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SUPLEMENTO ASTURIAS
Francisco
González Buendía
Director General de Ordenación
del Territorio
y Urbanismo
Ordenar para impulsar
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Su gran preocupación es dotar a nuestra
región de una legislación urbanística completa y recuperar el pulso a la
ordenación del territorio, directrices regionales que marcan el rumbo de
lo que quiere ser Asturias.
Texto y foto: Lupercio González
U na de las
intenciones de Francisco González Buendía es que el ciudadano se
involucre en los temas urbanísticos y tome conciencia de que su
aportación es importante para saber qué modelo de ciudad o territorio se
quiere construir de cara al futuro. "En legislaturas anteriores -señala
Francisco González- fuimos pioneros cuando se hicieron las directrices
regionales de ordenación del territorio en el año 91, donde se hablaba,
y se sigue hablando, del concepto de que el área central de Asturias es
el motor de la región y que tiene que impulsar y tirar de las alas. En
los últimos diez años, lógicamente, ha habido una serie de cambios muy
fuertes".
-¿Esos cambios a qué condujeron?
-Pues a volcarnos, por ejemplo, en la ordenación de la costa
como una parte sustancial de Asturias. Y ahora estamos con el debate
sobre el espacio metropolitano de la zona central asturiana; me gusta
hablar de espacio metropolitano más que de área. Matizo esto porque
estamos totalmente en contra de hacer ninguna nueva estructura
administrativa, que no tendría sentido en una comunidad autónoma
uniprovincial como es Asturias. Tampoco queremos quitar competencias a
los ayuntamientos. Se trata de hacer, por un lado una coordinación
territorial para ese espacio donde nos movemos, en menos de treinta
kilómetros, ochocientos cincuenta mil ciudadanos, de modo que invitamos
a los ayuntamientos para que aporten ideas y participen. Por otro lado,
se trata de hacer una gestión de los servicios que se pueden tener y que
son supramunicipales, como COGERSA, CADASA, la misma SOGEPSA a nivel de
urbanismo. Nuestra idea es ir hacia la coordinación territorial de ese
espacio metropolitano, que ya funciona mal, pero funciona, y tener una
tarjeta de visita que nos permita presentarnos ante la UE y conseguir
beneficios para esa ciudad-región que es Asturias.
"El
urbanismo lo asociamos a veces con algo muy complejo propio de
unos técnicos sobre los cuales el político descansa" |
-¿Es imprescindible superar en nuestra región los
localismos si se quiere avanzar hacia el futuro?
-Ese es el tema fundamental. Ahora se está hablando de la
autovía minera, y de las grandes redes en infraestructuras, y se está en
algunos casos observando este problema en el regate corto. Cuando
hablamos no podemos estar parándonos en que si este enlace es el más
adecuado o no, cuando se tiene la autopista al lado de casa. La política
hay que enfocarla con un ámbito mucho más amplio y no centrarnos en
políticas sectoriales y locales. Hay que ir a una visión de conjunto,
que se ha perdido, y ordenar en ese sentido. En ello es fundamental la
información pública. Yo estuve haciendo planeamiento urbanístico en
equipos hace mucho tiempo, y siempre decíamos que era importante la
información pública. Lo fundamental para un plan es que la gente tiene
que participar y decir qué modelo de desarrollo quiere para su ciudad.
-Pero tanto el ciudadano como los políticos piensan que
los temas urbanísticos son cosa de los técnicos. ¿A qué se debe?
-Quizá la culpa, lógicamente, la tenemos las administraciones de
no dar los medios e instrumentos adecuados para la participación de la
gente y llevar esa mentalización de lo qué es el urbanismo.
Efectivamente, el urbanismo lo asociamos a veces con algo muy complejo
propio de unos técnicos sobre los cuales el político descansa.
