Foto: Juanjo Arrojo |
En todos los sentidos
Es un paso, si no obligado, sí uno de los más transitados hacia la
meseta castellano leonesa. Las tierras de Lena son por ese motivo ricas en
todos los sentidos, tanto en herencia natural, como en experiencias vitales:
las de tantos y tantos viajeros que durante siglos han recorrido sus caminos
para establecer vías de comunicación entre el norte y el sur.
/ Texto: Chabe Hidalgo
Se ha
bautizado este lugar con un nombre que resume su condición: La Puerta de
Asturias, porque parte su territorio del kilómetro cero de entrada a la
región. El nombre de Lena hunde sus raíces en la cultura celta, y se relaciona
con la suavidad y la lentitud que definen también el discurrir del río del
mismo nombre. El nombre de la capital, Pola, viene de pópula, o puebla, la
cabeza de partido en torno a la cual se agrupan los núcleos más pequeños. Hoy
centraliza los servicios del concejo y concentra la mayor cantidad de
población.
En este territorio estratégico se cruzan varias vías de tradición secular, que
datan de los tiempos en los que los romanos dominaban la península ibérica,
por esa razón no es extraño encontrar pueblos de toponimia romana. Son caminos
que recogen las huellas de miles de viajeros a lo largo de la historia. La vía
romana de La Carisa, por ejemplo, era una vía pecuaria utilizada para
trasladar el ganado, igual que el Camino Real de La Mesa.
Otra vía pecuaria es el Valle del Huerna, que coincide en parte con la Ruta de
la Plata. En el Valle del Huerna, en Bobias, se encuentra una Fuente de la
Plata a la que venían los pastores extremeños en ruta hacia los puertos de
Quirós, de Güeria y Lena; continuaban hacia el Aramo y luego se dirigían por
Ribera hacia la Fuente de la Plata de Oviedo y luego a la Fuente de la Plata
de Salinas.
La Ruta de la Plata y el Camino de Santiago son también dos senderos
emblemáticos, antaño florecientes, hoy rescatados para el turismo, que en su
día sembraron en las tierras que atravesaban con el conocimiento y las artes
de la época. Ya es conocido que los lugares de paso son interesantes por
definición, porque el paso de viajeros durante siglos nunca es estéril y deja
siempre una importante huella en el carácter, la cultura y las tradiciones,
que heredan y continúan las generaciones posteriores. Es por eso por lo que en
Lena encontramos algunos de los más importantes restos arqueológicos de la
región. Quizás el ejemplo más emblemático, más conocido al menos, sea el de
Santa Cristina de Lena, una bandera indiscutible, muestra del prerrománico
asturiano que tantas otras huellas ha dejado en nuestro territorio. Santa
Cristina fue declarada Monumento Histórico Artístico, y posteriormente elevada
a Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO. Cuentan que se llama a esta
construcción "la iglesia de las esquinas" por los ángulos rectos que presenta,
y que tiene un gran parecido con las estructuras de otras joyas prerrománicas,
como Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados.
Lena ha dedicado un importante esfuerzo a la investigación y estudio de esta
etapa artística, y lo ha hecho creando un Aula Didáctica del Prerrománico,
ubicada en las dependencias de lo que antaño fue la estación ferroviaria de La
Cobertoria. En este recinto, se concentran las nuevas tecnologías dedicadas al
conocimiento del arte comprendido en el periodo que abarca el reinado de
Alfonso II, Ramiro I, Ordoño I y Alfonso III.
El concejo está bien comunicado. El núcleo de Campomanes es nudo de
comunicaciones por excelencia. Desde aquí parte la carretera que lleva hacia
el puerto de La Cubilla, a 1.684 metros, el de mayor altitud de la región. En
sus inmediaciones los conductores deciden la ruta a seguir, bien hacia el
puerto de Pajares, por la empinada carretera que atraviesa entre otros el
pueblo del mismo nombre, bien hacia la autopista del Huerna en dirección a
León. Si el viajero decide detenerse a tomar un respiro antes de continuar la
marcha, encontrará que Campomanes tiene un importante legado arquitectónico
que merece la pena conocer. Aquí se encuentra una pequeña capilla dedicada al
Sagrado Corazón, y también el palacio de Revillagigedo.
- Pajares -
El Puerto de Pajares ofrece una de las
más impresionantes vistas panorámicas de la región. El tráfico rodado que
viene desde León se encuentra de pronto con una puerta de entrada
espectacular, flanqueada por el antiguo Parador, hoy transformado en hotel.
Desde ese balcón natural puede contemplarse un valle rodeado de cumbres
emblemáticas, desde la estación de esquí de Valgrande hasta las lomas de Peña
Rueda, pasando por las formas peculiares de la Tesa, la Mesa y la Almagrera y
las aristas afiladas y salvajes de Peña Ubiña y los Castillines. Desde el
Puerto sale una vía que conduce hacia el Brañillín, donde se encuentra la
estación de Esquí y Montaña de Valgrande-Pajares. Allí la nieve cita todos los
años a deportistas y visitantes que vienen a disfrutar de las instalaciones de
la estación.
