Foto: I.G. |
Telly Lorenzo, responsable de
Movimientos Sociales en IU Asturias, se acostumbró a vivir con
preocupación los temas sociales y solidarios desde joven. Sus viajes por
otros países le han hecho conocedora de otras culturas, a la vez la han
ayudado a entender mucho más la solidaridad del pueblo asturiano,
relacionándola con nuestro pasado histórico.
-Se puede decir que el pueblo asturiano es solidario?
-Sí, nosotros entendemos que sí, y además se traduce en que hay
muchas ONG funcionando por toda la comunidad autónoma y los asturianos
participan en ellas. Yo creo además que es gente que se implica. Cuando
ha habido cualquier tipo de movilización solidaria con cualquier pueblo,
el asturiano se tiraba a la calle.
Eso se ve claro en que hay numerosas ONG, y eso sólo se sostiene con
miembros humanos que tiran por ellas, al margen de que puedas conseguir
ayudas y demás.
-¿Y en algunos temas más que en otros?
-Hay temas hacia los que hay más sensibilidad. La guerra de Irak
por ejemplo es un tema claro y contundente, pero también hay respuesta
cuando hay que ser solidario con Sudamérica, con Centroamérica o con
Afganistán. Este es un pueblo que participa.
-¿Cómo?
-Hombre, yo creo que es una participación activa y además de
clase. El pasado es un factor que influye en este tipo de lucha, y en
nuestro pasado minero, obrero, sindical hay un caldo de cultivo para un
tipo de sociedad en una época como ésta, en un mundo globalizado, donde
la solidaridad traspasa las fronteras con el compañero que tienen al
lado y llega un poco más allá.
A través de las instituciones se refleja que Asturias es una sociedad
que aprieta a sus gobernantes. Eso se ve, por ejemplo, en que tendemos a
lo del 0,7%, no tanto como nos gustaría, pero bastante más que otras
comunidades.
-¿Cómo ha influido en todo esto la inmigración?
-Somos un pueblo que hemos sido históricamente inmigrante, y eso
se percibe. En consecuencia la gente reacciona siendo conocedora de lo
que les pasó a sus antepasados, y supongo que eso también ayuda a que
tengan una actitud mucho más constructiva. La gente es consciente de lo
que es estar fuera de sus raíces, de su país y en consecuencia yo creo
que tienen una sensibilidad más especial hacia esos temas. De todos
modos Asturias todavía no es un sitio donde haya un exceso de
inmigrantes, tanto como para que el asturiano se sienta acosado, es
decir, los inmigrantes que vienen a residir en Asturias son fácilmente
absorbidos por el colectivo social de aquí. Nuestra realidad es
distinta, es una comunidad autónoma donde la gente se ve obligada a
salir a trabajar fuera, que no resulta especialmente atractiva para los
que vienen de fuera, de modo que no tenemos un exceso de inmigrantes que
a lo mejor pudiera llevar a otro tipo de actitudes.
-Hay que entender Asturias dentro de un mundo
globalizado. En ese contexto ¿se queda corta la solidaridad de este
pueblo?
-Siempre nos quedamos cortos. La situación mundial te demuestra
que nunca llegamos a tiempo a todos los sitios y la prueba más evidente
está en que se sigue muriendo la gente de hambre, sigue habiendo
epidemias, sigue existiendo la prioridad de los intereses comerciales
por encima de los intereses humanos... Y eso está en manos de quienes
deciden y tienen más poder. Pero ellos, están muy lejos de la
solidaridad que yo entiendo que tiene el pueblo asturiano.
/ C.F. |