Texto: Isabel Muñiz / Foto: I.G.
Mujeres en el
rural
Carmen
nació en Cangas del Narcea, pero su responsabilidad le hace viajar con
frecuencia a Oviedo, donde tiene su sede la asociación. Cuando su agenda
se lo permite compagina su labor con el cuidado de la casa, una
explotación ganadera, una huerta para el autoconsumo, y muy pronto la
atención a una iniciativa de turismo rural.
-¿Qué papel representa la mujer en el medio rural
asturiano?
-La mujer en esta última década dio un paso muy importante hacia
la visibilidad, hacia ponerse en una situación de primer puesto, sobre
todo en el sector ganadero. No hay que olvidar que este avance, el
llegar a ser empresarias ganaderas, se produce gracias a su situación.
En las zonas donde hay economía mixta y al ocurrir que los suegros,
padres y los maridos trabajan fuera, son ellas las que asumen la
titularidad de la explotación. Luego por otra parte está el tema de las
prejubilaciones. En Asturias tenemos desde hace unos años la posibilidad
de prejubilación en las explotaciones ganaderas y cuando ocurre que los
padres se prejubilan, asumen la explotación las mujeres. Yo creo que
muchas no son conscientes de la situación empresarial en la que se
meten, aunque tampoco les dan otra opción.
-¿Dónde encuentra más dificultades la mujer que vive en
el medio rural?
-A la hora de encontrar trabajo. El tener un trabajo fuera de
casa en el mundo rural es mucho más difícil que en la zona urbana,
porque en el mundo rural tú tienes que llegar a los núcleos de población
más importantes, y la mayoría de la gente incluso teniendo FP o una
formación cualificada termina cuidando niños o limpiando.
-¿Se están rompiendo los esquemas sobre el reparto de
funciones?
-Poco a poco vamos rompiendo muchísimos moldes y hay que
reconocer que ahora ya se dan bastantes casos donde se queda el marido
trabajando en la explotación familiar y la mujer, por tener mayor
cualificación, sale a trabajar fuera. Pero en estos aspectos todavía
estamos en minoría.
Otra de las barreras la encontramos a la hora de poner una empresa
paralela a la explotación ganadera como diversificación, bien sea en el
ámbito turístico o alimentario o artesanal.
"Si no
existiese la gente del campo mal se iba a cuidar el medio
ambiente" |
-¿Hay ayudas en este sentido?
-En estos momentos en Asturias, sobre todo en las zonas
correspondientes a las cuencas mineras, tenemos unas ayudas bastante
importantes. Yo siempre digo que la liberación de la mujer pasa por la
independencia económica, y para poner una pequeña empresa paralela a la
de tu familia, actualmente tienes muchas facilidades. El Instituto de la
Mujer tiene unos dineros para créditos en empresas de mujeres y en este
último año han aumentado muchísimo los proyectos de mujeres, proyectos
que se benefician del PRODER y LEADER.
-¿Estos proyectos están en el ámbito rural?
-Bueno la mayoría sí, y luego en Asturias hay muchas zonas, como
las comarcas mineras, que se complementan con otras ayudas que pueden
llegar a ser de un 50% para un proyecto. Eso facilita muchísimo.
-¿Se podría decir que hay suficientes medios?
-Suficientes medios, no. Suficientes medios sería tener el 100%,
porque todavía tienes que ir con el marido al banco a que te firmen los
créditos, pero todo eso mejoró.
-¿Están proporcionadas las oportunidades que se están
abriendo con la iniciativa de la mujer?
-No, vamos a ser sinceras. Yo no me atrevería a dar cifras, pero
todavía no hay un empuje total. Por otra parte creo que hay mucha
carencia de ideas, porque un problema que existe en el medio rural es
que cuando alguien inicia un proyecto se copia muchísimo. Y lo bueno del
medio rural para fijar población y para que esto tenga éxito es que haya
mucha diversificación, que unos proyectos se complementen con los otros.
Eso generará una cadena con la que todo el mundo tendrá su porvenir.
-El campo ahora mismo arrastra un gran problema de
desertización y de envejecimiento de la población. ¿Cómo se ve desde
vuestro punto de vista?
