Desde su
nacimiento en Piedrafita del Cebreiro, en Lugo, hasta su desembocadura en el
concejo que lleva su mismo nombre, el río Navia conforma una serie de bellos
parajes. Enclaves afortunados, ricos en pesca y vida.
El Navia, con sus 180km. es el eje vertebrador de un paisaje que destaca por su
belleza y singularidad. El paso del tiempo le ha llevado a ser testigo de
profundas transformaciones que han modelado sus tierras fértiles.
De sus aguas se benefician siete concejos asturianos, que se agrupan en lo que
conocemos como el Valle del Navia: Grandas de Salime, Illano, Villayón, Pesoz,
Boal, Coaña y Navia.
Esta tierra que guarda en su interior importantes vestigios arqueológicos se da
a conocer en el carácter hospitalario y abierto de sus gentes, en lo exuberante
de su naturaleza y en su rica y variada gastronomía que abarca desde los platos
propios de la zona costera hasta las costumbres culinarias del interior.
Aunque es difícil descubrir los secretos de la zona en tan poco tiempo, sí al
menos es posible impregnarse de su esencia. Lo suficiente para quedar engarzado
a ella y volver más adelante. Si caminamos por la cuenca del Navia, si
navegamos allá donde nos permitan sus aguas, con seguridad nuestros pasos
volverán a hollar estas tierras.
Foto: Juanjo Arrojo
|
NAVIA
La Diosa
Nuestro
viaje comienza en el concejo de Navia, concejo que acompaña a este curso
fluvial en su tramo final, hasta su unión con el Cantábrico. Recibe su
nombre de una deidad prerromana, la Diosa de las Aguas.
La primera parada se hace inevitable en la villa naviega, capital del
concejo, centro de servicios y cabecera administrativa de la comarca. Si es
posible recomendar una fecha para acercarse hasta aquí qué mejor que en
plenas fiestas patronales, del 13 al 17 de agosto. A las tradicionales
actuaciones folclóricas hay que añadir la danza prima y la procesión
marítima por la ría naviega. La barca que pasea a la patrona, la Virgen de
la Barca y su copatrón San Roque es seguida por numerosas embarcaciones. El
ambiente festivo es tan contagioso que no hay rincón al que no llegue la
alegría en estas fechas.
Navia ha crecido siempre mirando a la ría por eso el mayor espectáculo
deportivo es El Descenso Internacional a Nado de la Ría de Navia. Una
auténtica prueba de Larga distancia en la que participan nadadores de
diferentes nacionalidades. Este año el acontecimiento tiene lugar el día
13 merece la pena permanecer en la villa para esa fecha.
Antes de continuar nuestra ruta hacia otros concejos vecinos el litoral
naviego llama nuestra atención. La playa de Frejulfe es digna de
recomendar. Es una de las más bellas y extensas del occidente asturiano y
está declarada como monumento natural.
Siguiendo la costa y antes de llegar a Navia se suceden otras playas de
menor tamaño como la de Fabal, la de Coedo, la playa del Moro, pero no por
ello menos interesantes. El último vistazo es para la Ría de Navia y la
playa. El arenal es también de grandes dimensiones y cuenta con un entorno
envidiable que permite disfrutar a toda la familia.
Foto:
Juanjo Arrojo
|
VILLAYON
Naturaleza desconocida
Antes
de proseguir nuestra ruta hacia otros parajes debemos reparar en el margen
derecho del Navia porque a poco tiempo de recorrido se encuentra el vecino
concejo de Villayón.
De todas formas Villayón continúa siendo un reducto de tranquilidad y
naturaleza bastante desconocido, un pequeño paraíso en el que perderse,
dejar tus preocupaciones y el estrés.
Tras dejar la villa naviega y tomar rumbo hacia el concejo el primer núcleo
de población importante que encontramos es Arbón, esta localidad se
asienta en unas fértiles vegas regadas por el Navia. En las proximidades se
encuentra el embalse del mismo nombre que Villayón comparte con Coaña y
por la que frecuentemente podemos ver navegar canoas y piraguas. Si has
traído contigo la tienda de campaña a 50m. del embalse hay un camping en
donde te informarán de las diferentes posibilidades para hacer en el
concejo e incluso te alquilarán barcas y canoas para navegar por el Navia.
En la pequeña localidad de Oneta podremos conocer monumento natural del
concejo más emblemático del concejo: las cascadas de Oneta. La fuerza con
la que cae el agua desde 30 metros de altura en este paraje es suficiente
para hacernos enmudecernos.
