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SUPLEMENTO ASTURIAS 

MUJER ASTUR

"Las actitudes violentas en el ámbito familiar son conductas que se van heredando de generación en generación. El daño que se produce hoy se va a ir transmitiendo a los hijos, a los nietos si no hay una reeducación"

 

CONCEPCION TRABADO ALVAREZ

 Abogada y autora del libro "El delito de malos tratos"

"La maquinaria judicial es muy lenta"

Texto y foto: Isabel Muñiz

Le gustan los retos, por eso ha hecho varias incursiones en el mundo editorial. Compagina su apretada agenda en el bufete con los trabajos de investigación jurídica y la elaboración de su tesis doctoral. Su último libro es "El delito de malos tratos"

Sus estudios de Derecho la trajeron a Asturias, donde montó su hogar y su propio bufete. Natural de León y con tan sólo 31 años Concepción Trabado tiene ya una demostrada experiencia en el mundo de las leyes. Ya de pequeña tenía clara su vocación de jurista y con tesón ha conseguido los objetivos que se ha propuesto.

-¿Qué te ha aportado a nivel personal el profundizar en el tema de los malos tratos?
-Pues reforzar un poco las ideas que tenía al principio. En mi opinión en muy poco tiempo ha habido una reforma muy importante en el control de introducción del delito de malos tratos. Hasta la regulación actual, en el 99, era impensable que el Derecho Penal se fuese a meter en las puertas de una casa para decirle al marido que no podía maltratar a la mujer o a los hijos porque se suponía que era un derecho que tenía. Por otro lado la regulación penal tal y como está hoy debe evolucionar porque no es suficiente. No está regulado de la forma necesaria como para prevenir la comisión de este tipo de delitos, es decir que o bien se debe modificar la regulación penal o bien complementarla con otro tipo de regulaciones que prevengan la comisión de los delitos y sobre todo que realicen una función reparadora lo más rápidamente posible a las víctimas.

-Todavía la mujer siente cierta indefensión ante los métodos de la justicia. ¿Qué falta para que la mujer se sienta protegida?
-Queda muchísimo por hacer. En la presentación del libro en el foro abierto de Librería Cervantes la gente me planteaba y con razón, "¿por qué es la mujer la que sufre la paliza y encima se tiene que ir de casa como si fuese ella la agresora?. ¿Por qué no se puede localizar inmediatamente a un juez o a la policía que vaya de forma inmediata y eche al agresor de casa?"
Esa es una de las cosas fundamentales que hay que cambiar. Y cuando se produce una agresión y se denuncia, hay que poner los medios necesarios para evitar que se vuelvan a producir agresiones. Y que cuando una mujer denuncia y dice: "Me amenazó con matarme, y este hombre es capaz de hacerlo", hay que creerla.
De momento se intenta remediar castigando al que produce el daño, esa es una de las funciones que tiene el derecho, pero también tiene otra función, que es la preventiva, y en este caso no se está produciendo. En mi opinión el éxito de la aplicación de la norma y el éxito de la norma penal dependen mucho de la aplicación de medidas preventivas adecuadas.

"A veces no le puedes garantizar a la víctima de malos tratos que en cuestión de dos o tres días vaya a estar solucionado y que no se preocupe que no va a pasar nada más. Es muy duro"

-En cuanto a casos de violencia doméstica ¿qué es lo que atiendes con mayor frecuencia?
-Sobre todo lesiones de mujeres que tienen que ir a casas de acogida, y por desgracia muchas reconciliaciones. Los procedimientos son tan lentos, la maquinaria judicial es tan lenta, que le da tiempo a las víctimas a dar marcha atrás y a comenzar otra vez en una rueda de la que es muy difícil salir si no te proporcionan los caminos adecuados.

-¿Resulta difícil no involucrarse emocionalmente en estos procesos?
-Es muy difícil, pero pienso que la objetividad es fundamental para un buen ejercicio. Hay que incorporarla en la medida de lo posible y no involucrarte mucho desde el punto de vista anímico ni subjetivo. Todos tenemos nuestro corazón, no estamos tratando con papeles, estamos tratando con personas que te transmiten esa inquietud y a veces no sabes qué decirle, no le puedes garantizar que va a tener protección porque no tenemos medios como para proteger a todas y cada una de las víctimas de delitos violentos. No le puedes garantizar que en cuestión de dos o tres días va a estar solucionado y que no se preocupe que no va a pasar nada más, eso es muy duro. Tener que decírselo a una víctima que viene temblando, con problemas psicológicos gravísimos, con depresiones muy fuertes, con marcas de lesiones... es muy difícil.

