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SUPLEMENTO ASTURIAS  -  JULIO 2003

MUJER ASTUR

TELLY LORENZO DIAZ


TELLY LORENZO DIAZ

Responsable de Movimientos Sociales en IU Asturias

"La gente no tiene memoria"


Inició el año 2003 en Irak, en compañía de sus compañeros de partido y sus anfitriones irakíes. Su segundo viaje a este país fue quince días antes de iniciarse el conflicto bélico. La experiencia le ha permitido ver el mundo desde otra perspectiva.
Texto: Isabel Muñiz / Foto: I.G.

Aunque en su carnet de identidad figura como María Teresa, todos la conocen por Telly, una asturiana de espíritu viajero y firmes convicciones.
Su inquietud por el medio ambiente la llevó a conectar con la política. Fue concejala en Ibiza durante tres años hasta que le pidieron que se incorporara al equipo personal de Julio Anguita. Ahora ha preferido regresar a su tierra, Asturias, y a su casa en Muros del Nalón.

-A nivel personal ¿qué fue lo que más te impactó del viaje a Irak?
-
Hay percepciones a nivel de piel que son fuertes. Llegas allí y ellos confían plenamente en ti. Te abren todo, te abren sus puertas, y yo creo que van más allá, te abren sus corazones.
La primera reflexión cuando vas a estos países, es que tienes que olvidarte de los estereotipos que traes contigo, porque sus valores son otros. Tienen, por ejemplo, el valor de la familia, y también otros que cuando yo era niña en nuestro país estaban mucho más arraigados. No puedes juzgar sus cosas de la misma manera que lo hacemos para nosotros. Tienen otras formas de vida, y yo creo que son capaces por sí mismos de llegar muy lejos.

-¿Te sorprendió lo que encontraste en Irak?
-
Sí, porque con la desinformación que tenemos en este supuesto primer mundo, esperaba ver un pueblo mucho más empobrecido, con menos capacidades. No nos olvidemos de que cuando nosotros llegamos allí, Irak llevaba doce años de embargo, viviendo en unas situaciones penosas, sin embargo te podías encontrar con un Departamento de Español en la Universidad de Bagdad con dos mil alumnos, hablando un español increíble, casi perfecto. A pesar de ese embargo habían sido capaces de formar a su gente por sí misma, y aunque seguro que les faltaban muchas vitaminas y proteínas, eran capaces de mantenerse, y eso teniendo en cuenta que debido al uso del uranio empobrecido en la guerra del Golfo por parte de los Estados Unidos, el pueblo irakí estaba padeciendo excesivas enfermedades. Aún así eran capaces de afrontar con una dignidad increíble una situación que de forma impune les estábamos obligando a vivir. Entonces, chapeau por el pueblo iraquí a pesar de sus dirigentes.

"La utopía es una máxima de la izquierda, y debe estar presente como para el católico la oración de la mañana"

-Antes de Irak viajaste a los campamentos palestinos situados en el Líbano. ¿Qué te ha dado esa experiencia?
-
Yo creo que las mujeres somos más fuertes, intelectual y emotivamente de lo que se nos adjudica habitualmente, pero a pesar de eso cuando entras a vivir una realidad y no te lavas las manos, sino que te bañas en ella, las sensaciones son muy fuertes. En los campamentos palestinos en el Líbano, tienen una realidad muy penosa. En un kilómetro cuadrado se están hacinando a lo mejor treinta mil personas. Como no hay más espacio las casas crecen hacia arriba sin apenas separación entre ellas. Eso significa que no hay ventanas, que no hay ventilación. Y a pesar de ser gente preparada no les permiten realizar trabajos para los que están cualificados. El máximo grado al que les permiten llegar a ser es camarero, barrendero.
Una de las cosas más sorprendentes fue encontrarme con una mujer palestina de veintinueve años, madre de cuatro hijos, que quería volver a sus raíces, a las casas de sus abuelos.
Decía que ella no tenía ningún inconveniente en vivir con los israelíes con los mismos derechos y obligaciones que ellos, tratados en igualdad de condiciones. Y me sorprendió aún más que me dijera, que ella no tenía ningún problema en cambiarle incluso el nombre a su país. Que lo que está por encima de todo es que hay que vivir en paz y con derechos, y es lo que solicitaba. Lo que realmente le preocupaba es que no tenía suficiente dinero para que sus hijos y sus sobrinos que vivían con ella allí, pudieran estudiar lo suficiente. Quería darles una formación para que pudieran volver y fueran válidos para su pueblo. Esta visión te descoloca muchas cosas.

-¿Qué le falta a la mente de la mujer europea, a su pensamiento?
-
A nosotras casi nos obligan a parecernos a los hombres para ocupar espacios de ellos. Creo que nosotras tenemos que incorporarnos a esos mundos con nuestros propios valores. Por ejemplo, nosotras no somos competitivas, aportamos otras cosas que tienen un valor que es superior a la competitividad. Yo comparto la opinión de una persona que me decía que las mujeres tenemos siempre como un gran angular, y podemos ocuparnos de varias cuestiones a la vez. Ellos tienen orejeras y yo creo que deberían aprender de nuestro gran angular. Además me da miedo que las mujeres en este primer mundo nos olvidemos de los valores que nos permitirían acercarnos mucho más a esas otras mujeres, que no han perdido esos valores, que tienen que luchar desde posiciones mucho más duras para ellas, y que sin embargo tienen como un valor en sí, su característica femenina.
Me da mucho miedo incorporarme totalmente al mundo de ellos, tengo la sensación de que en nuestra lucha por llegar a eso, incorporamos valores que no son útiles para nada.

