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SUPLEMENTO ASTURIAS 

ASTURIAS OPINA

 Ley de Espectáculos Públicos

La nueva Ley de Espectáculos Públicos del Principado de Asturias, en lo concerniente a los establecimientos hosteleros, prevé entre otras medidas el cierre indiscriminado de los locales a una hora concreta. Esta Ley ha suscitado distintas reacciones entre los ciudadanos y los empresarios del sector.
Desde nuestro medio hemos recogido algunas opiniones respecto a este tema.

Alfredo García
Presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería del Principado de Asturias
"Nosotros creemos que hay dos problemas diferenciados. Por un lado, el problema de los horarios de cierre de los establecimientos, la aplicación de los horarios que están previstos en la disposición transitoria de la Ley. Por otro lado está, el problema del orden social en la calle. Ocurre que estamos viviendo un momento complicado en algunas zonas y en algunas ciudades, y se están intentando mezclar los dos problemas. Respecto a lo primero, la Ley debería regular, en principio, esos horarios. Esta no entró a determinar una tabla horaria, sino que contempló una disposición transitoria en la que prorroga los horarios que están vigentes, pero que no estaban aplicándose porque no se adaptaban a la realidad social. Esas competencias, el material de control, los cede a los ayuntamientos y contempla que el horario definitivo sea desarrollado reglamentariamente. Estamos en esa fase.
Nosotros creemos que la solución debe pasar por el diálogo de los distintos colectivos que tienen intereses en la regulación de horarios y para ello hemos mantenido conversaciones y reuniones con prácticamente todos los colectivos, ayuntamientos, el Principado, vecinos, usuarios, hosteleros... La conclusión final es que todos están de acuerdo en que esos horarios no se adaptan a la realidad social. Por otro lado, la aplicación estricta de esos horarios que están vigentes ahora mismo, no nos solucionaría ningún problema, sino que los agravarían todavía más.
Nosotros defendemos que, cumpliendo toda la legislación, todas las ordenanzas en materia de seguridad y de adecuación de instalaciones, de insonorización, estaría garantizado que dentro de los establecimientos no se molestaría. Por tanto, la hora de cierre no sería un factor determinante para causar molestias.
Luego está el tema del orden social. Al respecto nosotros manifestamos nuestra colaboración a la solución que se aporte desde las administraciones competentes, es decir, colaborando en el control de salida de vasos, tener las puertas cerradas etc. Pero lo que no podemos es asumir la responsabilidad del orden en la calle. En todo ello hay que tener en cuenta que muchos hábitos están cambiando en la gente. Sabemos que en las grandes superficies, los centros comerciales, los horarios de trabajo son más prolongados. La gente sale más tarde de trabajar, los restaurantes cada vez sirven las cenas más tarde. Esto provoca una situación que no es la misma a la que estábamos acostumbrados".. ∆

"Creemos que la solución debe pasar por el diálogo de los distintos colectivos que tienen intereses en la regulación de horarios"

Angel Lorenzo
Representante de la Asociación de Discobares de Gijón.
"El horario que fija esta ley es transitorio. Ahora, a través de un consejo, harán un reglamento para fijar los horarios definitivos. Ese consejo lo forman unas dieciocho personas de todos los sectores implicados: hostelería, asociación de discotecas, asociación de vecinos, juventudes, sindicatos, de todo.
Si nos referimos a la cuestión de los horarios exclusivamente, yo diría que damos un paso atrás en las costumbres y sobre todo en las libertades.
En pleno siglo XXI debemos buscar siempre un equilibrio entre molestar y no molestar. Yo creo que un bar no tiene por qué molestar ni a las doce, ni a las tres de la mañana, ni a las seis. Y si el bar no molesta no sé por qué lo tienen que quitar.
Hablando como cliente, si yo quiero estar en la calle a las cinco de la mañana, no se por qué me tienen que decir que no, o que tengo que estar en casa, porque si realmente no hay bares abiertos, no haces nada en la calle a esas horas. Eso es un paso atrás en las libertades. Con ello lo que se busca desde la Administración es resolver problemas a los que no han sabido dar solución, como es el de los ruidos que puede generar un bar o una zona de bares. Si un bar molesta, que se vaya contra él; pero el que no molesta, no tiene por qué cerrar. Si vamos hacia la libertad de horarios en cualquier tipo de industrias y de comercio, no sé por qué en hostelería no.
Hace años los comercios cerraban a las siete y media o las ocho, ahora las grandes superficies cierran a las diez. Alguien que sale de su trabajo, por ejemplo, de una gran superficie, tiene que tener su tiempo para cenar y para su ocio.
Dicen que en las zonas de movida se genera ruido de coches, de gente hablando y demás; pero eso es ya un problema de orden público. Nosotros lo que decimos al Ayuntamiento y al Principado, es que se vaya contra el bar que molesta, contra ese ruido que en el interior del local se produce. Nosotros vamos a adoptar las medidas necesarias para que la gente no consuma copas en la calle, y vamos a tener las puertas cerradas. Aparte de que todos somos vecinos y todos somos clientes, por eso siempre hay que buscar en una ciudad un equilibrio para que todo funcione.
Muchos de los visitantes que vienen en verano a Gijón, por ejemplo, y según las encuestas que tiene la Sociedad Mixta de Turismo de esta ciudad, una de las cosas que más valoran es la marcha que hay, si se la vamos a quitar, se irán a otras ciudades y mandaremos a más gente al paro. Estamos hablando de que la gente joven se quede a trabajar en Asturias, que no se marche a otras regiones, ya que estamos haciéndonos una región vieja. Y ahora mismo quien da trabajo a esa gente joven es la hostelería". ∆