Con las botas preparadas y la mochila al hombro lo siguiente que puedes
hacer es subir al Pico Panondres (842m.). La caminata empezará desde el
Alto del Segredal al que llegas continuando tu ruta en dirección a Valdés.
Aunque el pico no es de una gran altura la vista sobre el mar y los valles
que limitan este concejo es suficiente pago a nuestro esfuerzo.
Villayón es sobre todo un buen lugar para senderistas, amantes de la
montaña o las rutas a caballo, en bicicleta. Si estamos animados a seguir
caminando en la parte sur del concejo existen otras rutas de montaña
escogidas frecuentemente muy conocidas por los montañeros del occidente:
como la subida a Pico Agudo (1.149), y al Gargalois (1.167m.). No son
recorridos de especial dificultad y en su trayecto podremos apreciar la
belleza de este concejo.
Foto:
Juanjo Arrojo
|
COAÑA
La magia de las piedras
Siguiendo
la línea de costa y cruzando las aguas del Navia nos adentramos en el
vecino concejo de Coaña. En sus 65'33 km2 se dan la mano el mar y la
montaña, mientras que el Navia riega todo un lateral y le sirve de
separación con el concejo limítrofe. Coaña es rico en vestigios
arqueológicos como lo prueba la existencia de dos yacimientos, el de
Mohías y el de Coaña, también denominado El Castrillón o Castelón de
Coaña. El castro de Coaña, sobre una pequeña colina y a tan sólo 2km. de
esta localidad es el más popular de cuantos se conocen en Asturias. Cuenta
con un aula didáctica que es muy interesante visitar porque muestra la
evolución de la cultura castreña del noroeste pensinsular hasta su
contacto con el mundo romano.
Muy cerca de Mohías se encuentra Ortiguera. Nos sorprenderá un puerto de
mar pequeño. Las casas blancas dominando la rasa costera, los tejados de
pizarra y el olor de la mar le confieren su encanto característico. Y si
has llegado hasta este bello rincón se impone acercarse al faro de San
Agustín a unos cuantos metros de distancia. Es este lugar un fantástico
mirador sobre el Cantábrico, ideal para los amantes del paisaje marino.
El litoral de este concejo nos permite admirar la belleza un tanto salvaje
de esta costa. Playas hay muchas, aunque gran parte de ellas poco
concurridas e incluso desprovistas de arenales y accesos rodados. A la de
Torbas -una playa amplia y muy frecuentada- y a la de Ortiguera podremos
llegar con nuestro vehículo pero a la de Arnelles, Armazá, Figueira,
Arnelles, La Coba y Pedreyada el acceso es exclusivamente peatonal.
Como en todos los rincones asturianos cada pueblo tiene su leyenda,
historias llegadas de no se sabe dónde y no se sabe cuándo. En Coaña la
Estela discoidea, una piedra redonda de gran dimensión, acumula todas
ellas. Se cree que pertenecía al castro y que estaba ligada a cultos
funerarios o solares, posteriormente se cristianizó y empezó a llamársele
Piedra de Nuestra Señora. Se halla situada en una casa a la salida de la
Villa, y se ha convertido en elemento emblemático del concejo.
Foto:
Juanjo Arrojo
|
BOAL
Sabor a miel
Abandonamos
Coaña por la AS-12 con la intención de adentrarnos en tierras de Boal. Los
vecinos del lugar han elegido el eslogan de "Boal, belleza
natural", para su promoción y quien lo conoce sabe que es un término
merecido. Las sierras de Penouta, el Coto, el Santín y San Isidro forman un
bonito contraste con los valles de ríos como el Navia y sus afluentes.
Navegar por sus aguas en canoa o en piragua es una opción que hace muy
atractiva esta zona. El descenso de cañones, los paseos en bicicleta de
montaña o las rutas a caballo son otras de las opciones a las que puedes
optar. Para conocer qué rutas podrías realizar y las numerosas
posibilidades de turismo activo que ofrece Boal puedes allegarte hasta
Serandinas. Es una de las primeras localidades que encuentras nada más
abandonar el concejo coañés. Allí en el albergue te informarán con
detalle. A muy poca distancia se encuentra uno de los embalses de los que
participa Boal, el embalse de Arbón donde es posible practicar todo tipo de
deportes náuticos y la pesca de la trucha.
Retomando nuestro recorrido por la AS-12 llegaremos a la localidad de Boal,
centro de servicios del concejo donde podremos planificar con calma las
próximas salidas.
Boal endulzará nuestro recorrido con su producto más emblemático: la
miel. Tiene establecida hasta su propia ruta, la de la miel.