Antaño fue Pajares una importante vía pecuaria, camín carretero que bajaba
hasta el valle. La gran transformación que hay que agradecerle a Jovellanos
fue convertir caminos de tierra en caminos empedrados, que luego devinieron en
carreteras asfaltadas. El pueblo de Pajares creció a lo largo de lo que fue el
primer camino de tierra, que sólo en parte coincide con la carretera actual.
Foto: Juanjo Arrojo |
- Montaña -
Lena es ante todo concejo
montañero. La orografía ha marcado desde siempre el carácter de sus gentes y
la herencia cultural de este pueblo. Es una tierra marcada con numerosas
rutas, que lo atraviesan de norte a sur y de este a oeste. Quienes quieran
entender los secretos de estos parajes deben entender que no hay mejor manera
que hacer camino, y con las botas puestas emprender hoy una ruta y mañana
otra. A quienes se atrevan, estas tierras les irán revelando poco a poco su
secreto, resumido en una naturaleza generosa y apenas mancillada por la mano
del hombre.
Quienes conocen la zona recomiendan una visita al bosque de Mazariezas que
resulta poco conocido para la gran mayoría, pues ni siquiera tiene pistas,
sólo caminos de montaña. Quizás por esa razón constituye un paraíso para los
pájaros, que habitan en medio de hayas y robles.
La fauna del concejo se conserva de manera más que aceptable, permitiendo
incluso la caza en determinados lugares y épocas del año. Es todavía un
reducto donde se pueden encontrar ejemplares de urogallo. El oso, el rebeco,
el corzo, el jabalí y el lobo, se reparten el territorio y dan vida a los
bosques de especies autóctonas, especialmente de hayas y robles.
Peña Ubiña, con 2.417 metros, es quizás la cumbre más emblemática, bien
conocida por los montañeros asturianos. Se llega hasta el macizo desde
Campomanes, en dirección al puerto de La Cubilla. La ruta tiene su inicio en
Tuiza de Arriba, desde donde arranca un sendero que lleva hasta la Vega del
Meicín. Allí encontraremos el refugio, flanqueado por una impresionante vista
del circo montañoso formado por Los Fontanes, Los Castillines, Siegalavá, y
otros.
La ascensión a la Mesa también merece la pena. Se sigue la misma ruta
partiendo de Campomanes, y se continúa hasta dejar el coche en el puerto de La
Cubilla. A partir de ahí se sigue una pista hasta alcanzar las cercanías de la
mole rocosa que es La Mesa, a la izquierda del camino. Una vez que nos
aproximamos a la base, la ascensión por roca es sencilla si se sigue el camino
marcado, aunque bastante empinada. La cumbre, prácticamente plana, ofrece una
panorámica única del macizo de la Ubiña.
- Valles mineros -
Lena se encuentra también
comprendido dentro de la comarca de los Valles Mineros. Se trata de un espacio
geográfico, "les cuenques", unido por circunstancias históricas, económicas,
sociales y culturales. Ocupa parte del territorio central asturiano, y está
atravesado por los ríos Caudal y Nalón, que dibujan el paisaje y lo dividen en
zonas altas, donde está mejor conservado el entorno natural; y zonas medias,
cercanas al valle. Estas últimas son las que han vivido con más intensidad el
proceso de industrialización y es donde se concentra la mayor parte de la
población. Y es que la presencia de la mina y de la industria que durante
muchas décadas se ha generado en torno a ella, ha marcado el carácter y las
características de los concejos que hoy se agrupan en torno a esta
denominación. Es esta una zona donde la ganadería tiene una importancia
fundamental. Antaño la mina transformó el estilo de vida y a su abrigo se
crearon pueblos mineros y vaqueros. Hoy la mina está en retirada y los
habitantes de la zona vuelven al ganado. La filosofía de este conjunto de
concejos está marcada por el respeto al entorno natural, las tradiciones y la
herencia cultural e histórica, así como el desarrollo industrial.
- Gastronomía -
Como es de esperar, un concejo forjado
en tradiciones seculares tenía que gozar de una cocina amplia, variada, y
cuajada de sabores que evocan las cocinas de nuestros antepasados, aquellos
que conocían a la perfección las bondades de los productos de la tierra y los
secretos que esconden los fogones. De modo que en territorio lenense es
posible deleitarse con todas las especialidades de la región, como la fabada y
el pote asturiano. Además hay que probar el famosísimo cordero a la estaca,
plato popular cocinado al aire libre en la Fiesta del Cordero. La matanza
enriquece las despensas con sabrosos embutidos y el picadillo. Entre los
productos de la huerta no se puede pasar sin nombrar los arbeyos de Llanos de
Somerón y los nabos de Carraluz. Acompaña los almuerzos un buen pedazo del pan
de escanda, y se cierran bien con frixuelos, bien con casadielles, elaboradas
con mano artesana. ∆ |