"Me da mucho miedo incorporarme totalmente al mundo de los hombres. Tengo la sensación de que en nuestra lucha por llegar a eso, incorporamos valores que no son útiles para nada"

-En lo que ha sido tu trayectoria personal y profesional ¿te has sentido presionada por el hecho de ser mujer?
-
Bueno, la verdad es que yo me tengo por una persona fuerte y creo que tuve la suerte de acertar donde me quería acercar también. Uno de los valores de la izquierda es la igualdad, y no he tenido especiales problemas.

-¿Cómo vives la política?
-
Estoy en la política porque quiero y además la defiendo como un valor y un servicio a la sociedad. Y entiendo que por los distintos cargos políticos debería pasar todo el mundo. No puede ser que por cuatro mangantes, algo que sea bueno y que además debería ser un valor en alza, esté tan desprestigiado. Yo llevo desde el año 89 trabajando en esta organización política desde los distintos márgenes que me son establecidos, intentando que se recupere ese valor de la política. Son horas de esfuerzo, de discusiones y de puesta en común con la gente para saber que es lo más adecuado.
A mí cuando hablan de la clase política se me pone la piel de gallina, porque somos igual que los demás, sólo que en una época de nuestra vida queremos trabajar por el colectivo.

-¿Conservas algo de utopía o eres tremendamente realista?
-
Yo creo que la utopía es una máxima de la izquierda y debe estar presente como para el católico la oración de la mañana. No es lo inalcanzable, sino aquello que no se está realizando porque no quieren realizarlo, pero que hay mecanismos para hacerlo. Por ejemplo, evitar el hambre del mundo. Eso es una utopía que debería estar en la mente de todos, pero los poderes fácticos económicos no quieren caer en ello. Esa utopía se puede superar.

"Las mujeres tenemos siempre como un gran angular, y podemos ocuparnos de varias cuestiones a la vez. Ellos tienen orejeras y yo creo que deberían aprender de nuestro gran angular"

-Por tus palabras se adivina que eres una persona pasional, que las cuestiones que percibes no te dejan indiferente.
-No, y estos días me tiene la conciencia muy removida otra cuestión. Conozco Irak bajo el peso de doce años de embargo, y me parecen una frivolidad y un insulto al pueblo los comentarios que hizo Aznar en ese sentido, cuando decía que "Sadam Hussein está rico y tiene con hambre al pueblo".
Irak tenía petróleo, pero no les estaban permitiendo venderlo. Tampoco cumplieron la parte del contrato que tenían con ellos. Y ahora que lo va a gestionar EE.UU. levantan el embargo para que saque todo el petróleo que quiera. Me parece tan de sinvergüenzas esquilmar de esa manera a un pueblo, que no lo puedo remediar, me tiene encendida, me tiene envenenada.
Y además la frivolidad y el insulto con que nos trata el Presidente del Gobierno. Lo que pasa es que la gente no tiene memoria. Esa es una de las cosas que llevo con menos resignación.

-Tu trabajo es tu vida. Estás muy implicada.
-
Las cosas en las que crees las llevas a flor de piel, entonces tampoco quiero poner esas fronteras. Yo tengo una vida personal en la que de alguna manera esas cosas entran, porque es mi forma de pensar y mi forma de sentir y traslado a mis núcleos todo eso. Tengo muchos y grandes amigos, y en mi entorno de amistades, y creo que tampoco me comprenderían de otra forma. Telly es así, y lo vive de esa manera.

-¿Te gusta asumir riesgos en tu vida?
-
No los busco gratuitamente. Creo que se pueden resolver las cosas sin llegar a situaciones límite, pero no tengo miedos en ese aspecto. Cuando alguien asume hacer un trabajo en la función política, la coherencia en ocasiones te obliga a colocarte en situaciones que van mas allá. Y yo nunca doy un paso atrás, ni para tomar impulso.

-Durante el tiempo que pasaste en Madrid formaste parte del equipo personal de Julio Anguita, ¿cómo se trabaja a su lado?
-
A pesar de lo que parece con Julio Anguita no es difícil trabajar. Es un hombre capaz de generar equipos, que tiene en cuenta lo que piensa su entorno y siempre hace las cosas consultando en ese aspecto. De todas formas esos tres años para mí fueron de un esfuerzo fuerte. Y a nivel personal esos desgastes sólo estoy dispuesta a hacerlos cuando veo un final. Yo asumí estar de la quinta a la sexta asamblea en Madrid, y cuando Gaspar Llamazares me preguntó si continuaba, le dije que más no, porque creo que dejas de tener bastante vida propia y nosotras podemos seguir siendo quienes somos gracias a que sabemos combinar.

-Has estado de aquí para allá ¿te sientes una vida viajera?
-
Sí, yo me baño en la vida. Soy incapaz de ver un río, a menos que esté helado, y limitarme a lavarme las manos. Y eso en ocasiones depende de lo que se acerque a vivir cerca de ti, de tu entorno. No es sólo donde te mueves tú, tú llevas un movimiento pero lo del entorno también es variable, y eso significa que hoy aquí, mañana, ya veremos. Intento tener una coherencia en lo que voy haciendo. Sé que tengo muchas limitaciones, lo que sí intento es irme a dormir con la sensación de que yo he procurado llegar al máximo en lo que podía dar.
Eso también me ayuda a marcharme de los sitios, porque no tenía la responsabilidad de cambiar el mundo, sino sólo la responsabilidad de contribuir a cambiarlo. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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