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SUPLEMENTO ASTURIAS -  SEPTIEMBRE 2003

MUJER ASTUR

Cualquier mujer que tenga la mínima inteligencia ha de ser feminista, porque ser feminista supone decir que tenemos los mismos derechos y las mismas oportunidades que los hombres"
Foto: I.G.


Mª ISABEL MENENDEZ

  Escritora y Periodista 

Palabras de mujer

Tanto su trabajo como investigadora de género, como su vida, han recalado en el mar del feminismo. Ha estudiado el papel de la mujer en la prensa española escrita y no deja de denunciar la invisibilidad a la que se le somete y los estereotipos que persisten sobre la imagen femenina.

Texto: Isabel Muñiz

Habla con la fuerza de quien cree firmemente lo que dice, y a pesar de las dificultades sus palabras llegan acompañadas de una sonrisa. Mª Isabel es de Oviedo y tiene 35 años, estudió Ciencias de la Información en Santiago de Compostela y su devenir profesional ha transcurrido por diferentes medios de comunicación y gabinetes de prensa. Actualmente trabaja en Gijón como documentalista en una biblioteca especializada en temas de mujeres y como profesora de escritura creativa.
"La presencia de mujeres en puestos de alta dirección no supera el nueve por ciento", con este dato tan concluyente Mª Isabel sintetiza una parte importante de su investigación que ha publicado bajo el título de "El 4º poder. ¿Un poder de mujeres?". Este trabajo, llevado a cabo bajo la dirección de Amelia Valcárcel es la primera parte de un proyecto más amplio que llevará a cabo en los próximos años.
"Cuando te dedicas a investigar con perspectiva de género sabes que vas a tener muchas más dificultades que si investigas en otra cosa. Es mucho más fácil dedicarse a medir audiencias de radio que denunciar la situación de las mujeres periodistas"

-Escribes sobre mujeres y feminismo. ¿Cuándo nació en ti la inquietud por el tema de la mujer?
-Tengo que definir el feminismo porque parece que tiene muy mala prensa en general. Yo siempre digo que cualquier mujer que tenga la mínima inteligencia ha de ser feminista porque ser feminista supone decir que tenemos los mismos derechos y las mismas oportunidades que los hombres. Hay muchos errores, como por ejemplo decir que es el inverso del machismo, que las mujeres odian a los hombres. Todas estas cosas son mitos que se fomentan porque en realidad el feminismo es una ideología totalmente igualitaria que ataca estructuras que privilegian a unos para discriminar a otras, y eso hace que no sea querido.
Desde luego es una de las filosofías que más ha hecho por la libertad en general. Sin las feministas no tendríamos derecho a elegir nuestra sexualidad o los hijos que tenemos. Todas esas cosas que hoy nos parecen normales las pelearon las feministas, y eso todas las mujeres deben tenerlo en cuenta porque es a ellas a quienes se lo debemos.
Yo soy feminista desde siempre, ya de pequeña me daba cuenta que había cosas distintas para los chicos que para las chicas, y eso que yo no tenía hermanos varones. Lógicamente no sabía que eso era feminismo ni tampoco lo tenía teorizado.

-Hay una emergente forma de pensamiento que habla de lo femenino como un estado que alcanzarían tanto hombres como mujeres.
-Bueno, yo soy muy crítica, porque siempre veo muchos peligros. Por una parte creo que el camino de la igualdad pasa porque igual que nosotras debemos aceptar cualidades asumidas tradicionalmente como varoniles, como pueden ser la fuerza, el carácter, la valentía, ellos deben adquirir esas otras cualidades que tradicionalmente se consideran como femeninas. Lo que sí habría que plantearse es qué cualidades son femeninas y qué cualidades son masculinas. Yo creo que todo depende de la educación, que nacemos exactamente iguales pero que desde la cuna nos educan distinto. No creo en que haya ningún esencialismo femenino. Otra cosa es que nos enseñen a ser de una manera determinada, entonces lo que se logra es que seamos distintos.
Los esencialismos, las explicaciones basadas en las diferencias biológicas pueden llevarnos -no siempre- a donde estábamos, a que las mujeres sigan estando en una esfera distinta, siempre discriminadas.

-¿No crees entonces que existe lo femenino?
-Hombre yo creo que hay mucho mito sobre todo eso, lo eterno femenino, esas cualidades supuestamente que sólo tenemos las mujeres relacionadas siempre con la maternidad. En realidad la historia desde siempre nos ha educado para ser madres y yo creo que las mujeres hoy en día son totalmente felices si deciden no ser madres. También es verdad que la sociedad las presiona para que lo sean. Es complicado salirse de ese esquema porque todavía no está aceptado.
Ultimamente veo que vuelve muchísimo un mensaje conservador respecto a la maternidad, respecto al papel de las mujeres en la familia. Lo vemos en la televisión, en las campañas donde dicen "la familia es lo primero". Yo me pregunto, ¿a qué llamamos familia? ¿A la señora que está en casa mientras el señor va fuera a trabajar y ella se encarga de los hijos sin una vida independiente? Me temo que es a eso a lo que llamamos familia, y eso es lo que me da miedo.