Normalmente le entregan un plan y luego le viene el problema de
negociación con el ciudadano, etc. El urbanismo no es eso. El urbanismo
es uno de los cambios que hemos introducido en nuestra vida asturiana y
que ha pasado bastante desapercibido, pero que es fundamental, y lo es
porque para encargar a un técnico un plan, antes tiene que haber un
debate sobre las estrategias de ciudad, y eso lo dice la ley. Además, el
Principado tiene que apoyar ese debate con medios económicos y que se
pongan en la mesa todas las posibilidades de una ciudad donde participe
la sociedad civil. Cuando ya políticamente, a través de las sugerencias,
se haya admitido un modelo u otro, entonces se estudiará y se encargará
el planeamiento urbanístico, la labor técnica. Hay una directiva europea
que pasó desapercibida, pero que España la tiene que incorporar, y
entrará en vigor en nuestro país en el 2004, y es la estrategia
medioambiental de todo un concejo. Esto quiere decir que, cuando se haga
un planeamiento urbanístico o territorial, lo primero que hay que hacer
antes es una estrategia medioambiental de todo el territorio que se va a
planificar. Pero eso no se observa.
-En el ordenamiento territorial ha suscitado polémica el
hecho de que se vea necesaria la fusión de algunos municipios. ¿Por qué?
-Voy a usar como referente la Ley, porque ha sido una ley
consensuada y muy hablada durante mucho tiempo. Curiosamente, en el caso
de que sea necesario hacer un esquema de diseño conjunto de dos o tres
ayuntamientos, la ley tiene instrumentos incluso para obligar a fusionar
territorios. Hay alcaldes que incluso hablan y propugnan la fusión de
municipios y no sólo crear mancomunidades, aunque la mayor parte son
reticentes a estos temas. Estos dicen: "Cada uno a sus competencias, y
aunque tengamos cincuenta habitantes, es el municipio y hay que
mantenerlo". Yo no creo que haya que entrar por ahí, porque abonamos un
terreno que al final va a ser una batalla perdida. En estos casos hay
que ir con la política de los hechos, como se está haciendo con el POLA,
en que estamos haciendo obras en paralelo a su tramitación. Queremos que
se vea lo que se va a hacer con esto. De lo que estamos hablando es de
coordinarnos territorialmente. Volviendo otra vez al tema del Area
Central, nos vale el ejemplo para otros ámbitos. Si coordinamos
territorialmente la gente se acostumbra a desplazarse cómodamente puesto
que le dará lo mismo residir aquí o allí, porque además hoy el empleo no
es local.
"Hay alcaldes que incluso
propugnan la fusión de municipios, y no sólo crear mancomunidades"
-El controvertido POLA ¿qué trascendencia está teniendo?
-Recientemente hemos presentado en Avilés el proyecto de
cooperación europea INTERREG III-B; el POLA ha servido de base para ese
proyecto con varios socios europeos. Hoy en Europa existe lo que se
llama la Gestión Integrada de la Zona Costera Europea. Estamos hablando
de un espacio donde, en un entorno de cincuenta kilómetros de extensión
hacia adentro de todas las costas en toda Europa, vive la mitad de la
población europea. Es un espacio donde hay unos problemas de transportes
terrestres y marítimos; donde se concentra la industria pesquera y de
otro tipo; donde hay un problema de colisión entre lo rural y lo urbano;
un problema de presión urbanística que puede acabar con los usos
tradicionales de la costa. La UE dice que hay que buscar ese equilibrio
entre preservación y desarrollo, y además, utilización racional. La UE
apoya todos los proyectos que busquen la sostenibilidad y una gestión
integrada de la zona. Entonces nosotros dentro de los programas de
cooperación interregional estamos en la letra B, (la A es el
transfronterizo, la B es lo transnacional y la C es la cooperación
regional con independencia de los marcos territoriales o las
euroregiones donde te muevas). Asturias está en lo que llamamos la euro
región arco atlántico, y a través del POLA se intenta hacer una gestión
integrada de la costa asturiana con una serie de medidas de accesos a
playas, de sendas peatonales, de recomendaciones urbanísticas, de
soterramiento de líneas aéreas, de yacimientos arqueológicos... y vimos
de repente que esta estrategia coincidía con la estrategia territorial
europea. En fin, que a partir de nuestro Plan de Ordenación del Litoral
se ha visto que hemos conseguido unir a socios irlandeses, franceses,
portugueses, del Reino Unido y de los españoles, pues Galicia que está
con nosotros, y hemos liderado ese proyecto que nos ha puesto en orden
técnicamente el CECODET (Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial
de la Universidad de Oviedo) y esperamos mandarlo a la UE y que nos lo
aprueben. Eso será después una actuación a nivel de proyectos que nos
financia la UE entre 2003-2004 para hacer una planificación conjunta
estratégica de toda la costa.
