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SUPLEMENTO ASTURIAS  -  ABRIL 2003

Alianza de Intelectuales Antiimperialistas de Asturias

 Haciendo un futuro mejor

Escritores, músicos, artistas, profesores y gente relacionada con el mundo de la cultura se han involucrado para luchar contra la corriente de pensamiento único, una amenaza cuyo alcance va más allá del presente conflicto entre EE.UU. e Irak.
El año pasado, en Madrid, se agruparon en torno al Manifiesto contra la Barbarie un buen número de intelectuales, gente del mundo de la cultura, de las artes y de las ciencias, haciendo una declaración de intenciones en torno a la situación que se crea en el mundo a partir de la caída de las torres gemelas el 11-S. Partiendo de esa iniciativa, en nuestra región se ha organizado la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas de Asturias.
Texto: Lupercio González

AQUILINA FUEYO "Estamos apoyando y respaldando todas las movilizaciones que se hacen en torno al tema de la guerra"
Foto: L.G.


AQUILINA FUEYO
Portavoz de la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas de Asturias.

-¿Cuándo iniciasteis vuestra andadura?
-La Alianza la presentamos el 12 de diciembre del pasado año.
Fue un acto donde se habló del Manifiesto y de las intenciones de la Alianza, y que logró reunir a unas ciento cuarenta personas. Poco a poco se fue ampliando el grupo y calculamos que podemos estar en torno a las doscientas personas, a las cuales enviamos información periódicamente. En la primera asamblea de la Alianza presentamos los objetivos de actuación a corto plazo y cómo íbamos a organizar y a estructurar al grupo.

-¿Qué objetivos planteáis?
-En estos momentos nuestra preocupación fundamental está en decir "No a la guerra", como está sucediendo con todos los movimientos sociales y organizaciones que se mueven en Asturias y en España.
Pero la Alianza no sólo surge por el tema de la guerra, sino por un deseo de contrarrestar el hecho de que EE.UU. después del 11-S se adjudica el derecho de marcar cómo va a transcurrir el mundo ahora y en el futuro. Eso nos parece preocupante y debemos contrarrestarlo desde los instrumentos que tenemos, como la palabra, las artes, la escena, los discursos, y otras actividades.

-En definitiva, sois contrarios al pensamiento único.
-Sí. La gente tiene derecho a tener acceso a ideas diferentes de las que se están transmitiendo habitualmente a través de los medios de comunicación y por parte de diferentes organismos públicos, económicos, políticos... Parece que sólo hay una forma de ver y entender el mundo, y que pasa porque algunos países desarrollados, con EE.UU. a la cabeza, decidimos quién puede tener un determinado tipo de armamento, y quién no. Cuando surgió la Alianza, la guerra no estaba en el escenario bélico que tenemos ahora, pero flotaba por ahí. Se había iniciado el ataque a Afganistán por parte de EE.UU., y se vio que este país plantea la guerra como la única solución posible a los problemas. Nosotros creemos que la guerra es la peor alternativa de todas las posibles. No creemos que sea una solución, sino un problema que agrava los muchos que ya existen.

"¿Cómo puede ser que los medios no se cuestionen su función informativa y su principio de objetividad?"

-¿Qué peso tiene la opinión pública para contrarrestar todo esto?
-Las manifestaciones a nivel internacional del 15 de febrero demostraron que la opinión pública puede cambiar muchas cosas, si tiene la voluntad de cambiarlas. Esa fecha es una inflexión en el panorama internacional, de cómo se sitúa la ciudadanía con respecto a los problemas del mundo, y una demostración de que no está tan adormecida. No quiero decir con eso que se haya conseguido parar la guerra, pero la clase política de este país y de otros países tendrán que pensarse mucho qué hacer, porque la gente está respondiendo masivamente contra decisiones que parecía que ya estaban tomadas. Supongo que esto se leerá más claramente en las próximas elecciones.