-Bueno, creo que es un problema que tenemos desde hace décadas,
no es un problema de ahora pero cada vez se agudiza más porque hay menos
gente que se incorpore al medio rural. Pero éste no es un problema de la
población rural, yo creo que es un problema político, y no tendrá
solución mientras no haya una apuesta política muy fuerte, y yo no veo
intenciones de ningún tipo. A nivel nacional te digo claramente que
quieren todo lo contrario, quieren que Asturias termine siendo una selva
para que luego venga el señor Cascos y otros a cazar. A nivel regional
tengo muchas esperanzas en esta legislatura porque precisamente tenemos
una Consejera de Medio Rural y un Director Regional que fue ganadero, y
nadie mejor para defender los problemas del medio que aquellos que los
conocen y trabajan en él. Pero tengo que decir una cosa, y es que como
luego los fondos del Principado hay que repartirlos tanto, pues siempre
somos los niños feos de la película, y todo se mete en las cuencas y
todo va para fondos mineros, y al final el medio rural es quien sufre
todo este problema.
De todas formas tengo plena seguridad en que con una intención política
buena, y por supuesto poniendo el dinero que se pone en otros lugares,
esto tiene solución. Hay mucha gente joven a la que le gustaría vivir en
el medio rural, pero se van porque no tienen futuro, no porque crean que
el asfalto es más bonito.
También hay gente en la ciudad que se va al medio rural habiendo nacido
en la ciudad y renuncia a una profesión muy cualificada y termina
teniendo una explotación de cabras, o sea que se da de todo.
"Yo
siempre digo que la liberación de la mujer pasa por la
independencia económica" |
-¿Qué aporta el medio rural al que está ahí?
-Bueno yo voy a hacer un análisis personal. La vida en el medio
rural exige muchísimo sacrificio porque nosotras llevamos el trabajo día
a día y somos las que cuidamos de los hijos y muchas veces de los
nietos. El medio rural en muchos momentos te deprime porque el no tener
poder adquisitivo influye mucho y tienes algo que es muy duro y es que
te tienes que separar de tus hijos si los quieres formar. El que los
hijos se vayan a muchos kilómetros para poder llegar a tener una carrera
tiene un coste elevadísimo. Pero como mujeres también tenemos muchas
satisfacciones porque la mayoría de lo que damos y lo que comemos lo
vemos nacer y crecer. Sabemos lo que comemos, sabemos que respiramos un
aire muy puro, que cuidamos el medio, que somos los jardineros de
Asturias. Los políticos tendrían que reflexionar y activar medidas,
porque si no existiese la gente del campo mal se iba a cuidar el medio
ambiente. Nosotros nos sentimos muy satisfechos de mantener este medio,
pero muchas veces también nos deprimimos, porque vemos que no se nos
reconocen los esfuerzos que hacemos. Carecemos de muchas cosas que hay
en la zona urbana, pero sabemos conjugar lo uno con lo otro y eso es lo
que nos mantiene.
-¿Se escucha la voz de las mujeres del medio rural?
-Bueno nosotras como asociación tenemos un peso muy importante
porque para que te escuchen hay que ser un colectivo fuerte. También te
puedo decir que hay líneas políticas a las que les gustaría mucho que
desapareciésemos, pero afortunadamente cada vez vamos creciendo más y
como Asociación de Mujeres Campesinas, hoy por hoy en el Principado de
Asturias, tenemos un peso político. En elecciones agrarias por ejemplo
votan más mujeres que hombres y ahí nosotras decidimos muchísimo.
Tenemos concejalas y gente a nivel político en algunos sitios.
En el Principado de Asturias allí donde vayamos Mujeres Campesinas nunca
se nos cierra una puerta, todo lo contrario, nos reciben siempre con los
brazos abiertos y bueno en el Principado siempre intentan que
colaboremos en los programas europeos que el Instituto de la Mujer
solicita.
-Ahora mismo ¿cómo está respondiendo la mujer rural ante
la llegada de las nuevas tecnologías?
-Mejor que los hombres, mucho mejor. Nosotras de hecho, llevamos
ya años dando cursos de informática y siempre son mujeres las que van a
los cursos. En principio hay una edad, hay unas mujeres que piensan que
para ellas no son, pero claro esas mujeres que a lo mejor en un primer
momento renunciaron a ir a un cursillo, ahora tienen una empresa
turística y tienen que hacer todas las reservas a través de Internet.
Actualmente ya tenemos que tener correo electrónico, entonces a la que
no se puso al día la obligan a ponerse y pueden ser un poquitín más
reacias pero en ese aspecto responden mucho mejor que los hombres.
Normalmente en temas de formación mucho mejor. ∆ |