-¿Por qué son tantos los casos de mujeres que vuelven a convivir con su agresor?
-Yo creo que es la dependencia psicológica que se tiene a este tipo de conductas. Cuando ya se toma la decisión de denunciar, en muchas ocasiones es porque ha sido una agresión brutal, cuando son más leves, aunque todas son reprochables y execrables, se van llevando mejor o peor y en muchas ocasiones se soportan porque ha sido lo que la mujer ha vivido en su infancia, es como una situación de normalidad y casi de dependencia. Como no se rompa ese círculo vicioso con una reeducación no hay nada que hacer.

"Cuando una mujer denuncia y dice: ‘Me amenazó con matarme, y este hombre es capaz de hacerlo’ hay que creerla"

-¿Qué papel tiene la reeducación?
-La reeducación es una labor a posteriori muy importante que yo creo que tendría que ser reforzada en lo jurídico. No conozco ningún otro delito que tenga la trascendencia social que tienen las actuaciones violentas que se producen en el ámbito de la familia. El daño que se produce trasciende de la persona que los sufre generalmente. Son conductas que se van heredando de generación en generación y el daño que se produce hoy se va a ir transmitiendo a los hijos y a los nietos si no hay una reeducación, de manera que la familia, no sólo la víctima, entienda que este tipo de conductas están fuera de la situación de normalidad y fuera de la legalidad.
Con lo cual la trascendencia social que tiene es muy importante y la importancia que se le debe dar por el legislador y por el aplicador del derecho tiene que ser consecuente con la importancia y con la relevancia que tiene este tipo de conductas.

-¿En algún momento has tenido dificultad para atender un caso debido a que chocase con tus valores morales?
-He renunciado a algunos casos de agresiones que me han tocado en turno de oficio, los he asistido porque es mi obligación cuando estoy de guardia, pero posteriormente he renunciado porque entiendo que no puedo dar la defensa que el acusado se merece cuando son cuestiones que son absolutamente incompatibles con mi mentalidad y con lo que considero justo en este tipo de delitos. Entonces en algunos casos sí que he tenido que renunciar pero generalmente uno tiene que centrarse en la norma y ver las pruebas generadas con objetividad, de manera que se vean involucrados el menor número de sentimientos y de cuestiones subjetivas en la resolución del asunto porque es la única manera de ser realmente efectivo.

"Los procedimientos judiciales son tan lentos, que le da tiempo a las víctimas a dar marcha atrás y a comenzar otra vez en una rueda de la que es muy difícil salir si no te proporcionan los caminos adecuados"

-Has publicado un libro sobre protección del medio ambiente, otro sobre la responsabilidad civil por los daños causados por animales domésticos y finalmente "El delito de malos tratos" ¿por qué has elegido temas tan diferentes?
-A mí siempre me gustó mucho estudiar, y cuando me licencié aunque ya estaba trabajando en este despacho quería seguir formándome. En su día me propuse iniciar los estudios de doctorado, y todos estos temas precisamente surgieron de los cursos de doctorado. Son temas que desde el punto de vista profesional me interesan mucho y desde el punto de vista del estudio y la investigación también me parecen interesantes y novedosos. La conexión que hay entre ellos es el interés que despiertan en mí una y otra rama del Derecho.

-Por lo que veo necesitas siempre retos mayores, además de tu trabajo.
-Sí, eso es verdad, siempre estuve haciendo otras cosas, no porque no me sea suficiente con lo que hago, porque tengo mucho trabajo, pero sí porque me gusta y me parece muy importante desde el punto de vista personal y también profesional la investigación jurídica y el conocimiento, sobre todo, de conceptos básicos. Y es algo que en general lo echo muy en falta con la gente nueva, un conocimiento de la disciplina básica y de conceptos elementales jurídicos. Son cuestiones que la práctica diaria no siempre te lo proporciona, entonces de alguna manera te ves obligada a buscar respuestas a través de la pequeña investigación.

-¿Has visto alguna vez que tus clientes tuviesen falta de confianza en tu capacidad por el hecho de ser mujer?
-Eso me pasaba al principio, no por el hecho de ser mujer sino por el hecho de ser mujer y joven. Gracias a dios ahora no ocurre, porque cuando tienes un despacho en el que llevas trabajando años con una cierta solidez ya tienes clientes fieles que te mandan a otros clientes y que ya saben tus resultados y cómo trabajas y vienen confiando, pero al principio sí pasaba, me imagino que como en todos los sitios. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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