-¿De qué manera se están introduciendo estos conceptos o educación imperialista?
-Yo creo que básicamente por la vía del discurso único, que se traslada miméticamente de los poderes económicos y políticos a los medios de comunicación y que éstos amplifican hasta extremos que uno no llega a entender. ¿Cómo puede ser que los medios no se cuestionen su función informativa y su principio de objetividad? El no posicionarse en una dirección determinada y dar a la gente elementos que les permitan saber qué es lo que está sucediendo y puedan adoptar posiciones propias, es algo que no existe. Siempre hay una información sesgada e interesada. Tenemos ejemplos, como la información que se dio acerca del Prestige, o la que se da en algunas cadenas públicas sobre el tema de la guerra. Pretenden ocultar a la ciudadanía y a la opinión pública que quien va a sufrir cuando se desarrolle una guerra no es Saddam Hussein, sino el pueblo iraquí. Ocultan cosas como el millón setecientos mil muertos, de los cuales seiscientos mil son niños, que ha habido desde el bloqueo hasta ahora. Crean la figura del demonio en Saddam Hussein, para que no se vea realmente quién va a sufrir los efectos de una guerra. Nos quieren hacer creer que actuamos en defensa propia contra un enemigo común que es el terrorismo, pero un terrorismo indefinido que nadie sabe de dónde proviene, con figuras que se crean y que luego nunca llegamos a saber más de ellas. ¿Cómo es posible que una potencia como EE.UU. no consiga encontrar vivo o muerto a Bin Laden?

"La guerra es la peor alternativa de todas las posibles"

-¿Qué acciones estáis emprendiendo en Asturias?
-Estamos apoyando y respaldando todas las movilizaciones que se hacen en torno al tema de la guerra. La idea más inmediata que tenemos es lanzar en Asturias una actividad cultural masiva de música, teatro, poesía y demás, como la que se hizo en Madrid hace poco, y que aglutine a la gente contra la guerra.

-¿Quiénes pueden pertenecer a esta Alianza?
-Cualquiera que se sienta identificado con alguno de los dos manifiestos fundacionales en los que nos basamos. ∆

Paz Andrés Sáenz "Tenemos un compromiso con la sociedad de transmitir nuestras reflexiones y nuestros puntos de vista"
Foto: L.G.


PAZ ANDRES SAENZ
Catedrática de Derecho Internacional Público.
Miembro de la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas de Asturias.

-Aclárenos ese concepto de "intelectual".
-En primer lugar, el término intelectual a mí me infunde un cierto respeto. La expresión intelectual que se ha planteado en torno a la Alianza, quiere rescatar la idea de la Alianza de Intelectuales Antifascistas que se utilizó en la época de la Guerra Civil. En general se trata de dirigirse a las personas que trabajamos en el mundo de la cultura, del pensamiento, que tenemos un compromiso con la sociedad de transmitir nuestras reflexiones y nuestros puntos de vista.

-¿Es la Alianza una herramienta para luchar contra el pensamiento único que se está tratando de imponer?
-La idea que inspira la creación de la Alianza, es que durante la época de la guerra fría, con la existencia de dos superpotencias, EE.UU. y la Unión Soviética, el equilibrio era imperfecto, en el sentido de que esas dos superpotencias se vigilaban entre ellas y se evitaba, al menos, que se produjeran grandes tropelías. Sin embargo con la desaparición del sistema socialista ese equilibrio se ha roto. Desgraciadamente, sobre todo a partir de los acontecimientos del 11-S, los EE.UU. han demostrado que en vez de ejercer una capacidad de liderazgo, que sería algo muy razonable en el ámbito internacional, están actuando de manera imperialista, en el sentido de que consideran que pueden actuar para defender exclusivamente sus intereses, o las de aquellos estados que resulten protegidos por ellos, como es el caso de Israel. Y esto hacerlo al margen del derecho internacional, y despreciando a las instancias multilaterales de toma de decisiones como son las Naciones Unidas. Esta situación de imperialismo a la que está sometida la comunidad internacional en este momento, tiene repercusiones muy negativas en el ámbito internacional y también en los ámbitos internos, porque están suponiendo un recorte de los derechos y libertades.

-¿Qué papel juega en todo ello la Alianza?
-Partiendo de este diagnóstico de la situación, la idea de la Alianza es constituir un foro de debate y de alerta sobre estas situaciones, de tal manera que se pueda hablar, discutir y pronunciarse cada vez que se plantee un tema en el que se observe, como esta situación actual, que repercute de manera negativa en la sociedad y en los ciudadanos. El objetivo más inmediato para nosotros, como es lógico, es el asunto de Irak. Esto no quiere decir que la Alianza se vaya a ocupar en exclusiva de Irak, sino en general de cualquier situación de características similares donde creamos que se dan estas repercusiones negativas.