"Si un bar molesta, pues que se vaya contra él; pero el que no molesta, no tiene por qué cerrar"

Angel García González
Presidente de la Asociación Juvenil Xunta Xente (Lugones)
"Estos problemas no son nuevos, ya vienen de atrás. Uno puede ver noticias en una u otra ciudad en la que si adelantan el horario de cierre hay disturbios. Esto o algo parecido lo venían aplicando ya algunos ayuntamientos antes de que saliese esta Ley nueva. Todo esto lo que está originando además es un cambio de las costumbres, no sólo de los asturianos, sino de la juventud española.
Yo personalmente estoy en contra de esta medida. La cuestión es muchísimo más compleja que todo eso de los horarios. Por un lado hay una cultura de los que salen, y por otro, hay una red de hosteleros, y por tanto, hay un conjunto de puestos de trabajo que viven a partir de las tres de la mañana. Y esa es otra cuestión que hay que tener en cuenta a la hora de tomar medidas.
Habría que estudiar cuál es el motivo de querer adelantar la hora de cierre. ¿La inseguridad o los disturbios que puedan generarse? ¿Las molestias a los vecinos? Desde luego, son dos causas de mucho peso, porque los vecinos tienen todo el derecho a poder descansar. Pero también los ayuntamientos, por ejemplo, cuando dan las licencias para abrir locales cuando quieren potenciar a algunas zonas, tendrían que tener en cuenta si es una zona residencial o no, si hacen falta más efectivos de seguridad... Yo vería bien si dijeran que con el paso del tiempo van a intentar ir cambiando los hábitos de la gente. Ahora bien, de repente cortar a las tres de la mañana de un día para otro, me parece muy fuerte. Hay que tener en cuenta que hoy día hay mucha gente joven que trabaja los sábados incluso hasta las diez de la noche, no como antiguamente. Por tanto yo veo que esto es un problema más complejo que una simple decisión de horario de cierre". ∆

"Hay que tener en cuenta que hoy día mucha gente joven trabaja los sábados incluso hasta las diez de la noche"

Roberto Sánchez Ramos
Portavoz del Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Oviedo.
"No cabe duda de que todo el fenómeno que se produce en los últimos años en algunos lugares, llamados de copas, crea un problema muy difícil de solucionar, como consecuencia de la concentración de bares y de gente. La Ley es necesaria. Quizás el elemento más controvertido de ella sea el tema de los horarios. Hay un desajuste entre el horario de cierre de restaurantes en relación con el de los bares. Ahí debería de existir una "horquilla" un poco mayor.
En el caso del Oviedo antiguo y en la zona del entorno, se ha llevado una política de dejar hacer, que como consecuencia ha convertido zonas específicas de la ciudad en monocultivo de copas. Nosotros hace años ya habíamos propuesto que se paralizaran las licencias relacionadas con ese tema de los bares y que habría que introducir otros elementos, otras ayudas para la rehabilitación del Oviedo antiguo y que no consistieran exclusivamente en bares. El equipo de gobierno municipal, lejos de llegar a esta conclusión, lo que hizo fue animar a la reconstrucción del Oviedo antiguo. Y se hizo con el acuerdo tácito de que en los bajos comerciales existiesen bares. En los últimos diez años se han multiplicado prácticamente por tres el número de estas actividades, de modo que nos encontramos con una geografía que sería la siguiente: por una parte, los bares tradicionales de toda la vida, que curiosamente tienen una relación de sosiego y de encuentro con los vecinos; y unos nuevos bares que se incorporan, como consecuencia de la rehabilitación o recreación del Oviedo antiguo, de grandes capacidades, que curiosamente son los que tienen más denuncias. Da la casualidad de que a la hora de aplicar la ley, a quien le cae el cierre es a esos bares abiertos desde mediados o finales de los setenta.
Me llama mucho la atención que haya una serie de establecimientos donde no se pide el carnet a los menores para el consumo de copas. Este fin de año, por ejemplo, pudimos comprobar que hay establecimientos que meten a miles de niños menores de dieciocho años, con barra libre, a precios realmente desorbitantes y sin ningún tipo de control.
Hay un dato para confirmar esto que digo, que son los Servicios de Urgencias de la Residencia de Oviedo. Los datos son escalofriantes en cuanto al numero de comas etílicos de niños y niñas menores de dieciocho años. Ante esta cuestión tiene que haber un acuerdo entre todas las partes: los padres, los colegios y los institutos, por supuesto también los sectores económicos de la hostelería, etc. Como anécdota un catedrático de literatura me decía, que los lunes cuando le pregunta a los alumnos qué habían hecho ese fin de semana, la mayoría le contestaban: "Nada, profe, estuve mamándome". Y el profesor les decía: "Sigue así porque vosotros sois los que necesita el sistema". Y una pequeña y reducida parte de alumnos dijeron que habían estado leyendo a Proust o a Saramago. A los cuales les contestaba: "Vosotros sois los peligrosos".
Mucha gente lo que quiere, es poner más policía. Nosotros pensamos que eso no soluciona los problemas. Hay que poner políticas educativas e implicar a la gente, implicarla en un gran acuerdo de todos los agentes que comentaba, y sobre todo hablar más con los jóvenes, porque todo lo que tienen alrededor les invita precisamente a ese tipo de diversión. Ahí tendríamos que tocar muchísimas cosas. ¿Qué papel está jugando la televisión, desde las televisiones públicas a las privadas? ¿Qué valores les están infundiendo?
No se puede culpabilizar a los jóvenes, pidiendo por ello más policía, de una situación de la que son víctimas". ∆