En la Casa de la Apicultura, a 3km. de Boal, una exposición permanente te
enseñará todos los secretos del mágico mundo de las abejas. Tras esta
visita a poca distancia se encuentra un cortín, una estructura defensiva
muy característica que trata de proteger las colmenas de posibles
depredadores. Siguiendo la ruta en A Carrugueiro podemos visitar -protegidos
adecuadamente para la ocasión- un colmenar moderno y a poca distancia en el
Alto de Llaviada una empresa de la zona, formada por apicultores de Boal te
permite visitar sus instalaciones y ver de cerca el proceso que sigue la
miel desde que llega a la planta hasta que finalmente se envasa. Ya está
lista para tomar.
Foto:
Juanjo Arrojo
|
ILLANO
El
curso sinuoso del río Navia en su recorrido por el concejo descubre parajes
inigualables y en el límite con el vecino Boal se transforma en el embalse
de Doiras. Un lugar de aspecto mágico que tras haber pasado unos meses de
secano vuelve poco a poco a recuperar su preciado caudal. Sus aguas permiten
el desarrollo de múltiples actividades náuticas como el piragüismo y la
navegación a motor o vela. Las numerosas sierras encierran rincones que
muchos de ellos sólo podremos conocer a pie: bosques, molinos, senderos,
aldeas... rincones apenas poblados por el hombre.
La historia de los pobladores del concejo se remonta a la prehistoria, como
deja constancia el dolmen de la Campa de Entrerríos, un lugar a visitar
durante la estancia en este concejo.
Illano aguarda más sorpresas. Siguiendo con su historia podemos visitar la
Ermita de Pastur, centro de peregrinación del occidente asturiano. Junto a
ella se encuentra el pequeño cementerio custodiado por un teixo milenario.
El 28 de este mes de agosto acudirán peregrinos de toda la comarca a este
santuario.
A San Esteban de los Buitres podemos acercarnos en unos minutos partiendo de
Illano en dirección a Grandas de Salime. Nos recibirá un pueblo
espectacular de casas de pizarra, gruesos muros y hórreos centenarios que
hacen un conjunto de arquitectura rural muy original. El nombre de este
pueblo le viene dado por los numerosos buitres que en otra época se
apostaban e los riscos y que fueron desapareciendo con los años.
Antes de despedirnos de Illano podemos acercarnos hasta el Area Recreativa
de Folgueirou y pasar un día al aire libre en un entorno limpio y
privilegiado. Como es todo Illano.
Foto:
Juanjo Arrojo
|
GRANDAS
DE SALIME
Pasado y presente se funden
Pero
todavía nos quedan muchas cosas de interés en nuestro paseo por el Valle
del Navia. Tras atravesar el concejo de Pesoz el concejo de Grandas de
Salime será nuestro último punto a visitar y para el cual hemos hecho
acopio de energías.
Podemos iniciar una primera ruta que nos lleve hasta el embalse y la Central
Hidroeléctrica. Nos dirigimos a Vistalegre por la AS-14 y llegados allí
podemos contemplar desde el mirador de la izquierda el Salto, una magnífica
obra de ingeniería. Digna de ver está la sala de turbinas con un mural de
setenta y cuatro metros, obra del pintor Joaquín Vaquero Turcios que va
narrando la historia de la construcción de la presa.
Siguiendo el margen derecho del embalse cogemos dirección al pueblo de La
Mesa donde se inicia un importante tramo del Camino de Santiago a su paso
por el concejo. Continuaremos nuestro camino hacia Buspol y Villar de Buspol
para acabar en Salime, donde podemos ver algunas de las casas que aún se
mantienen en pie, las que no han sido cubiertas por las aguas del embalse.
Otro momento podemos dedicarlo al pasado, a la historia, a visitar el Castro
Chao de Samartín. A la gran cantidad de hallazgos encontrados en el
yacimiento se suma el buen estado de las construcciones. Hace dos mil años
esta sociedad alcanzó un grado de refinamiento urbano hasta ahora
desconocido entre los poblado vecinos.
En la misma villa de Grandas de Salime podemos visitar su monumento más
emblemático, la Iglesia de San Salvador, antigua Colegiata, situada entre
el parque y el Ayuntamiento.
Nos queda conocer el Museo Etnográfico ubicado en la antigua Casa Rectoral
hoy día reconstruida a la antigua usanza. Visitar el Museo es transportarse
a otra época donde todo era más artesano y tradicional. Pepe el Ferreiro
-José Naveiras Escanlar- ha sido el encargado de recoger desde hace veinte
años las piezas de artesanía popular que hoy forman este museo vivo, pues
es frecuente encontrar allí artesanos realizando su labor ancestral.
|