n el momento en que esta publicación
salga a la calle, probablemente se sepa ya el resultado de dicha sentencia y
sabremos si este abogado vuelve a ser o no diputado nacional del PSOE.
Mientras tanto, está dedicado exclusivamente a su actividad profesional. En
sus propias palabras: "Estoy privatizado".
-¿Qué está pasando con los socialistas en España?
-Hay una crisis de identidad muy fuerte que va a requerir mucha
imaginación, y sobre todo, un mayor esfuerzo de sintonía con los
ciudadanos. Yo definiría la situación de la siguiente manera: el Partido
Socialista es un tren que tiene ocho millones de pasajeros, que son los que
nos han votado, y no tiene maquinista. El riesgo de mantener esta situación
es que los viajeros, a la vista de que el tren está parado, busquen una
alternativa de transporte distinta. Además hay otro problema, y es que el
Partido Socialista no está en la sociedad. Los problemas que están
ocupando buena parte de nuestro debate, en la vida práctica, son problemas
al margen de lo que son las demandas sociales, son problemas basados en
pugnas por el poder.
-Parece que los socialistas tienen que redefinirlo todo...
-Sí, absolutamente, pero sobre todo tienen que ponerse en sintonía
con la sociedad. Aquí lo que se ha demostrado es que nuestra oferta
política no estaba en sintonía con lo que se demanda. Eso requiere una
mayor flexibilidad mental, no solamente a nivel individual, de los
dirigentes, sino desde el punto de vista de una organización que tiene una
inteligencia y unos contenidos programáticos y que hoy por hoy parece que
no está en el mundo. Hace falta un liderazgo más fuerte y autónomo, una
política de manos libres por parte de los que reciban la confianza para
dirigir los próximos años el partido.
-En Asturias ¿por qué existe esa controversia entre partido y el
Ejecutivo asturiano por el tema de Cajastur?
-Desde el punto de vista político, lo que ocurre en Asturias es un
escándalo. Es un ejemplo manifiesto de irresponsabilidad de los dirigentes
del PSOE, de la FSA y también del propio Gobierno asturiano, y por supuesto
de los miembros del grupo parlamentario. Creo que es una agresión a la
sociedad, que ha puesto mucho empeño y mucha ilusión en un proyecto de
cambio, hace tan sólo un año, para el futuro de Asturias. Esto lo veo como
militante de base y también como ciudadano. ¿Cuál es la causa? Pues para
empezar que aquí nunca nadie ha hablado claro. En el tema de la Caja de
Ahorros, desde el punto de vista de los contenidos, de la legislación,
puede ser comprensible tanto la postura del partido como la postura del
gobierno, pero al final, si no hay acuerdo es porque nunca han hablado claro
las dos partes. Cuando dos partes se reúnen, dicen haber acordado cosas y
ninguna las respeta, o cada una las interpreta de distinta manera, eso
significa que no han hablado claro, y si no hablan claro, es que no están
dispuestas a asumir su responsabilidad. Y eso es muy grave.
-Hay gente que está cansada y hastiada de lo que está pasando en la
izquierda española. Se habla incluso de propuestas para una tercera
izquierda. ¿Qué está sucediendo?
-El problema de la izquierda en España es que está dividida, está
muy parcializada. Creo que debería haber un proceso profundo de revisión y
de autocrítica en todas las organizaciones de izquierda, con un horizonte
común que es precisamente redefinir la unidad de la Izquierda sobre bases
modernas que sintonicen con la sociedad. En estos momentos la Izquierda lo
que transmite es una imagen lamentablemente anticuada e inmovilista. Si ha
fracasado el experimento electoral Frutos-Almunia como coalición es porque
en realidad han proyectado una imagen de atraso, de ineficacia y de
anacronismo frente a la derecha. ¿¡Cómo es posible que la derecha sea en
estos momentos el referente de modernidad en España!? Eso es porque hay una
auténtica carencia, muy grave, en la izquierda, que siempre ha sido el
referente del progreso.
-Parece como que la izquierda tuviera que aprender de la derecha a
hacer las cosas...
-Yo creo que la derecha no ha enseñado su auténtica cara hasta el
momento. Está en una fase de gestionar, de salir adelante y de ganarse
apoyo electoral y credibilidad, pero apunta ya aspectos graves de
corrupción en su gestión, aspectos de nulo respeto hacia una
profundización en las libertades. No tiene una seria convicción
constitucional, y sobre todo, me alarma el planteamiento insolidario y
radicalmente privatizador de la derecha. Pero eso que está detrás de su
piel no lo están viendo los ciudadanos. En estas últimas elecciones,
curiosamente, en la sociedad no había una necesidad objetivamente sentida
de cambio político, la izquierda no supo hacer sentir esa necesidad de
cambio político. Cambiar ¿para qué?, preguntaban los ciudadanos, y
lamentablemente la derecha consiguió demostrar que ellos eran más eficaces
para el futuro económico y el desarrollo hacia la modernidad de España que
la propia izquierda.
