LASTRES

Se asoma al mar con devoción. Sus blancas casas, apiñadas y superpuestas en una empinada pendiente, parecen disputarse la mirada del Cantábrico. Este puerto pesquero lleno de tipismo es la joya del concejo de Colunga.

Brilla como una de las estrellas del litoral de la zona centro-oriental asturiana. Conserva el encanto marinero de tiempos anteriores en los que la pesca de la ballena llenaba las tascas de comentarios. No sin razón Lastres era considerado en el s.XVII como uno de los principales puertos asturianos.
A día de hoy es posible ver a los viejos lobos de mar arreglando sus redes en el puerto y confraternizando con los turistas. Y es que Lastres resuena con fuerza como destino turístico. Sus casas han crecido sin apenas espacio, las callejuelas son estrechas y escalonadas, formando extraños laberintos que le confieren a la localidad un aire pintoresco.
El muelle y el puerto pesquero parecen todavía contar antiguas historias, como la del terrible temporal que en 1740 destrozó el muelle, o los ataques que el puerto sufrió durante la guerra de Sucesión. Los cañones, que hoy sirven de adorno, son una muestra de la veracidad de estas historias que tanto enorgullecen a sus vecinos.
Y entre las historias que se cuentan nace también la leyenda del Jurásico. Lastres alberga huellas de dinosaurio que junto con las existentes en la vecina playa de La Griega, han permitido que el concejo acoja el futuro Museo Geológico del Jurásico y los Dinosaurios. Las huellas, un rastro de saurópodo, icnitas tridáctilas, y otras en forma de media luna, las podemos ver en el acantilado de Lastres, en las proximidades del faro.
La calidad del pescado y marisco del Cantábrico se pone de manifiesto en los bares y restaurantes de esta localidad. Los aromas provenientes de las parrillas y cocinas no dejan indiferentes a los viandantes. Tras conocer las delicias gastronómicas de este lugar se impone la visita al mirador de San Roque, patrón de los marineros por excelencia. Si todavía Lastres no ha echado sus redes sobre ti lo hará ante el espectáculo visual que ofrece desde este rincón. La línea de costa se extiende hasta Ribadesella y en el interior cautiva la belleza de la sierra del Sueve./ I.G.

San Roque. La fiesta más esperada
Durante varios días Lastres se viste de gala para honrar a San Roque, patrono de los marineros.
Un año más la Cofradía de Pescadores "Santa María de Sádaba" es la encargada de organizar unas fiestas entrañables y esperadas por los lastrinos. El festejo da comienzo el sábado día 10 con la Bajada del Santo desde la Ermita a la Iglesia de Sádaba, acompañado por Banda de Gaitas y Tambores.
Una semana más tarde el sábado l7 de agosto comienza realmente la fiesta que ya no finalizará hasta el martes 20. Durante varios días podremos escuchar los sonidos de las tradicionales verbenas alegrando el espíritu hasta altas horas de la madrugada, junto a la capilla de San Roque.
Entre los actos destacados de las fiestas se halla la Quema del xigante, una pieza de pirotecnia que gira sobre sí misma y que actualmente ha perdido el carácter reivindicativo que le caracterizaba. También goza de gran popularidad la tradicional prueba de la Cucaña que pone a prueba a los habilidosos. Cientos de personas asisten expectantes a esta competición en la cual los mozos más aguerridos han de conseguir coger un ramu situado en el extremo de un largo ejemplar de eucalipto. La dificultad reside en que el tronco se halla completamente embadurnado en grasa aumentando así la dificultad. Quien consiga el ramu se lleva el premio. Posteriormente se procede a la suelta de patos y balones dentro de la dársena del muelle, los cuales tendrán que ser capturados por los jóvenes que aguardan expectantes en el agua.