"Me llama mucho la atención que haya una serie de establecimientos donde no se pide el carnet a los menores para el consumo de copas"

Juan García
Presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Oviedo
"Estamos esperando a ver qué pasa con esta Ley. Lo que pedimos es que se aplique. Si los bares están cerrados, lógicamente los vecinos van a tener mucha más seguridad a la hora de circular por la calle donde tienen su domicilio, que en este momento se ha convertido en un zona francamente problemática y peligrosa. No obstante, había un conjunto de textos legales que de haberse aplicado al uno por ciento hubieran hecho innecesaria esta nueva Ley. La esperanza que tenemos los vecinos es que este nuevo texto legal aprobado se cumpla.
A lo largo de la historia, siempre han convivido en perfectísima simbiosis los vecinos y los hosteleros. Nunca ha habido problema. Quizás podía suscitarse una o dos veces al año un pequeño altercado en una zona o en un bar determinado, pero eso nunca ha sido motivo de confrontación. Que en los últimos diez o doce años esto se haya alterado, parece por sí mismo lo suficientemente llamativo como para que los responsables políticos de esta situación hubieran tomado ya cartas en el asunto. Si antes no había fricción ¿Por qué la hay ahora? Porque esta nueva situación produce una agresión directa a la ciudadanía y al sentirse agredida la gente trata de responder y se encuentra, lamentablemente, con que hay una actitud absolutamente displiciente, por no decir irresponsable de las diferentes administraciones a la hora de corregir esta nueva situación. La Administración, ante un delito, se desentiende, y esto a nuestro juicio es absolutamente intolerable". ∆

"Siempre han convivido en perfectísima simbiosis los vecinos y los hosteleros. Que esto se haya alterado, parece lo suficientemente llamativo como para que los responsables políticos hubieran tomado ya cartas en el asunto."

José Manuel Sariego
Concejal Presidente de la Sociedad Mixta de Turismo de Gijón
"Creo que la Ley es mucho más amplia que el tema de los horarios, aunque desafortunadamente se haya convertido en el asunto estrella de la misma. Tiene aspectos mucho más importantes, como lo relacionado con las características y las condiciones legales que deben de cumplir los establecimientos, o cuestiones de seguridad, de aforo, y otras muchas que eran necesarias. El horario se ha convertido en el asunto más polémico, pero no hay muchas razones para que sea así. El horario actual en vigor de acuerdo con la Ley, es el mismo que había en el año setenta y siete. Tenemos que hacer conciliar perfectamente el derecho al descanso y el derecho al disfrute y el ocio. En las reuniones de la Federación Asturiana de Concejos y de los profesionales del sector, se ha visto que la solución pasa por establecer un horario, porque en la norma tiene que haberlo, para que todo el mundo se encuentre en una situación de seguridad jurídica. Pero la Ley abre posibilidades a los ayuntamientos para que se sensibilicen y flexibilicen un poco estas condiciones sin necesidad de entrar en esa disputa. Estrictamente el horario no es la razón de algunos fenómenos, como por ejemplo el vandalismo.
Hay una serie de consideraciones que hay que hacer. Una, que las costumbres y los hábitos de la población española en general han cambiado; dos, que la actividad de la que estamos hablando genera riqueza y empleo, y es una actividad económica importante. Y tres, que es un elemento de atracción para el visitante, para el turista o para el propio ciudadano que tiene derecho también a disfrutar del ocio. Ahora bien, ese disfrute del ocio no puede alterar el derecho al descanso. En Gijón, por ejemplo, se está haciendo que los hosteleros se comprometan a impedir molestias, ruidos, y por lo tanto a cumplir la normativa en cuanto a insonorización, puertas cerradas, control de aforos, limpieza de los alrededores del establecimiento... Todas estas cosas son quizás más necesarias que una hora definida de cierre. Por ahí tienen que ir los tiros". ∆

"Estrictamente el horario no es la razón de algunos fenómenos, como por ejemplo el vandalismo"

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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