-¿Por quién apuestas para la Secretaría General del PSOE?
-Desde mi punto de vista José Luis Rodríguez Zapatero es la
persona más adecuada. Es una persona joven, que tiene la ventaja de no
estar contaminado por los que podríamos denominar prejuicios de la gestión
del pasado. Es un diputado experimentado, que conoce bien el partido, porque
trabaja y tiene responsabilidades y confianza en el ámbito de Castilla y
León, y en el Parlamento. Ha sido una figura muy brillante, en la anterior
legislatura; hizo una labor muy sólida de oposición al gobierno, tanto
constructiva como de oposición. He visto que conecta muy bien con la
sociedad, y sobre todo, es joven.
-Como naviego y conocedor de nuestra región, ¿qué análisis se
puede hacer del Occidente asturiano?
-Cuando hablo del Occidente a veces me entusiasmo mucho y lo hago
porque probablemente es la comarca de Asturias que más ha evolucionado. Si
analizamos cómo estaba, en los años 76 ó 77, o incluso al principio de la
década de los 80, el Occidente y el resto de la región, nos encontrábamos
con que existían graves carencias pero ha habido un reciclaje tremendo. El
ejemplo de modernidad que ha dado el Occidente, yo creo que en términos de
proporcionalidad, es mucho mayor que el resto de Asturias. En el Occidente
de Asturias hay mucho emprendedor, y no solamente desde el punto de vista
agropecuario, es decir, la modernización y la alta cualificación que
tienen los ganaderos, sino también como ha funcionado el cambio de
orientación de algunas poblaciones con el desarrollo del turismo rural, que
ha dado alternativas a las antiguas explotaciones. Creo que la mayor
renovación de la economía asturiana se está produciendo en el occidente
de Asturias. Hace poco, una empresa de Navia que se dedica a la confección
de páginas web recibió un premio de innovación tecnológica, y son gente
joven que están prestando servicios en esa materia a toda España e incluso
tienen encargos internacionales. Por tanto, hay una gran capacidad de
innovación y unas grandes posibilidades de desarrollo de futuro.
-¿Qué le sigue faltando?
-Pues una cierta cohesión en ese territorio. Hace falta desarrollar
más las energías comunes entre distintos ayuntamientos, porque hay un
estrangulamiento, y es necesario un planteamiento más sólido en materia de
comarca. Haría falta inversión, apoyo, infraestructuras, y sobre todo
cohesión territorial para la apuesta decidida. Tengo que constatar que, en
términos de proporción, sus gentes han demostrado más capacidad de
evolución y de modernización que el resto de Asturias. Ahí están los
datos. Si analizamos cómo ha evolucionado el sector astillero, las
industrias agroalimentarias, las explotaciones agrícolas, la sociedad de
información, las nuevas iniciativas de emprendedores o el turismo rural,
veremos la demostración de que, en cuanto a la capacidad de
transformación, están a años luz del viejo centro de la región
superpoblado, de la sociedad de los servicios y de la vieja industria, que
sigue siendo demasiado acomodaticio, que está demasiado instalado en la
resignación de la prejubilación o en la resignación de los empresarios
que apuestan exclusivamente por elementos poco innovadores de la economía
asturiana.
-¿Y Asturias?
-Asturias necesita resolver de una vez por todas algunos problemas
de comunicación fundamentales. Yo no entiendo cómo colocan en la misma
situación de prioridades la variante del Pajares y el desdoblamiento del
tramo Onzonilla-Benavente. Este tramo ya tenía que estar realizado o por lo
menos muy avanzado porque supone para nosotros la capacidad de comunicación
con la meseta, ya no digo con Madrid. Por supuesto también la autovía del
Cantábrico que es otra de las prioridades fundamentales; pero luego,
nuestra región tiene que apostar por nuevas iniciativas y el reto del
gobierno es animar, incentivar a nuevos emprendedores y a una
diversificación de la sociedad asturiana, que es muy rica y que tiene
muchas posibilidades, pero que no están suficientemente aprovechadas.
-¿Qué libro vas a leer en estas vacaciones?
-Siempre leo un libro de García Márquez, porque soy un enamorado
de su literatura; luego también la última novedad literaria, que aún no
he seleccionado.
-¿Y qué música te acompañará?
-Me gustan mucho los cantautores como Serrat, Aute, Javier Alvarez...
me fascina Pedro Guerra; también soy un seguidor de la música celta.
-Un piropo para Asturias.
-Más que un piropo intentaría despertarla, removerla, darle
ánimos. Asturias lo que necesita es sacudirse cierta tendencia al pesimismo
y al inconformismo destructivo. Tenemos la capacidad de crear Asturias otra
vez, porque tenemos energías suficientes para ser de lo mejor y de lo más
puntero. ∆