-Ultimamente se ha descubierto que el cromosoma X es por origen anterior al cromosoma Y. ¿Cómo se contempla eso en vuestro círculo?
-Siempre decimos que los informes que manejan las investigadoras, no sólo en género, no llegan a la opinión pública casi nunca.
Las feministas que trabajan en ciencia hace muchos años que saben cosas que empiezan a decirse ahora en los medios de comunicación, como los peligros de las terapias hormonales, con unos medicamentos que probablemente han facilitado muchísimo la vida de las mujeres pero cuyos efectos secundarios no se han valorado bastante. E igual que eso hace muchísimo tiempo que hay ensayos científicos de biólogas, de médicas, que han analizado la forma en cómo se produce la concepción y saben que es un mito lo de los espermatozoides activos y lo del óvulo quieto esperando. Es todo lo contrario, el óvulo es activo. El mismo mito que se aplica a las relaciones sociales se aplica también a la ciencia.

"Ultimamente vuelve muchísimo un mensaje conservador respecto a la maternidad, respecto al papel de las mujeres en la familia. Lo vemos en la televisión, en las campañas donde dicen "la familia es lo primero"

-¿Crees que las mujeres son más inteligentes que los hombres?
-No, creo que somos iguales, otra cosa es las oportunidades que nos den. Sí que es verdad que por la dificultad en el acceso a los recursos lo que hay que desarrollar son estrategias, pero no creo que seamos más inteligentes sino que la desigualdad social nos obliga a buscar herramientas, estrategias, cualquier cosa que nos permita sortear las dificultades.

-¿Cómo sería una prensa dirigida por mujeres?
-Puesto que antes decía que las mujeres y los hombres en principio son iguales tampoco debo creer que porque una mujer dirija vaya a tener una perspectiva de género, eso se puede tener o no seas hombre o mujer. No necesariamente va a ser mejor una empresa dirigida por mujeres, pero por justicia social deberían poder dirigirla, dada la importancia que tienen los medios de comunicación en nuestra sociedad. Evidentemente las mujeres observamos cosas distintas, por lo tanto creo que por pura contemplación habría cosas que cambiarían, pero sin una perspectiva de género seguiríamos con problemas.
El grandísimo problema que ven las investigadoras es que el modelo que la mujer que llega arriba en cualquier estructura empresarial ha tenido que adquirir, es el modelo masculino. De hecho si no se parece a un hombre en la forma de dirigir, es probable que no llegue. Hay ramas del feminismo que aseguran que las mujeres no tenemos que querer los puestos de decisión porque ese poder masculino no nos interesa, pero yo en eso discrepo. Las estrategias que nos exigen ahora mismo para llegar no son exactamente las que hubiéramos elegido pero quizá cuando estemos en puestos de decisión las podamos cambiar, desde luego en puestos de no decisión no vamos a cambiar nada.

-¿Cómo sería un mundo dirigido por mujeres?
-Tampoco necesariamente tendría que ser mejor si no se tiene perspectiva de género, pero probablemente sería distinto porque hay algunas diferencias fundamentales. Por ejemplo, la historia de la humanidad que conocemos es la de las guerras. Si miramos hacia atrás prácticamente esos son los hitos históricos, y hay feministas que dicen que las mujeres dan vida, saben lo que cuesta la vida y nunca tendrían una política tan agresiva.
Yo sí creo que las mujeres aportarían esa forma distinta de mirar, no por esencialismo, insisto en que no somos distintos de mano, pero es evidente que las mujeres son las que más padecen las consecuencias de las guerras, y después de haberlas sufrido en las propias carnes tienen necesariamente que buscar siempre un consenso antes de un conflicto bélico.

-¿Por qué los temas de mujeres no venden en prensa?
-Desde el punto de vista empresarial creo que es un error. Hay estudios que demuestran que las mujeres son muy poco lectoras de periódicos porque a estos les faltan una serie de elementos. Si tengo una empresa y quiero vender más tendría que tener en cuenta a las mujeres como público objetivo. Actualmente parece que la información de mujeres es de mujeres y la de los hombres es universal, y mientras tengamos el pensamiento estructurado así, consideraremos que las cosas de mujeres son secundarias. No le damos la oportunidad de funcionar a esa información sobre mujeres y para las mujeres porque no la llevamos a ningún medio.

-¿Cómo visualizas tu futuro como mujer?
-Me coges mal en este momento porque hace dos meses que murió mi marido, una circunstancia que no es habitual a mi edad, pero hay que integrar que en la vida no son todo cosas positivas y no estamos preparados para golpes como éste. Me gustaría seguir avanzando académicamente. En lo personal ahora mismo no tengo expectativas. Me gustaría ver que las cosas para las mujeres cambian, porque a veces hay retrocesos y me da mucho miedo. El trabajo que hacen y el movimiento asociativo de mujeres, que dejan todo por ayudar a las mujeres con problemas, es un movimiento importante. La sociedad tiene que abrir los ojos y agradecer lo que hace. Ese sería el mundo que me gustaría ver, un poco más justo.

-¿Te creces ante las dificultades?
-Mis amigas me dicen que soy muy fuerte, que soy capaz de asumir los golpes de la vida con una sonrisa, y sí que suelo mirar para adelante. Sé que mirar para atrás no nos sirve para nada.
Me quedo con el apoyo de los que estuvieron y se fueron, y estoy segura de que a mi marido le hubiera gustado verme sonreír, verme sacar mi libro y no me perdonaría que me quedara en casa llorando. Eso tiene que ser suficiente razón. Tengo la suerte de vivir en el primer mundo, puedo tener un trabajo, amigos, puedo salir a cenar o al teatro. Si viviera en Kenia probablemente me habrían despojado hasta de mi casa sólo por haber perdido a mi marido. Tengo la suerte de vivir en Europa y eso ya es mucho, porque a veces nos olvidamos de cómo está más de la mitad del planeta, tanto hombres como mujeres. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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