Recientemente, Miguel Trevín Lombán ha ocupado la presidencia de la Federación
Asturiana de Turismo Rural, integrada por siete asociaciones a las que pertenecen
doscientas empresas de toda Asturias. Desde este puesto, velará porque este sector se
encauce dentro de unas pautas legales que permitan regularlo y desarrollarlo de forma
racional y sostenida.
"Se quiso
juguetear con el tema del turismo cultural, cuando a Asturias la tenemos que vender como
paraíso natural, como naturaleza, que es lo que tenemos".
"El turismo
rural necesitó en un momento determinado algo que lo aglutinara. La Federación nació
para asumir esa función".
"A mí me
parece lógico que si en Asturias había un gobierno de derechas que hiciese una política
turística de derechas, cuyas prioridades no eran ni el turismo rural ni el pequeño
empresario". |
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NUEVOS HORIZONTES
Asturias, enmarcada dentro de la llamada España verde, ofrece unas posibilidades
fantásticas para el desarrollo, no sólo del turismo convencional, sino de todos los
turismos modernos relacionados con la naturaleza, especialmente el turismo rural. Pero
esas posibilidades hay que saber aprovecharlas, estableciendo un orden de prioridades para
empezar a trabajar.
-¿Cómo resumiría el panorama actual del turismo rural en
Asturias?
-Yo creo que el Turismo Rural es el soporte básico de todos los demás turismos en
Asturias. Nuestra región podría llegar a ser una de las zonas más especializadas en
este tipo de turismo a nivel nacional. Nosotros tenemos calidad y estamos siendo una de
las cabezas visibles a nivel nacional en naturaleza y senderismo. En cinco años se ha
multiplicado por diez el número de casas de aldea, se pasó de treinta y pico a más de
trescientas en la actualidad, con un nivel alto de ocupación.
-Con este crecimiento tan espectacular ¿qué necesita este
sector para despegar en nuestra región?
-Lo primero y fundamental: regularización y legislación para el turismo en general. El
segundo paso es la promoción. Hay que recuperar las raíces de una promoción clara y
directa, recuperar aquel "Asturias paraíso natural" que se ha perdido en estos
últimos cuatro años. Se quiso juguetear con el tema del turismo cultural, cuando a
Asturias la tenemos que vender como paraíso natural, como naturaleza, que es lo que
tenemos.
-En todo este engranaje, ¿qué papel juega la Federación
de Turismo Rural?
-Ahora mismo es básica, porque aglutina a todas esas asociaciones que antes estaban
funcionando por separado. Ahora tratamos de aunar fuerzas para defender nuestros
intereses.
-¿Cómo afectó al desarrollo del turismo el talante del
anterior gobierno?
-A mí me parece lógico que si en Asturias había un gobierno de derechas que hiciese una
política turística de derechas, cuyas prioridades no eran ni el turismo rural ni el
pequeño empresario. Su idea se inclinaba más hacia la creación de grandes hoteles y
hacia la potenciación del turismo cultural, que no era más que una milonga que se
refería exclusivamente al prerrománico de centro, es decir, Oviedo, Avilés y un poco de
Gijón. El turismo rural estuvo un poco dejado de la mano de dios. Se nos llamaba y se nos
tenía en cuenta, pero no había resultados, no se tomaban decisiones y no se invertía.
-¿Qué futuro le aguarda a este sector en Asturias?
-El futuro de un turismo rural puro y tradicional está basado en la calidad y la
especialización, en una arquitectura muy tradicional y en la combinación con los apoyos
culturales y de turismo activo. Yo particularmente apuesto por el senderismo, que puede
convertirse en alta montaña en toda la zona de Picos de Europa. Sumando todos estos
aspectos podríamos ser uno de los puntos especializados o selectos de España.
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