-¿Cuánto cuenta la opinión pública en todos estos asuntos?
-La fuerte presencia de la opinión pública, está poniendo de relieve un fenómeno muy interesante que se va a proyectar para el futuro. Y es una cierta quiebra del sistema de democracia representativa, del sistema de partidos, que puede resultar desbordado por unos movimientos ciudadanos que ven que los partidos no reflejan, o no acogen sus ideas y deciden expresarlas libremente por su cuenta a través de una organización que se mueve muy rápida gracias a las nuevas tecnologías. La incidencia de Internet en la manifestación del quince de febrero o las próximas que vendrán, ya se está poniendo de relieve en todas estas organizaciones. Posiblemente esa sea una de las líneas que van a marcar los movimientos sociales para el futuro y marcará un cambio importante en la ciudadanía.

-¿Qué herramienta tenemos los ciudadanos para luchar en contra de esa imposición del Gobierno de involucrarnos en una guerra?
-Dado que el sistema constitucional no ofrece herramientas jurídicas para atajar una actitud como la del Gobierno del PP en estos momentos, de tomar decisiones al margen de lo que piensa el pueblo español, yo creo que lo que cabe es exigirles la responsabilidad política. Es decir, que los ciudadanos tomemos nota de esta actitud, que nos parece negativa, y en su momento deducir las consecuencias en el ámbito político. Las consecuencias se producirán en el momento de las elecciones que se planteen en el futuro, tanto municipales como generales.

-¿Crees legítimo que en determinados momentos el pueblo se acoja a la desobediencia civil?
-Lo más adecuado es que los ciudadanos utilicemos nuestro derecho de libertad de expresión y la manifestemos en el momento que estimemos oportuno y por los cauces pacíficos oportunos. Un partido político que sistemáticamente está viendo manifestaciones de opinión en contra de su postura, lógicamente tendrá que reflexionar, o si no va a tener grandes problemas en el futuro. Esa es la vía indicada.

"La fuerte presencia de la opinión pública está poniendo de relieve una cierta quiebra del sistema de democracia representativa, del sistema de partidos"

-La figura del rey en todo esto ¿qué papel juega?
-Conforme a nuestro sistema constitucional, el rey es una figura meramente formal. La Constitución dice que le corresponde al rey la declaración de la guerra. Lo que pasa es que una de las características de la situación actual, que se da no sólo en España sino en todos los países, es que se están deliberadamente desvirtuando las categorías clásicas en relación con este tipo de asuntos, de tal manera que ya no se habla de guerra, sino de conflicto bélico, o de intervención militar, o de acción militar. De esta forma se escapa a las vías marcadas por la propia Constitución para tomar las decisiones en relación con estas cuestiones que son de extrema gravedad. Asistimos a una utilización constante de eufemismos para desvirtuar las categorías clásicas, que son las que están sujetas a control conforme a la Constitución. En cualquier caso el rey se limitaría a sancionar lo que se hubiera decidido previamente en las Cortes, pero se deja a un lado, no sólo la figura del rey en cuanto a su intervención formal, sino también a otros partidos que no sean los que están en el Gobierno cuando éste tiene la mayoría absoluta, como es el caso.

-Involucrarnos en un conflicto armado ¿no es una decisión que debería tomarse a través de un referéndum?
-La fórmula óptima, en una hipotética revisión de la Constitución, sería modificar la regulación que la Constitución prevé para estos temas en relación al uso de la fuerza, para asegurar la participación del Parlamento en todos los casos, porque resolvería todos los problemas. Pero mientras se hace esto o no, un partido, un gobierno auténticamente democrático debería ya de someterse a esos controles por sí mismo, sin necesidad de tener que esperar a que la Constitución se lo dijera, porque eso forma parte de la esencia democrática. Una decisión tan importante como ésta no la puede tomar un gobierno por sí mismo, si no es con un respaldo parlamentario.

-Como miembro de esta Alianza ¿qué llamada harías a los ciudadanos?
-Que asuman ese compromiso social, que a mi juicio debemos tener los que nos dedicamos a estas tareas, y que expresen libremente su opinión sobre los temas que interesan a todos los ciudadanos. Y que lo hagan bien a través de los foros que ya existen o fuera de ellos. En este caso el formalismo no importa, lo que importa es que quien tiene la capacidad de reflexionar y transmitir las ideas, lo haga, porque eso enriquece a la sociedad en su conjunto. ∆
alianzaantiimperialista@yahoo.es   www.asturiasantiimperialista/tk 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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