-¿Y eso va a repercutir sobre el turismo?
-Exactamente. Ejemplos prácticos: invito a la gente que pasee
por el Tranqueru en Carreño, donde aprovechando la antigua vía de FEVE
hemos hecho una senda peatonal siguiendo las prescripciones de nuestras
ideas de ordenación; o que vayan a ver el mirador del Espíritu Santo en
Muros de Nalón; en San Esteban de Pravia hemos hecho una senda, más bien
urbana, y se ha soterrado el cableado, como ejemplo de lo que queremos
hacer en el POLA; en Tazones (Villaviciosa) un aparcamiento retirado; en
Torimbia (Llanes), estamos haciendo un parque-playa muy bonito... La
idea es aprovechar los recursos, y esto en el arco atlántico es una idea
que ha gustado mucho y la hemos exportado introduciendo en el proyecto
ese concepto de parque-playa y parques de temporada.
"La
UE apoya todos los proyectos que busquen la sostenibilidad y una
gestión integrada de la zona" |
-El problema de la vivienda ¿radica en la falta de
suelo, en su precio, en los constructores, en los promotores...?
-La ley asturiana de lo que se ha preocupado, desde el primer
párrafo hasta el último, es de conectar siempre el urbanismo y el suelo
con el producto final de transformación de suelo, que es la vivienda. El
problema de la carestía y de la famosa burbuja que tanto se habla sobre
la vivienda, la ley asturiana es bastante ponderada e incisiva en cuanto
a intervenir en el precio final de vivienda cuando los particulares no
hacen bien sus deberes. El problema no es que haya suelo urbanizable,
porque hay mucho y está concentrado, sino que ese suelo urbanizable se
ponga en el mercado rápidamente, urbanizado y con los menos costes
posibles. No se puede dar una medida liberalizadora sin acompañarla de
todo lo demás. Hay que gravar al promotor propietario, que tiene suelo y
que no lo suelta, y primar al que quiere gestionar suelo. Nosotros
apostamos por un sistema concesional en el que el concesionario, por
naturaleza, sea el propietario de ese suelo si lo quiere llevar adelante
y urbanizar; si no, será la propia Administración por sí misma, o por
sociedades públicas, como puede ser en Asturias SOGEPSA, quien lo lleve
adelante. El urbanismo no puede estar en manos del promotor, ni los
plazos ni la gestión. El urbanismo es función pública y sobre ese
concepto de función pública hay que conseguir el efecto de que haya
suelo urbanizado, no urbanizable, dispuesto a ser construido. Y si ya
está urbanizado el suelo, que tampoco se retenga, con lo cual entra
también la segunda figura que es el agente edificador. Hay muchos
edificios abandonados que no se rehabilitan y que están esperando a que
se caigan. Si no se construyen en un plazo determinado, que entren los
agentes rehabilitadores y que compensen al propietario con lo que le
corresponda. ∆
"El urbanismo es función pública y sobre ese
concepto hay que conseguir el efecto de que haya suelo urbanizado
dispuesto a ser construido" |
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