido irá mal. El Partido Socialista esto no lo ha hecho bien,
incluso la incorporación de los jóvenes ahora tampoco se está haciendo
al ritmo que sería aconsejable.
La
Constitución es una ley hecha por los hombres para los hombres,
así que si es necesario cambiarla, la
cambiamos. |
-¿Cree que hay una excesiva dependencia de Madrid a la
hora de desarrollar las políticas autonómicas?
-El partido socialista se ha vuelto centralista, siempre lo ha
sido, pero parecía que con los cambios de las autonomías, de la
situación real del país, el Partido Socialista se abriría a esa nueva
perspectiva de una España plural y diversa; quizás ahora nos obligue
Cataluña a hacerlo. Hemos estado defendiendo de una manera excesivamente
cerrada lo de una España única. No ha sido exactamente así, pero al país
le hemos dado una imagen centralista, de defensa a ultranza de la unidad
de España y de la Constitución. La Constitución es una ley hecha por los
hombres para los hombres, así que si es necesario cambiarla la
cambiamos. Parece que nos da miedo decir que la Constitución fue el
fruto de un consenso y de la cesión de posturas, sí, pero los que
cedimos realmente fuimos nosotros, no los otros. A nosotros nos tocó la
peor parte, pero como queríamos la democracia y queríamos un nuevo país,
aceptamos muchas de las reglas que nos impusieron. También hay que decir
que más de la mitad de los ciudadanos españoles no votaron la
Constitución, y que muchos de los que ahora no quieren cambiarla votaron
en contra, digamos las cosas como son. De modo que si hace falta
modificar algunos aspectos de la Constitución, que se cambien.
-¿No cree que ser político más que una profesión es un
servicio a la sociedad?
-Yo creo que si la política lo que busca es un bien común, tiene
que ser un servicio público. El político tiene que sentirse miembro de
la red pública y debe defender los valores cívicos, los valores de una
sociedad sana y justa; y si no, la política es una perversión del
sistema, aunque estamos acostumbrados a que esto sea así. Yo creo que
una de las políticas mejor dirigidas por parte del PP fue precisamente
el descrédito de la política. Ese mensaje indudablemente lleva a
perturbar la sensibilidad social, a alimentar la abstención de los
ciudadanos en las grandes votaciones, y por tanto a políticas
interesadas.
-Muéstrenos algunas pinceladas del Oviedo que le
gustaría tener.
-Una nueva ciudad construida para todos no es la ciudad que ha
hecho Gabino de Lorenzo. Oviedo necesita una nueva política que haga que
la ciudad crezca y madure al ritmo de los tiempos. Necesitamos una
ciudad para la gente joven, que sean ellos fundamentalmente el empuje de
la ciudad. Que seamos conscientes que el corazón de Oviedo es la
Universidad, algo que el PP ha olvidado. Incluso ha dañado a la ciudad,
dejando que la Universidad se disperse por el resto de Asturias. Que el
mundo de la cultura vuelva a tener la trascendencia y la proyección que
ha tenido siempre. Está todo sin hacer. Habría que construir una ciudad
más amable, más solidaria, más transitable y olvidarnos un poco de la
uniformidad que le ha dado el PP. Habría que hacer una política pensando
en los ciudadanos y no pensando en la especulación.
Si seguimos por este camino necesariamente iremos perdiendo nuestro
sitio en la historia, ya que todos los datos que reflejan la situación
de la ciudad en el conjunto de España indican que estamos
progresivamente dando pasos atrás. ∆ |