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SUPLEMENTO ASTURIAS
- DICIEMBRE 2003
MUSICA
Foto: Alejandro Braña |
CUATRO
ASES
DE LA TONA
Chus Pedro y Gabino Antuña nos han querido sorprender con algo que
tenían bajo la manga: nada menos que un póker de ases de lo más puro de
nuestra música tradicional.
El alma de la tierra
Estos
dos embajadores de nuestra cultura musical han logrado reunir en un álbum a
cuatro portentos de la toná asturiana, cuatro voces peculiares que como bien
señala Chus Pedro "se funden con el paisaje asturiano hasta formar parte de
él, hasta ser algo consustancial a lo que somos".
Jorge Tuya, Ismael Tomás, José Manuel Collado y el Ché de Cabaños, son las
voces protagonistas de este trabajo discográfico. Si bien no es difícil hablar
de cada uno de ellos por separado, dada la trayectoria individual de cada uno,
sí entraña dificultad aunarlas en un todo. En este sentido Gabino Antuña
escribe en el libreto que acompaña a este disco que, "lo que no resulta tan
fácil de hablar, es de hacer un cuarteto con cuatro cantantes de toná, y más
difícil aún, ponerse delante de ellos a dirigirlos. El objetivo de este
trabajo no es hacer un cuarteto como tal, buscando el empaste de las voces,
matices, etc. Lo que se pretende es que, a golpe de batuta, cuatro cantantes
de toná sean capaces de cantar una canción a cuatro voces, respetando y
ensalzando las peculiaridades".
Ismael Tomás Montes es del concejo de Piloña y es reconocida su maestría y
fluidez en cantar a la gaita. Este maestro de la toná nos muestra su alegría
de ver este trabajo ya editado: "Estoy muy satisfecho con el trabajo realizado
en este disco, porque es variado, porque se introdujo música en determinados
temas, se hicieron dúos, cuartetos, y el resultado es un disco ameno de
escuchar. El disco creo que está logrado, no obstante eso tendrá que decirlo
el público". Como el buen vino, todo necesita su tiempo para que se valore en
la medida justa de su calidad. "Algunos puristas piensan que la canción
asturiana era la canción de chigres y que no había otro campo, -comenta Ismael
Tomás-, sin embargo, creo que en la canción asturiana todavía hay mucho por
hacer, porque se puede compartir con otras músicas, con otros instrumentos y
darle un determinado realce".
También así piensa El Ché de Cabaños que lleva unos 35 años metido en la toná:
"Nosotros tenemos esta afición, ya veterana, y queríamos dar una pincelada
para ver cómo podíamos llegar también a la juventud. Algunos jóvenes que
escucharon este disco dicen que ahora pueden entender mejor a la toná". Este
cantante ha sido componente del Coro Santiaguín de Sama de Langreo y cree que
"este disco va a quedar para los anales de la historia, puesto que lleva un
contenido musical, que no es muy de la toná tradicional, pero que no la
desvirtúa para nada".
Para cantar una toná hay que hacerlo desde dentro, desde las entrañas y poner
toda la carne en el asador. La potente voz de José Manuel Collado así lo
demuestra: "Si no se canta con amor y sentimiento una canción asturiana no
tiene sentido". Acoplar las voces de estos cuatro portentos de la toná ha sido
una labor que han realizado con paciencia Chus Pedro y Gabino Antuña, para
lograr el resultado esperado. Collado apuntaba que "la mayor dificultad ha
estado en acoplarnos, porque había que acoplar la voz primera, la segunda,
barítono y bajo, porque nosotros estamos acostumbrados a cantar solos". Pero
el esfuerzo ha merecido la pena. Así lo manifiesta la tranquila voz de Jorge
Tuya: "Estoy muy orgulloso de cómo ha quedado este disco, es un trabajo
excepcional. Los que formamos este cuarteto pusimos todo de nuestra parte,
además del trabajo que hicieron Chus Pedro y Gabino Antuña con nosotros". Lo
importante al final es que el resultado ha sido satisfactorio para los que han
emprendido esta aventura musical, una aventura que abre puertas a nuevas
mentalidades, a ver las mismas cosas pero desde otra perspectiva. Es una
concepción musical más abarcante y sin perder un ápice de la raíz de nuestra
tradición. Jorge lo tiene muy claro: "A alguna gente que escuchó canciones
populares antes y las escucha ahora, puede que les parezcan un poco extrañas,
pero es que están hechas y arregladas para nosotros. Yo las veo con otro
perfil distinto a lo de antes, o sea, más juveniles y acordes a los años en
que vivimos ahora". Posiblemente muchas canciones que comprenden este disco
van a ser historia y la historia se escribe en este presente. Jorge Tuya,
Ismael Tomás, José Manuel Collado y El Ché de Cabaños ya forman parte de
nuestra historia, porque han sido, y están siendo, destacados intérpretes de
lo nuestro. / L.G. |
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